✎ Hades y Perséfone

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Sentado, entre las flores, el castaño se encontraba, siendo acompañado por una de las ninfas.

Juan, admiraba lo hermoso que eran las flores que se encontraban en el bosque, sobretodo los girasoles. Era de sus favoritas. Sin duda.

De bajo de la tierra, en el inframundo, se encontraba un azabache, sentado en su trono. Cuando de repente sintió un temblor que hizo sacudir la tierra, haciendo caer piedras y tierra del exterior.

Al salir, pudo observar que era el volcán activo, se dio cuenta que el que se encontraba ahí, se sentía muy disgustado del trato que tenían con él.

Así que decidió volver al inframundo, el ambiente en el que se encontraba el azabache, le incomodaba. Al querer irse, éste se dio cuenta que alguien se encontraba en el medio del bosque, se acercó y se escondió detrás de un árbol, cerca de ahí.

Cuándo vio al chico castaño que ser encontraba ahí, su corazón empezó a latir con más fuerza, no sabía el sentimiento que sentía, pues nunca había experimentado algo parecido.

Se sentía hechizado y malditamente atraído por ese chico. Sin pensarlo dos veces, el azabache se acercó hacia hasta donde estaba el castaño, éste no se había dado cuenta de su presencia hasta entonces.

Su cara era de confusión, puesto que el Rey del inframundo, el que vivía bajo tierra y no le gustaba el mundo exterior; lo estaba coqueteando.

¿Cómo habían llegando a ésto?

El castaño se sentía confuso, no sabía cómo reaccionar, mentiría si dijera que no era atractivo, pero no lo conocía del todo, solo escuchó relatos de el. Pero nunca lo vio en persona. Ahora que lo tenía enfrente, era todo eso, pero mil veces mejor.

─ Ehh... ¿Qué se supone que hacés? ─ preguntó nervioso, siendo sostenida su barbilla por la mano del azabache. Juan no recibió una respuesta como quería, sino, una acción.

Spreen agarro la cintura de su amado, para luego cargarlo y posicionarlo encima de sus hombros, haciéndo que este empieze a pegar su espalda, en señal de; "¡Bajame!" que obviamente no lo iba hacer.

Al cargar al castaño este se lo llevó al inframundo, abriendo un portal sobre la tierra, pasando al inframundo. Spreen había cambiado su forma de cargar al castaño, este en vez de tenerlo en los hombros, lo tenía en brazos.

Posicionando al castaño en un lugar estable y cómodo hasta que se calmará. Juan se preguntaba con es que el rey de inframundo, Spreen, lo había llevado lejos del exterior, éste se sentía triste, no quería separarse de su familia.

─ ¿Por qué me trajiste aquí? ─ fue serio al hablar.

Spreen quería decirle todo lo que sentía por él, por que, a pesar que no se vieran las caras, o simplemente no se conocían del todo, siempre hubo esa conexión. Más parte de Spreen, siempre que se reunía con el padre de Juan, este hablaba de lo lindo y fabuloso que era. Ahora le daba la razón.

Y aún que, el no quería avanzar rápido, su impulso pudo más que si mismo. Pero pudo controlarlo, bueno, no del todo.

─ Por que puedo ¿algún problema? - respondió, sabía que se iba meter en problemas pero eso no le importó.

Al siguiente día, la mamá de Juan estaba preocupada, no encontraba a su hijo por ningún lado, pregunto a cada plebeyo y ninfa, pero nada.

Luego de varios minutos, la ninfa que acompañaba a Juan al bosque el día de ayer, le aviso que Juan había sido secuestrado por Spreen. La madre de Juan se desesperó tanto, que le echó culpa a la madre tierra por haber permitido tal acto, haciendo que sus tierras sean infértiles.

The magic story | Spruan WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora