RE HALO: dos aliados en una galaxia diferente

Invitados extraños

la nave avanzo lentamente a una altitud considerable, a través de las ventanas del puente Emilia veía el paisaje "puedo preguntar, de dónde vienen". Dijo Emilia. "provenimos de una zona distinta de la galaxia, y de planetas diferentes, yo soy un sangheili, y el jefe maestro un humano". Contestó él inquisidor. "no es muy grande para ser un humano o su raza es así de grande". Cometo la semielfa, llevándose un dedo a la barbilla. "En realidad el jefe maestro es un súper soldado, es más rápido, más fuerte, más valiente, más inteligente". Contestó Cortana, para calmar la curiosidad de la chica. "suena como una personas muy poderosa". Comento la chica de cabello plateado, mientras la nave se movía hacia el lugar donde vivía Emilia. "Cómo se convirtió en súper soldado?". Preguntó la semielfa. "es un proceso quirúrgico llamado aumentación, donde se les realizan varias implantaciones a los candidatos con la finalidad de incrementar sus capacidades, dando como resultado un súper soldado". Explicó Cortana de manera alegre, mostrando información acerca de la aumentación pese a ser información clasificada. "crees que algún habitante de este mundo pueda convertirse en súper soldado". Murmuró Emilia con gran curiosidad. "no lo sé, los candidatos son elegidos desde temprana edad en base a ciertos aspectos que desconozco pero sino mal recuerdo el proceso podría llevarse a cabo en cualquier persona siempre y cuando tengan las cualidades necesarias". Respondió la inteligencia artificial. "tengo una pregunta para usted señorita Emilia". hablo el inquisidor, ante esas palabras, Emilia volteo a verlo. con la mirada de Emilia sobre el, el el inquisidor pregunto. "el joven menciono una candidata a la selección real, quiero saber, quiero saber que es la selección real". Emilia analizo la pregunta del inquisidor, con un suspiro respondió. "la elección real en un ritual en el que elegirá por voto popular a la reina o rey de lugunica, sin embargo la mayoría de las personas, votaran por las candidatas que tengan un caballero, o que sean conocidas". El inquisidor escucho estas palabras y reflexiono. "cual es tu propósito, cual seria tu objetivo, que harías si ganas?". pregunto el inquisidor. Emilia ante tal pregunto casi rompe en llanto, en la mete de Emilia se hacían presentes los recuerdos de tantas veces que fue discriminada por ser una semi elfo, desvió la mirada hacia las ventanas de la nave, camino hasta esta mirar el paisaje y respondió. "busco la igualdad en el mundo, no quiero que nadie se discrimine por su aspecto, quiero que todos nos unamos en contra del mal". las palabras de Emilia no tenían una sola pizca de mentira. después de eso, el puente se mantuvo en silencio.      

La nave ya estaba muy cerca del lugar, Emilia pudo maravillarse al ver la casa del señor Roswaal desde el cielo al igual que el pueblo. Cortana activo los estabilizadores y suspendió la nave a uno escasos 200 metros al sur de La propiedad y a 50 metros de altitud. El jefe maestro entró al puente, y hizo una seña para que lo siguieran, a lo que el inquisidor y Emilia lo siguieron hasta los hangares. Donde un pelican lo estaba esperando. los ojos de la chica de abrieron como platos al ver un ave gigante de metal verte. "em... qué es eso?". preguntó Emilia impresionada por el artefacto de metal. "es un pelican un vehículo de transporte aéreo". explicó el jefe con tono neutro, el jefe entro al pelican y se dirigió a la cabina, Emilia caminó cautelosa por la rampa de acceso del pelican, sin embrago casi al final tropezó y cayo de rodillas, el inquisidor se apresuro a ayudarla a levantarse. "estas bien?". pregunto el sangheili, Emilia tomo la mano del extraterrestre, y se levanto sobándose la rodilla izquierda. "si estoy bien solo que no vi el escalón jeje". Emilia le sonrió al inquisidor, la sonrisa de Emilia evocaba una inocencia un tanto desconocida para los sanghelis, esta sensación le trajo una calma y felicidad que el inquisidor había olvidado. tras ese breve momento el inquisidor salió de su asombro y al mirar dentro del pelican, noto a la chica de cabellos plateados sentada en uno de los asientos, y moviendo sus pies como una niña. el sangheili tomo asiento y no pudo dejar de sentirse feliz en compañía de la jovencita. "todo listo?". pregunto el jefe maestro por el altavoz del pelican. "si todo listo". respondió el inquisidor. a loa que la compuerta de la aeronave comenzó a cerrarse y el pelican empezó a despegar. "Cortana sigue buscando transmisiones y notifícame si encuentras algo". "sí jefe". Respondió la inteligencia artificial, una habitante de la mansión ya había visto la enorme nave suspendida en el cielo, una sirvienta de cabello rosa, ella vio como un objeto mas pequeño salió de la nave mas grande y se dirigía hacia la mansión. apresuradamente caminó hasta el patio trasero donde el pelican se disponía a aterrizar, el ruido que hacia el artefacto volador dejo ensordecida a la sirvienta de cabello rosa, pero el pelican antes de aterrizar sufrió una sacudida ligera y luego otra, el pelican extendió su tren de aterrizaje, lentamente se posó en el césped, con la nariz de la aeronave mirando al bosque detrás de la mansión, se abrió la compuerta trasera, revelando así a Emilia acompañada del inquisidor. Las sirvientas mostraron una cara de tranquilidad, y alivio pero una de las sirvientas sostenía una bola con púas, el inquisidor dedujo que eso fue lo que provocó la sacudida, pero también noto las caras de sorpresa de las doncellas, al ver al lagarto gigante .Una rampa se extendió para permitir que bajaran. "señorita Emilia bienvenida". Dijeron las sirvientas, el jefe maestro fue el último en bajar, una de las sirvientas, la de cabello azul, al mirar al jefe maestro casi se le detiene el corazón, ante sus ojos estaba parado un hombre alto de complexión robusta portando una armadura verde lo que mostraba superioridad. "Rem, Ram, les presento a el inquisidor, y a el jefe maestro, ellos me ayudaron a recuperar mi insignia cuándo me la robaron, y ellos ahora son invitados". Comentó Emilia. "entendido, señorita Emilia, queridos invitados, por favor pasen". dijeron las sirvientas, al ver la actitud de ambas, no fue difícil para el jefe entender que eran hermanas además los broches en el cabello de ambas lo confirmaba. 

Los cinco caminaron hasta la entrada de la mansión, al frente estaba Emilia seguida del inquisidor y las dos sirvientas, al final el jefe maestro. "Rem, Rem, nuestro invitado, te está mirando, quiere llevarte". Dijo la sirvienta de cabello rosa. "hermana, hermana, nuestro invitado es tenebroso, y descortés nunca se quita el casco". Estas palabras, apenas y causaron una reacción, y aun así el jefe mantuvo su silencio y su compostura, después de caminar llegaron a una escalera y al subirla, un gran pasillo los recibía. "queridos invitados, por favor elijan una habitación y duerman el día de mañana regresará el señor Roswaal". Dijeron las sirvientas, después se retiraron, al igual que Emilia, pues era muy tarde, habían pasado caso 4 horas desde que el sol se había ocultado como para que Emilia estuviera despierta "jefe, inquisidor , de nuevo muchas gracias por ayudarme, mañana los veré y podremos hablar más". Emilia hizo una reverencia y se retiró a su habitación dejando a los dos soldados solo en ese pasillo, los soldados caminaron por el pasillo. "crees que puedas dormir con la armadura puesta". Preguntó el inquisidor interrumpiendo el paso del jefe. "y tú crees que seas capaz de dormir". Le contestó el jefe en un tono tranquilo pero ligeramente burlón, el inquisidor, movió sus mandíbulas de manera que que el jefe entendiera que estaba de acuerdo con la broma, un tiempo después eligieron dos habitaciones contiguas, ambos ingresaron en las habitaciones, el inquisidor veía una habitación de lujo, pero demasiado decorada para su gusto, el inquisidor estaba interesado en la forma de la arquitectura de la casa, aun así era demasiado ostentosos para el gusto de cualquier sangheili. El jefe por otro lado pensó (así que, así es una habitación de lujo antiguo). "se lo que estas pensando, y si así era el lujo en la época medieval, pero lo que me impresiona es la capacidad que tiene esa chica para hacer... no puedo creer que vaya a decir esto, magia, en este mundo la magia existe, pero mi pregunta es como una raza humana pudo evolucionar aquí , debo pensarlo más, debo investigar este mundo, ya que la energía que este mundo es estable, y constante, algún tipo de alteración al núcleo y será el ecosistema". dijo Cortana, intentando descubrir cómo una raza humana pudo evolucionar en un planeta tan alejado. "ya tendremos tiempo para descubrirlo, también estoy intrigado como esa mujer fue capaz de hacerla frente al inquisidor". Comento el jefe maestro solo miro por la ventana, y no se atrevió a sentarse en la cama temía que el peso de su armadura la rompiera. así que solo miro por la ventana sumiéndose en sus pensamientos  "aun estas con eso?, no olvides que prácticamente puedo leer tus pensamientos". hablo Cortana refiriéndose al incidente con el niño y la carreta. "solo pensaba en lo tranquilo que este lugar, no quedan muchos lugares así". "mas bien di que te sentiste extraño cuando todos te aplaudieron, jefe no puedes mentirme, lo se nunca antes te habían mostrado un aprecia así." El jefe continuo mirando las estrellas, la fachada de la mansión, y el bosque, comenzó a recordar sus días antes de la guerra, sus días con su equipo. en la mente del jefe, una idea pasó fugazmente, ayudar a esa chica, pues si personas como esa tal Elsa existían las personas de este mundo correrían un gran peligro. "jefe, es noble de tu parte, pero recuerda que hay peligros más aterradores allá en nuestro rincón del universo". dijo Cortana en la mente del jefe maestro. "el deber de un soldado es salvar a la humanidad cueste lo que cueste". respondió el spartan, sin dejar de mirar las estrellas y sentirse en paz por primera vez. Pero detrás de la puerta, la sirvienta de cabello azul escuchó lo dicho por el jefe maestro, ella estaba dispuesta a entrar y atacarlo, pues desconfiaba de él, pero con esas palabras, su mano se detuvo antes de abrir la puerta, ella no supo qué hacer. (el lema de un caballero, acaso ellos dos son caballeros?) pensó la sirvienta llamada Rem, desistiendo de su idea original y caminando de regreso a su habitación.