▀▄▀ 𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐓𝐨𝐨𝐭𝐡 - 𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭 ▀▄▀

Nieve

Personajes:
•Gus
•Richard Fox - Pubba
•Lectora - Mamá

Resumen:
Un día de nieve en familia.

Punto de vista:
1° persona

Advertencia:
•Inspirado en el episodio 1 de la temporada 1.

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   Había empezado a nevar hace poco tiempo, por suerte teníamos bastante recursos para pasar este invierno, por lo cual no era necesario aventurarme en expediciones para conseguirlas, estábamos tranquilos y seguros.

   Por esa razón decidimos jugar afuera junto a nuestro niño, lo abrigamos con una gorra con cuatro huecos para sus orejas y sus pequeñas astas dándole la apariencia más tierna posible.

   Gus y su padre estaban acostados en el suelo haciendo ángeles en la nieve, mientras tanto yo estaba luchando para hacer un muñeco de nieve disfrutando de las risas de mi familia.

   -También quiero.- Dijo Gus levantándose rápidamente corriendo en mi dirección, el niño puso sus manos en la esfera de mayor tamaño ayudándole a darle forma.

   -Ven, Richie, necesito ayuda.- Admití cuando ví que no conseguiría levantar a la esfera de nieve sin ayuda, al ver mi lucha se levantó riéndose de mi situación eso hizo que Gus también empezará a reír.

   Richard me empujó suavemente para poder agarrar la esfera para ponerla arriba de la otra, al darme cuenta que estaba distraído me agaché para hacer una bola de nieve y dispararle en su espalda, la cara de sorpresa que hizo sacó más risas de Gus y mías pero inesperadamente recibí una bola de nieve en la cara eso cortó mi risa e intensificó a la del niño que cayó de espaldas de tanto reír.

   -¿Es así?-

   -Si.- Me dió una sonrisa burlona declarando guerra, le devolví la sonrisa para luego sentir otro golpe en mi pierna, el causador del ataque era un pequeño niño híbrido con una sonrisa, claramente queriendo entrar también en el juego.

   Me agaché para agarrar más nieve haciendo que tanto Richie como Gus salieran corriendo. Y así pasamos la tarde entre juegos y la nieve.

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   -¿Viste que los humanos tienen sangre?- Richard preguntó al niño.

   -Sí.-

   -Los árboles tienen savia.

   Gus estaba agachado en el suelo colocando jarabe en la botella de vidrio.

   -Ten cuidado, está caliente.- Le dije entregándole una tapa para que él tapara la botella.

   Oímos en la distancia un ruido, eso llamo nuestra atención. Gus corrió atrás de Richard escondiéndose.

   -Bien. Este ruido quizás te moleste, hijo. Te taparé los oídos.- Dijo agachándose frente a Gus tapándole los oídos.

   -Es solo un pájaro, mi vida. Un pájaro grande.- También me agaché cerca de ellos frotando la espalda de mi hijo en un intento de consolarlo. El avión pasó por arriba de nosotros dejando caer papeles, Richard siguió consolando a nuestro niño, mientras tanto yo agarré una de las hojas que estaban cayendo. Era una propaganda sobre reservas para niños híbridos con la frecuencia de radio para contactarlos, viendo la mirada curiosa de mi marido le ofrecí la hoja. Su reacción fue amasar el papel.

-¿Será que son los últimos hombres?- Le pregunté.

-Tal vez.- Suspiró. -Estás bien. En adelante, no más fogatas de día. Es muy peligroso.-