03

1.2K 66 3
                                    


🔞 Está parte mantendrá contenido sexual, por lo cuál cada uno es responsable de lo que está leyendo.


Justina pov:

Siempre disfrutaba mis tiempos libres al igual que aprovechar las pocas oportunidades que teníamos de divertirnos con Agustín, algunas veces no podíamos salir tan seguido por el tema de las fechas de sus partidos e incluso un par de veces nuestros horarios no coincidían del todo. Después de todo mi novio era futbolista y yo estudiaba al igual que creaba contenido para las redes sociales, pero también lo increíble que tenemos en común es hacernos tiempo para estar con Sofía.

Solté una pequeña risa divertida mirando al chico pelinegro alto, quién estaba matando un par de personas en el juego y se mantenía concentrado mirando entretenido la gran pantalla con la intensión de ganar el juego.

—¿Por qué tan serio?— le pregunto divertida mirándolo y apoye mi mano derecha en su hombro para que me prestará atención.— Solamente es un juego, amor. Pareces un nene de cinco años emocionado con matar al enemigo y ser el superhéroe de la historia.

—No sabes lo que te perdés con este juego, nena. Aparte es para sacar todo el estrés que tengo y me dan ganas de matar al enemigo.— me dice riendo divertido y se levantó de golpe del asiento cuando la pantalla le apareció Game over.— Ya me aburrí, mejor vayamos a conseguir un peluche para la gorda y una para vos así nos vamos.

—¿Tan rápido?— le pregunté y él agarró mi mano para arrastrarme hasta una máquina de peluches grandes.— Enserio seguís siendo un nene chiquito, Agus.

—Me gusta mantener ese niño pequeño en mi interior, pero un nene no haría tal cosa como está, mi amor.— me dice sonriendo para girarse y plantearme un beso rápido en mi boca al igual que descender su mano izquierda hasta mi nalga apretándola por encima del jeans.

Este pibe era un descarado cuando quería y se aprovechaba de cualquier circunstancia.

—Pero que mano inquieta tenemos esta noche— le hablo separándome de su boca y él me sonrió volviendo a darme un pequeño beso.

—No veo la hora de poder cogerte libremente, morocha.— me dice volviendo a abrazarme pegándome a su torso y beso mi frente.—¿Qué peluche le gustaría a Sofía? ¿Una Minnie o un panda?

—¿Qué te parece ambas cosas? Ella estará feliz con los dos por igual, amor.— le respondo tomando distancia y él se encaminó hasta la máquina disponible para ver la cantidad de peluches.

—Entonces serán dos para la bebé y uno grande para mi mujer.— comenta sonriendo y pasó la tarjeta de juegos por un pequeño aparato para comenzar a jugar.

Mi celular comenzó a sonar dentro del bolsillo de mi pantalón llamando mi atención, lo saqué para divagar mis ojos por encima de las notificaciones de varias aplicaciones e incluso miré los mensajes de mi mejor amiga avisándome que estará mañana por la tarde llegando a Buenos Aires porque se encontraba en Córdoba en un pequeño viaje familiar y un par más de mensajes de otras personas que decidí ignorar completamente.

Era una persona que ignoraba los demás mensajes que no me llaman la atención en el momento para poder responder y solamente respondía a las personas que son más cercanas en mi círculo.

—¡Un oso panda para la bebé!— exclama sonriendo orgulloso agachándose un poco para sacar de la pequeña puerta y sacó el peluche mediano para nuestra hija.—¿Quién diría que tengo suerte en estás máquinas?

—Solo un loco como vos tendría esa suerte, Agustín.— le respondo aceptando al peluche que me entrego y él sonrió para seguir en su trabajo.

—¿Qué te parece un Stitch, mi amor?— me pregunta curioso moviendo la pequeña palanca y preste atención al peluche mediano que quería sacar de la máquina.

𝐀𝐂𝐄𝐍𝐃𝐑𝐀𝐃𝐎 || 𝐀gustín 𝐆iay ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora