Capítulo 03

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Izuku rompió en llanto, la doctora se quedó congelada y sin saber que hacer, eso de consolar a las personas no era su área.

El omega peliverde que inicialmente estaba sentado en la silla se deslizó lentamente hasta quedar sentado en el suelo frío, las gruesas y grandes lágrimas fluían sin parar por sus mejillas. Su vista borrosa por lo congestionados que estaban sus ojos buscaban un poco de claridad.

Sentía su pecho doler cómo nunca antes había sentido, levantó su mano y golpeó firmemente de forma repetida en sí mismo, justo dónde está su corazón.

–S..señora Todoroki, gusta que llame a alguien? Levántese del suelo por favor....– habló la doctora mientras se levantaba de su asiento y rodeaba el escritorio para dirigirse a Izuku y ayudarle.

El mencionado apretaba fuertemente su ropa, con el agarre la estiraba y jalaba. Alzó su mirada con la voz quebrantada y rogó. –Doctora me duele, me duele tanto, ayúdeme por favor– su agarre pasó a tomar la ropa de la doctora y con vivo llanto siguió. –Por favor haga que deje de doler, usted puede hacer eso... ¿Verdad?–

....

Quería formar su familia, ya no podría, quería ser mamá y ya no lo sería.

Pero Izuku....

¿No eras ya mamá?

–Te veré el lunes entonces–

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–Te veré el lunes entonces–

–Si, si, lo que digas mitad y mitad–

Shouto se acercó a su grosero novio y lo besó en la mejilla. –Deberías dejar de decirme mitad y mitad sabes?–

Katsuki con un leve rubor en las mejillas chistó por lo bajo y asintió. –Me largo, será mejor que me llames cuando llegues a tu casa– habló mientras salía de la sala común.

–Claro..– respondió Shouto.

Miró cómo se alejaba gradualmente Bakugou hasta desaparecer, dio media vuelta y subió a su habitación, tomó sus cosas y volvió a bajar, encontrándose con Uraraka en el camino.

–Todoroki-kun, ya te vas a casa? No he visto llegar aún a Todoroki-san–

Shoto mantuvo su semblante serio como era costumbre y respondió distraidamente. –Si, creo que ya es algo tarde–

–Obviamente es tarde, Bakugou nunca se va antes que tú y sin embargo, ya se fue y aún no ha llegado tu mamá!– Uraraka suspiró un poco. –Hablando de él, tu mamá fue a su cita hoy no? ¿Estás emocionado?–

El contrario sonrió levemente, cómo pocas veces solía hacer mientras se sentaban en el sofá de la sala común. –Si, estoy un poco ansioso por eso–

–Lo suponía...– La pequeña omega pelicastaña bajó su mirada a sus manos, que jugueteaban entre sí vagamente. –Yo no tengo hermanos, papás no estaban lo suficientemente bien cómo para tener más hijos... me alegra que puedas tener un cuarto hermano–

𝔹𝕌𝔼ℕ𝔸 𝕄𝔸𝔻ℝ𝔼 [Enjideku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora