Pesadilla de incienso (parte 2)

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Las lágrimas brillaban tenues a la luz de las velas mientras caían por las mejillas de Lan Wangji.
Comenzó a tocar Inquiry en su guqin con persistencia, repitiendo una y otra vez la misma melodía dejando ir sus dedos mientras su mirada se perdía a lo lejos en el cielo nocturno a través de la ventana.

Wei Wuxian de rodillas a su lado lo observaba pensando a quien buscaría con tanto empeño, tal vez, algo en su interior no le permitía decir lo que realmente estaba pensando: en ese sueño Lan Zhan lo había perdido de nuevo.

Wei Wuxian observó el rostro de su esposo, jamás lo había visto de ese modo, tan abatido, tan triste, tan desolado, como si su vida ya no tuviera ningún otro sentido más que seguir tocando su guqin.

Los dedos de Lan Wangji comenzaron a rasgar las cuerdas con fuerza lo que hizo que Wei Wuxian concentrado en ver su rostro hasta ese momento se exaltará, Lan Wangji rasgaba cada vez más fuerte como si de ese modo pudiera hallar una respuesta y el alma que buscaba pudiera escucharlo, fue ahí que Wei Wuxian noto los dedos lastimados de su esposo, como si hiciera tiempo que venía haciendo eso, buscándolo sin descanso.

“¡Lan Zhan!¡Lan Zhan despierta!”

Wei Wuxian no sabía cuánto tiempo había pasado ya pero no podía seguir viendo a su esposo de ese modo.

“Lan Zhan, quiero salir de aquí, salgamos, cariño, er gege ¡Escuchame!”

Giraba a su alrededor sin poder tocarlo, desesperado por no saber qué hacer, con culpa por pensar que todo ese sufrimiento se hubiera evitado de no haber comprado ese incienso, pero era tarde para eso, ahora necesitaba encontrar el modo de salir de allí con su esposo.

Luego de varios intentos sin resultados finalmente Lan Wangji se puso de pie, dejó el guqin en la mesa y apagó las velas, llevando solo una consigo hasta la cama que dejó sobre la mesa de noche, se acostó e inclinando su cabeza a un lado soplo la vela dejando todo a oscuras otra vez.

“Wei Ying… ¿Dónde estás?”

Un nudo se formó en la garganta de Wei Wuxian al oír esas palabras, apenas podía vislumbrar la silueta de Lan Wangji en la cama con la luz de la luna, sabía que él no podía sentirlo pero aún asi se acostó sobre su pecho. Tal vez todo era un sueño, pero el dolor se sentía real y unas ganas inevitables de llorar lo invadieron.

“Estoy aquí… Estoy aquí Lan Zhan…”

...

No supo en qué momento se había quedado dormido pero al despertar notó que ya era de día, oyó voces conocidas fuera de la habitación, salió de inmediato de la cama y al llegar al comedor vio a Lan Xichen sirviendo té para él y Lan Wangji, en un rincón Lan Sizhui y Lan Jingyi aguardaban en silencio.

“¿Aún sigues tocando inquiry?” preguntó Lan Xichen mientras le acercaba la taza de té a su hermano y lo miraba con pesadumbres en su rostro.

“Hmm.”

“Wangji… Sabes que no obtendrás respuesta ¿Por qué lo sigues haciendo?”

La voz de Xichen sonaba afligida mientras observaba a su hermano pero este no respondió.

“¿Cómo puede saber que no responderá?”

Murmuró Lan Jingyi con algo de enfado en su voz mientras se cruzaba de brazos. Solo lo oyó Lan Sizhui y sus ojos se humedecieron. “Pero… ¿Sizhui que ocurre?”

Wei Wuxian que los estaba observando se sorprendió por la reacción de A-Yuan.

“N-no puede… el señor Wei…no puede responder, Jingyi…” la voz de Sizhui estaba quebrada.

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