Capitulo 1. Pg 2

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Amo el maquillaje, me ayuda a relajarme y práctico casi todo el tiempo no puedo decir que soy una profesional pero si soy buena en ello, comencé subiendo mis creaciones en mi perfil de facebook tenía unos cuantos me gusta, después una chica de mi antigua escuela me insistió en abrir una cuenta de Instagram y lo hice, fue en Instagram dónde mi maquillaje comenzó a ser popular, por el momento tengo 1500 seguidores, todos me llamaban "el hada de maquillaje" lo sé es ridículo pero eso me hizo aún más popular en la escuela, además de que todas mis conocidas me pedían que las maquillara, al principio lo hacía gratis pero cuando vi lo buena que era decidí cobrar y nadie se opuso fue así que logré comprar muchos productos de maquillaje sin necesidad de pedírselos a mis padres, odiaba pedirles dinero, además de que pagaban mis clases de maquillaje las cuales eran aún más caras, se que a ellos no les molestaba pero a mí sí, cuendo logré comprarme algo con mi propio dinero me sentí aliviada y mis padres parecían orgullosos y no se hable de mi tía, que gritaba de felicidad es un buen recuerdo.

Trato de dormir pero no puedo, siento que llevo horas recordando a mis padres y extrañando todo de ellos, cada minuto que pasa parece una eternidad tengo la sensación de que nunca va a salir el sol, veo mi celular y apenas son la 1:30, observó que la urna de mis padres está en el tocador y me levanto por ella, la pongo a un lado de mi colchón y me recuesto a su lado, parpadeo un par de veces y por fin me duermo. Vuelvo a tener ese sueño dónde, estoy en la sala de espera del hospital con mi tía, no paro de llorar en silencio y no puedo respirar, mi tía me abraza y me dice que pase lo que pase ella siempre va a estar conmigo y que no me va a dejar sola, después un doctor se acerca a nosotras pero antes de que el pueda decir algo el sonido de una licuadora me despierta.

—¡Shopie estás despierta! —grita mi tía desde la cocina.

—¡Claro que estoy despierta, tu licuadora me despertó! —le grito de vuelta.

—¡Lo siento cariño, baja a desayunar prepare Hotcakes de avena!

Tan pronto como dijo Hotcakes de avena, me levanto, amarro mi cabello y me pongo mis pantuflas de conejo, bajo las escaleras y la mesa de la cocina esta perfectamente puesta, estan los Hotcakes adornados con miel de maple y unas cuantas fresas, también hay fruta picada y el delicioso café de mi tía Jen, cuando los olores del desayuno entran por mi nariz mi estómago comienza a rugir, no puedo creer que tenga tanta hambre después de toda la pizza que comí ayer, me siento junto a mi tía, y por fin pruebo los Hotcakes.

—¡Esto está genial! -exclamo con una tierna sonrisa.

—Me alegra ver qué te gusta.

—Tía, estoy pensando en salir a correr ayer comí mucha pizza y algo de ejercicio no me haría mal —digo con la boca medio llena, tomo un poco de café y sigo hablando—. Además me gustaría inscribirme en el gimnasio para hacer un poco de ejercicio quiero recuperar mi rutina diaria.

—¡Dios! se me olvidaba que te encanta cuidarte, pero me parece bien, puedes inscribirte en el gimnasio que está justo frente a la cafetería así te quedará cerca del trabajo.

—¡Me encata la idea! —respondo entusiasmada—. Ya terminé de comer iré a correr y después iré a inscribirme al gimnasio.

—Ok cariño, yo iré a abrir la cafetería no tardes mucho, hoy será tu primer día de trabajo.

Asiento, recojo mi plato y mi taza para lavar, después subo a mi habitación, me pongo mi Leggin negro y mi top blanco, me hago una trenza en mi largo cabello, me pongo mis nike para ejercicio, por último me pongo mis audífonos y me despido de mi tía, salgo de la casa y comienzo a correr. Observó como algunas personas me miran, la mayoría chicos que obviamente no me conocen, unos minutos después llegó al parque y veo a más personas corriendo pero de nuevo me miran, los ignoro por completo y sigo en lo mío después de un largo tiempo me detengo para tomar un descanso, siento como quitan un audífono de mi oreja, giro mi cabeza un poco asustada es Hero.

Te quiero a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora