Colmillos

Parte 3.

Después de aquel momento tan... Poco planeado e improvisado en el cuarteto, justo en el lugar donde trabajaba O'hara. Siendo vistos poco después. Tuvieron que aclarar su relación con los spider-man's más cercanos a ello.

La primera semana fue relativamente estable y tranquila. Sin ningún comentario al respecto, pero si varias miradas mal disimuladas que se podían ver a simple vista sin necesidad de esforzarse. En especial de Miles Morales (quien se negaba a hablar con su mentor si estaba presente Miguel).

Peter hizo una nota mental de hablar con él después que se tranquilizará. Aunque Gwen le dijo que estaba mejor que antes.

Si. Todo hubiera quedado así sino hubiese sido por Hobie. Que en un acto de venganza contra Miguel (y la jerarquía, según él) difundió folletos y fotos de ambos (algunas de esas fotos subidas de tono o con el contexto equivocado). Hasta había creado un foro arácnido junto con Spider-Byte, un foro donde compartían historias y muchos chismes de ellos.

Ahora toda la Spider-sociedad sabía sobre ellos. Incluso habían Sticker's, memes, fotos y vídeos de ellos por los grupos de trabajo.

Había un caos total, un descontrol, en opinión de Miguel. Peter, por otro lado, le hacía gracia la situación. Su sentido del humor no era tan complejo como para no reírse sobre "lo sumiso" que podía ser O'hara para con él.

Y eso era lo que más sacaba de su ser al Spider-man con colmillos.

─ ¿Cómo es eso posible? ─Se volvía a preguntar por milésima vez O'hara. Totalmente desconcertado.

─ ¿En serio te molesta que digan que eres a quien domino y no al revés? ─Rio ante el ceño fruncido de su pareja, dejando un casto beso en su mejilla para apaciguar su malhumorado novio-jefe.

Con cuidado se despegó de él, levantándose de la cama. Dejando su cuerpo a la vista de Miguel. Ya era costumbre entre ellos esos pequeños momentos muy íntimos.

Su espalda estaba marcada por las garras de Miguel. También tenía marcas de sus dientes por la mayor parte de su cuello y hombros. El de descendencia mexicana tenía una muy mala costumbre de marcar en esa zona. Y solo en esa zona con sus dientes. En cambio sus garras solo se dirigían a su retaguardia y gran parte de su espalda.

No era algo que le molestará tanto al momento, pero si después al curarse. Sabía de antemano que Miguel a veces no podía controlar sus instintos. Una desventaja de ser mitad araña.

A paso lento, se dirigió al baño.

Tarareando una suave canción, abrió la llave de la tina. Después a bañarse en tranquilidad. Sabría que entre poco Miguel se uniría con él en su ducha. Era algo que acostumbraban hacer después de una larga noche de hacer el amor.

Con pereza, se metió adentro de la tina. Soltando un sonoro suspiro de satisfacción, cerrando inconscientemente sus ojos por la sensación.

El agua tibia era mejor que la caliente y la fría. El agua tibia estaba entre ambas y eso lo convertía en perfección pura.

Escucho la puerta ser abierta. Sabine de quien se trataba, se levantó un poco de su cómodo lugar para darle espacio al otro Spider-man. Quien no tardó mucho en acurrucarse a su lado, en el proceso desbordándose el agua. Para su suerte, la tina era lo suficientemente grande para los dos.

Como era costumbre, Miguel paso sus manos por la espalda de su pareja. Brindándole suaves mimos a sus heridas.

─Sé que ya hablamos de esto, pero...

─Tranquilo. ─Lo interrumpió, imaginando lo que diría. ─Sé que intentas no ser tan brusco.

Con esas cortas se quedaron en silencio. Dejándose llevar por el tranquilo ambiente lleno de amor. El silencio era participe esencial en ello, al igual que los suspiros dados por Peter. Quien estaba a gusto con las caricias de O'hara.

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Después de ese sereno despertar. Ambos se dirigieron a sus trabajos.

Y apenas al pisar el lugar. Muchos Spider-man's empezaron a tomarles fotos.

Parker estaba ciento por ciento seguro que si no fuera por sus manos unidas, Miguel hubiera destrozado cada uno de los dispositivos. ¿Lo peor? Lyla también era una de las causantes de ese suceso el cual era uno de los más destacado después de la anomalía de nombre Miles.

─ ¡Eh, Peter! ¿Qué se siente dominar a la araña? ─Grito uno de sus colegas entre risas. Risas que fueron acompañadas de muchas más.

Peter B aguanto una risa al sentir la palma de O'hara apretando la suya.

A Miguel le resultaba tanto conveniente como un infierno esa situación.

Tener la atención de toda la sociedad-arácnida y las cámaras apuntándolo en cada gesto era algo que le generaba malestar mental. Todos y cada uno tomándolo para chistes que él catalogada de mal gusto.

Y por otro lado, le agradaba ver esa felicidad en el rostro de su pareja. Él más que nadie estaba genuinamente alegre por la situación.

Cada uno de esos comentarios valía la pena si tenía a ese peculiar Peter B Parker a su lado. Además, todo eso lo recompensada el increíble sexo que tenían en sus noches.

─ ¿Alguien ha visto a Hobie? ─Fue una de las preguntas que soltó algún Spider-man.

─ ¡Es cierto! Tengo unos días sin verle por aquí. 

Ante eso, Peter lo miró con la ceja en alto. O'hara evito cualquier contacto visual.

Ese nombre no le sonaba en nada a Miguel.

¿Quién sería ese sujeto? Miguel no sabía.

─Hablaremos de esto en casa, Miguel O'hara. ─Por el tono que uso, supo que no iba a ser nada agradable la conversación.

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Siempre estarás en nuestros corazones, Hobie.😔

(Antes de que pregunten que paso con Miles) Quiero abarcar la conversación entre Miles y Peter en el siguiente capítulo para finalizar con esto. En fin, se les quiere, banda.

Posdata: Miguel come como los Dioses y viceversa.