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capítulo tres: manzana.

Me gustaba cantar y siempre me gustó la música en sí, y cuando comencé con las canciones de la iglesia y su significados y bellas notas fue cuando conocí a Jungkook, que cantaba mucho tiempo antes que yo, me ayudó con mi confianza y terminé cantando en el coro de la parroquia.

Y bueno, había algo que también me gustaba de cantar en la iglesia, yo era inmune a esos "párense o siéntense " dichas por el padre una y otra vez en la misa.

Mis padres como de costumbre, junto a los padres de Jungkook y sus dos hermanos menores estaban sentados en la segunda fila mirando con admiración las palabras del padre y a nosotros cuando cantábamos.

Recorro mi vista por todos en la iglesia, todo ya los conocía, eran los mismos de todos los finde semana reunidos hoy y en ellos, también estaba las vecinas que estaban ayer en casa de mi madre "hablando", todas vestidas con sus vestidos casi elegantes y aretes que hasta donde estoy sentado podía notar su auténtico material de fantasía, "Falsas."

Todas eran falsas y antes ese pensamiento me quedo ligeramente estático.

¿Estaré obrando mal si también estaba aquí juzgando? arrugué mi rostro por tal reflexión y desvío la mirada cuando noto como Seo Hee se inclina levemente hacia mi.

ㅡYoongi, ¿te quedarás un tiempo más después de misa? ㅡ susurra y la miro de reojo.

ㅡSí, hoy me quedaré un poco más.

ㅡOh, entonces mantén la copia de la llave, no la vayas a perder. ㅡ dice dejándolas en las manos.

Asiento con mi cabeza volviendo la vista a la misa y las palabras que decía el padre que ya había perdido totalmente concentración.

Esta mañana había sido bastante tensa por mi parte, cuando mi madre se subió al auto y comenzó a olfatear, su ceño se había fruncido y me miró con sus ojos curiosos y penetrantes, su pregunta silenciosa era mucho más ruidosa con esa mirada interrogante que por poco me hace decir la verdad, pero en cambio ella finalmente habló, un alivio recorrió mi cuerpo por matar el silencio de las culpas.

"Te pusiste mucho perfume hijo. No es colonia, es perfume y es muy costoso."

Y como ella también había hecho una mueca, asentí con mi cabeza sin poder creer aún que había perdido el tercio de mi perfume en manos de alguien.

Exactamente por manos de Jimin que no me ha sido fácil quitármelo de mi cabeza por un buen tiempo, más bien durante toda la noche ante nuestra primera interacción y eso que a pesar de haberlo visto por años jamás; nunca en vida crucé palabras con él, pero ahora que lo hice... Definitivamente no fue la mejor manera. Su descaro al haber ingresado al auto sin consultarlo y el atrevimiento de esconderse de la policía no es la mejor impresión.

Y más sí su desfachatez de hacerlo al poner su rostro cerca de mi... oh no. Jesús. Me regaño mentalmente por los pensamientos inmorales que estaba teniendo y bajando mi mirada avergonzado trato de pensar en otra cosa que no sea en él en este momento.

Lamentablemente tampoco podía evitarlo, muy en el fondo yo quería saber de él, quería preguntarle algunas cosas cómo el porqué huía de la policía. Y esa curiosidad me carcomía por dentro. Este lado mío obstinado por saber de ese chico que no traería nada bueno en mi vida era muy peligrosa y supongo que no le estaba haciendo caso al refrán que decía: "La curiosidad mató al gato"

La corta conversación en el coche aunque había estado tenso, me había hecho percatar que no sólo yo. Él también parecía acercarse con cierto interés. Quizás estaba confundido, pero la manera en las que nos hemos estado cruzando me ha hecho pensar de más. Y mi querida racionalidad; aquella cuerda que tengo para estar con los pies en la tierra, me pedía no excavar en algo que de seguro traería problemas.