Mi hogar eres tú

Capítulo 3. Intentando decir lo que siento

-Su majestad debe estar cansado, permítame sostenerlo un momento- Aunque haber nadado medio día lo había dejado exhausto aun podía resistir un poco más. Sin embargo, anhelaba sentir a Ryūjin cerca, así que solo se dejó sostener­- Es mejor no tocarlas, solo puede mirarlas.

-Es una hermosa vista- Y más contigo a mi lado- Tu mundo es impresionante- Nuevamente el dragón escuchó pensamientos diferentes a los suyos.

Sabía que Andras podía escuchar los pensamientos de Drago, se dio cuenta poco después de verlos interactuar. Cuando preguntó el motivo, el dragón de fuego le reveló que sentimientos fuertes como el amor podía crear vínculos que iban más allá de la comprensión, quizás era lo que le estaba ocurriendo con el minotauro... ¿Incluso más impresionante que las cascadas que visitamos en primavera?

-Es una belleza distinta- Taurus respondió, lo que emocionó al dragón de agua, realmente se estaban comunicando por sus pensamientos- Pero tienes razón, estoy cansado ¿Puedes llevarme a la superficie?

-Como ordene, su majestad. Pero me temo que tendremos que nadar un poco más- Ryūjin apretó aún más la cintura de Taurus y tomo su mano para empezar a nadar, aplicando la fuerza suficiente para que el minotauro no tuviera que esforzarse.

Después de atravesar la extensa planicie de algas, llegaron a una enorme cueva a la que el dragón entró sin preocupación. De repente, chocaron con unos enormes dientes, que, al abrirse dieron paso a una lengua gigante. Simultáneamente, unos ojos amarillos gigantes se abrieron, alertando al minotauro. El dragón lo sostuvo con más fuerza, justo cuando la lengua los lamió.

-Permítame presentarle a Cabezas- Ryūjin habló cuando estuvieron completamente llenos de saliva- Es mi mascota- Varias cabezas adicionales se lanzaron a hacer lo mismo, pero el dragón las detuvo con un gesto mientras soltaba a Taurus para acariciar una a una en orden.

-¿Tienes a una hidra de mascota?- Taurus preguntó cuando el dragón regresó, mientras se escondía en su espalda.

-Si me transformo, nos verán escapar- explicó Ryūjin mientras sacaba una cuerda del fondo de la cueva. La ató a dos de los largos cuellos de Cabezas y luego alrededor de Taurus- Pero si Cabezas nos lleva, pasaremos desapercibidos.

Cuando terminó de hablar, apretó la cuerda, acercándose al minotauro. No sabía de donde sacaba el valor para actuar de esa manera, pero el hecho de que Taurus no lo daba más confianza. Así que disfrutó el viaje sobre la bestia, cerca del minotauro, quien también estaba aprovechando la proximidad.

Al llegar a la orilla, el dragón se despidió de Cabezas y se transformó en humano. Pronto les trajeron ropa, mientras se vestía, el minotauro vio como su piel regresaba a la normalidad. El carruaje que los aguardaba los llevó rápidamente al castillo. Al entrar, la comida ya estaba servida, cuando terminaron de comer, los condujeron al baño termal. En esta ocasión, Ryūjin dio la orden de que les permitieran usar el mismo baño. Con la ropa puesta, se acercó al que consideraba su rey para masajear sus piernas y brazos, ya que sabía que le dolerían durante toda la noche.

-Cuando se enteren de que regresaste a tierra por mi culpa, el Gran Príncipe tendrá problemas- Taurus bromeó mientras se dirigía hacia su habitación. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta, Ryūjin lo tomó de la mano y lo llevó consigo.

-Me será más fácil cuidar a su majestad si se queda en la misma habitación- el dragón de agua.

Luego, Ryūjin fue a mirar el cielo, que comenzaba a oscurecerse, desde un enorme balcón que habían preparado para que pudiera aterrizar allí en caso de estar volando.

Podrías haber dicho simplemente que quieres que me quede a dormir contigo, Taurus pensó mientras caminaba al balcón, sin saber que el dragón podía escucharlo todo. El dragón tenía que ser más cuidadoso, el minotauro también podría escucharlo. Ambos se quedaron mirando las hermosas estrellas que brillaban en el cielo.

-¿Regresarás al trono del océano mañana?- preguntó Taurus. Aunque era una experiencia diferente, sentirse incómodo no era lo que más deseaba y menos estar de nuevo alejado del dragón de agua.

-Mañana está programada una danza para sumergirme en el pozo sagrado de la luz de luna y en la tarde será el ritual del eclipse híbrido- Finalmente encontró el valor de mirar al minotauro- Después, regresaremos a Villagio, su majestad.

Olvidaste mencionar el asunto del compromiso, eso viene después del ritual, Taurus se enojó al recordar aquella conversación que había escuchado en la mañana, así que se recostó en la enorme cama. Ryūjin sabía que debía explicarle las cosas, pero lo haría en otro momento, tenían que descansar.

Nuevamente, en medio de la noche, el minotauro buscó abrazar al dragón, quien se sintió cálido al tenerlo tan cerca. Se sentía renovado por regresar a tierra firme, quería volver a Villagio, anhelaba que las cosas volvieran a ser como antes. Aunque después de compartir la cama en la cabaña donde Drago y Andras vivían, algunas noches atrás, las cosas se habían vuelto realmente incómodas.

Cuando amaneció, mientras desayunaban, un enojado Sobek entró al comedor, lanzando su furia con la mirada hacia Taurus. Así que más tarde, cuando estaban a punto de lanzarse al mar, fue en esta ocasión el minotauro quien besó apasionadamente al dragón, dejándolo sin aliento y luego se lanzó emocionado al océano.

Pronto llegaron al trono, pero la sonrisa que había tenido el minotauro se desvaneció cuando Nile se lanzó a los brazos de Ryūjin. Taurus intentó mantener la calma, pero durante la procesión hacia el pozo sagrado que era liderada por el rey tritón, Nile fue designado para andar al lado del dragón de agua, de su dragón de agua, lo que hizo que la sangre del rey terrestre hirviera de rabia.

Todo empeoró durante el ritual, cuando Ryūjin adoptó su forma de dragón y Nile colocó sus manos sobre sus escamas. Aunque el dragón se apartó y el rey reprendió a su hijo, Taurus ya no pudo soportarlo más. Se acercó al cocodrilo gigante, al mismo que tanto lo odiaba y le pidió regresar a la superficie.

-¡Aggg! ¡Todo está saliendo mal, todo está al revés! - Había viajado con el dragón para reunir el valor y confesar sus sentimientos, pero ahora sentía que no pertenecía a su mundo, que nunca podría estar con su dragón.

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¡Hola!

Lamento la demora en publicar el siguiente capítulo...

Espero que les guste 😉