Semana 1: Nueva alumna entré las sombras

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Antes de empezar en capítulo, me gustaría dedicar este episodio para una persona. ABIGAILSOLISRIVERA.  Gracias por leerme ❤️.

Sin más, los dejó con el capítulo.

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❝ Semana 1 ❞

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❝ Semana 1 ❞


















Ring Ring Ring

Laurent se despertó casi de manera automática al ser interrumpida por el molesto sonido del despertador. Con un gesto rápido, silenció el ruido y se quedó un momento mirando el techo antes de decidirse a levantarse y enfrentar el inicio de una nueva semana en su recién estrenada escuela.

Después de arreglarse, salió de su habitación en busca de un desayuno rápido. En la cocina, encontró las sobras del día anterior y las calentó en el microondas sin prisa. Mientras comía, sus pensamientos divagaban y, a pesar de tener tiempo de sobra, se inquietaba por la extraña sensación de soledad al no contar con la compañía de Juliana, su inseparable amiga.

Cruzó una calle y observó el edificio donde solía encontrarse Juliana, sintiendo un impulso por acercarse, pero sus pies se negaron a moverse. Con un suspiro resignado, decidió dirigirse a su nuevo destino: la escuela vecina, completamente desconocida para ella.

Dentro del ajetreado ambiente escolar, Laurent se sorprendió al darse cuenta de que no era tan diferente de su anterior escuela. Aunque intentaba encontrar algo fuera de lo común, no hallaba nada que confirmara los rumores que había escuchado. Con una risa nerviosa, se preguntaba por qué había estado tan preocupada.

—¿Por qué tuve tanto miedo? —murmuró para sí misma en medio del pasillo, atrayendo algunas miradas de curiosidad. Ruborizada, se apartó, tratando de alejarse de las miradas indiscretas.

Sin saber dónde se encontraba su aula asignada, recordó vagamente que era el "1-B". Mirando su reloj, se percató de que el tiempo se agotaba. Desesperada, buscó a alguien que pudiera orientarla, pero todos parecían ignorarla o simplemente pasar de largo.

Finalmente, decidió acercarse a un chico y, con manos sudorosas, le pidió ayuda para encontrar su salón. El chico, inicialmente desconcertado, finalmente accedió a ayudarla, guiándola a su aula designada.

Agradecida, Laurent le dedicó una sonrisa de alivio al chico y entró al aula justo a tiempo, notando que aún no había llegado el maestro. Recorrió la sala con una sonrisa, buscando su asiento y, finalmente, se acomodó, observando por la ventana mientras aguardaba la llegada del profesor.

***

Laurent buscó un rincón apartado donde poder disfrutar de su comida en paz, lejos del bullicio del comedor escolar. Encontró la solución en una esquina solitaria, donde nadie interfiriera en su momento de tranquilidad.

Con una sonrisa radiante, se acomodó en su discreto refugio y comenzó a sacar la comida que su madre había preparado la noche anterior. Mientras saboreaba cada bocado, su mente divagaba hacia el chico que la había ayudado a encontrar su salón. Aunque deseaba no creer que lo había hecho por lástima, era difícil ignorar el gesto amable en un entorno donde la indiferencia parecía imperar.

De repente, un grito rompió la quietud a sus espaldas, pero al voltear la cabeza, se dio cuenta de que no iba dirigido hacia ella, sino a un grupo de amigos en animada charla. Sin embargo, unas voces en la multitud parecían discutir sobre la ayuda que el chico le brindó a Laurent.

—¡Hey! —el grito resonó, y Laurent creyó que venía hacia ella, pero al girar la cabeza solo vio a un grupo de amigos hablando entre ellos armoniosamente.

—Cállate, Liam. No lo hice porque quería...además, esa chica parecía perdida, así que no tuve opciones de escapar o mentirle. —Intervino una voz molesta en la conversación.

Laurent seguía comiendo, concentrada en sus propios pensamientos, hasta que el bullicio aumentó súbitamente.

Una carcajada fuerte resonó en el ambiente, y Laurent arrugó la nariz con desconcierto, rodando los ojos. Terminó el último bocado y se levantó para dejar su bandeja, pero antes de que pudiera reaccionar a tiempo, alguien chocó con ella, haciendo que cayera al suelo junto con su bandeja, que se derramó sobre la otra persona.

Laurent miró a su lado y abrió los ojos sorprendida al encontrarse con el rostro del chico, mientras los murmullos y las miradas indiscretas inundaban el lugar.

—Ugh —exhaló el chico al quitar la bandeja y el postre de encima, levantando la vista para encontrarse con una nueva cara.

—Lo siento... —murmuró Laurent, sintiéndose incómoda por la situación.

—¿Eres ciega o algo parecido que ni siquiera pudiste verme? —se quejó el chico con sarcasmo.

—Lo siento...

—Bueno, tienes suerte de que esté de humor —dijo el chico, poniendo su dedo en el hombro de Laurent y dándole un leve golpe—. No voy a acusarte con la secretaria, así que ya estás advertida para la próxima.

Después de eso, el chico se alejó con un grupo de amigos, dejando a Laurent sintiéndose avergonzada y frustrada por la situación embarazosa. Luego de dejar la bandeja en su lugar, se alejó de la cafetería, dejando atrás el caos que había ocurrido, mientras intentaba ignorar las miradas curiosas a su alrededor.

De vuelta a su asiento, la conversación de los estudiantes continuó, pero Laurent prefirió concentrarse en sus propios pensamientos, lamentando el desafortunado incidente que había marcado su día.

De vuelta en su asiento, el chico que la había ayudado antes se mantuvo al margen, sin querer involucrarse en el tumulto. Estaba seguro de que, en un entorno lleno de bestias como ellos, Laurent no aguantaría mucho tiempo.

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