Steven azul y su perla

capitulo 5 derretida

Steven Diamond Universe era, en todos los sentidos, un buen cocinero. Esto se debió en parte a la autopreservación, ya que la paleta limitada de Perla significaba que se negaba a probar la mayoría de sus platos, lo que, como bien sabe cualquier buen cocinero, era una forma segura de invitar al desastre. El Incidente del Guacamole todavía acechaba en los recuerdos de Steven. Y papilas gustativas.

Se deleitó especialmente con el dulce aroma de la carne cocinada lentamente sobre una parrilla. Como lo demostró su padre, cuyo estómago rugiente estaba proporcionando un acompañamiento innecesario a la melodía que Greg estaba tocando en su guitarra, el sabor del olor era casi tan sorprendente como la comida misma. El cabello del hombre se balanceaba ligeramente con la brisa mientras se apoyaba en su camioneta y miraba el perfecto cielo de la tarde, que se mezclaba casi a la perfección con el azul profundo del océano. Perla estaba cerca, con las manos entrelazadas como siempre, observando la escena impasible.

El pacífico silencio finalmente fue roto por el padre de Steven. "¡Huele bien, Schtu-ball!" exclamó Greg.

Steven miró por encima del hombro, guiñándole un ojo a su padre. "Eso es porque Perla y yo usamos... ingredientes especiales cuando hicimos las empanadas".

Perla asintió secamente. “Leí sobre un condimento particularmente sabroso. Espero que lo encuentres aceptable.

Él asintió, pasando su mano libre por su cabello castaño rizado. “¡Perla, nunca te has equivocado cuando se trata de cocinar! Bueno, al menos cuando no eres tú quien cocina. O están en cualquier lugar cerca de él. Hubo una breve e incómoda pausa. "¡Creo que deberías probarlos!"

"Lo probaré si lo deseas, mi Steven, pero preferiría no comer nada". respondió en voz baja, apenas audible sobre el chisporroteo. Cuando se trataba de gustos, al igual que el niño, prefería los dulces y las cosas saladas.

“¡Está bien!” Steven gorjeó, tomando otra inhalación profunda mientras el aroma de la carne se enriquecía con la reciente adición de la especia de Perla.

"¿Vas a conseguir Amatista y las otras Crystal Gems?" Dijo Greg, apoyándose contra el costado de la camioneta y mirando la imponente estatua tallada en el costado del acantilado cercano.

Steven negó con la cabeza. “No. Quiero decir, es un poco descortés invitarlos aquí si aún no tenemos nada. Además, las cosas siguen siendo raras con ellos. Me gustaría mantener los silencios incómodos al mínimo”.

“Buena decisión, Steven. ¡Y esta barbacoa es una gran idea! Me alegro de que lo hayas pensado. Después de todo, nada como la buena comida para unir a la gente”. Greg suspiró. "Por lo menos eso espero."

Greg era muy consciente de lo peligrosos que, bueno, Rose Quartz, se suponía que eran. Por lo que había presenciado, las Crystal Gems le tenían más miedo a Steven que a cualquier otra cosa.

Y, bueno, Rose era un poco coqueta. Eso le quitó un poco de ventaja a todo el truco del "líder rebelde aterrador", pero hizo que las cosas fueran mucho más incómodas. En cierto modo, le recordaba a Blue, en realidad. Esas sonrisas amables, esos ojos muy abiertos...

No. Greg había terminado con el romance. Sin importar quién o dónde estuviera Blue, Greg tenía un lugar especial en su corazón para ella que nunca dejaría por nadie más.

Oyeron que se activaba la plataforma warp. Los tres estiraron la cabeza para ver que Garnet había entrado con los brazos cruzados. De repente, dejó escapar un gemido quejumbroso. Garnet brilló de color blanco y, en un instante, se desmoronó, sus dos gemas cayeron al suelo antes de transformarse rápidamente en Ruby y Safiro.

Hubo unos segundos de silencio. Ambas partes se miraron con cautela. "¿Quieres algo de comida?" preguntó Steven, tentativo.

Ruby frunció el ceño animadamente, dejando escapar un rugido. “¡GUARDE SU BASURA!”