Desde que nacemos, se cree que nos sentimos amados, que creamos un vínculo con las personas allegadas a nosotros, a nuestra "familia", que solo son un puñados de personas que están con nosotros desde el nacimiento, pero esto no implica que confiamos o que confían en nosotros.
Hay muchas situaciones que hacen que esa frágil confianza, cambien para con uno, ya sea que nos encuentren haciendo algo "malo" que, según se vea, podría verse como bueno o malo, por ejemplo, que nos descubran viendo pornografia, tal vez el verlo "está bien", siempre que sea hombre y mujer, pero ¿qué pasa si no nos gusta o si no nos atrae? Y ¿si nos gustan las personas del mismo sexo? ¿por qué debería de ser malo? Nos enseñan que, hombre y mujer está bien, pero que juzgan y desprecian a quiénes ven y están con las personas del mismo sexo. Así como no decidimos nacer, no decidimos sobre quienes nuestras emociones se sienten más felices o atraídos, ¿por qué nos hacen dudar? Estas situaciones, pueden ser un ejemplo de como llegar a hacerlos sentir decepcionados o que pierdan la confianza en uno, somos humanos, por eso mismo también somos seres de deseos, llenos de sentimientos.
Hay momentos que, tal vez deberíamos de contar, el "salir del closet" se considera uno, pero ¿cómo podríamos hacerlo si no sentimos la confianza? Y aunque lleguemos a contar algo así, no siempre es con la familia, a lo mejor es con un amigo o amiga de suma importancia, a lo mejor es que alguien que amamos, que ha sido nuestro apoyo real, aunque a veces no sea esa la primera persona, pero que también nos genera mucho miedo de contarles porque para uno esa persona no se quiere perder. En ocasiones, si lo contamos en el núcleo familiar, a lo mejor querrán saber si es un gusto real, sino fuimos violados sexualmente o si es que no estamos confundidos... a nosotros también nos da miedo, nos da miedo saber si es real lo que sentimos.
Al estar en la escuela, es un sentimiento raro, porque solo queremos algo simple, eso es en su mayoría, disfrutar, no estar estresados, disfrutar cada emoción que nos da aprender cosas nuevas, a veces es muy aburrido, disfrutamos con los amigos, que a veces se vuelven nuestros mejores amigos y disfrutamos mejor la estancia estancia la escuela. Cuando llegamos a la secundaria, con los cambios hormonales a brote, es de lo peor, en algunos casos, dejamos de ser tan unidos con los que uno vez fueron nuestros mejores amigos, en otras lo siguen siendo, en muchos casos, nos enamoramos de alguien, aunque sea solo atracción, algo pasajero o algo duradero, algunas veces ese sentimiento, solo es para apariencias, solo para que no nos tachen de algo de lo que no nos sentimos, aún, cómodos o sinceros con nosotros mismos.
Tal vez en muchos casos no sabemos si nos gusta alguien, si estamos enamorados de verdad, no saber como identificarlo es lo peor del mundo, no saber si decirlo es lo correcto, decirle a la otra persona o a alguien, sin saber si es algo real o ficticio.
No sabemos amar, no nos enseñan a hacerlo, no a alguien fuera de la familia y aún con eso, a veces no sentimos mucho por la familia, no es siempre el caso, pero pasa y está bien, no se nos dice que el árbol familiar se poda.
Cuando llegamos a la universidad, nos sentimos más libres, con más confianza o menos, esperan de uno demasiado, sin darles tregua a sentirse cómodos a la nueva vida.
Cuando nos llegamos a enamorar, es triste, esperamos y deseamos que esa persona nos corresponda, que sea mutuo, muchas veces no pasa y eso nos hace sentir peor, pero es un sentimiento horrible cuando somos de ese tipo de personas que, no saben lo que sienten, pero que logran enamorarse una vez, aunque sea. Si somos como esa persona, que no identificamos el sentimiento del amor, atracción o de querer a alguien y logramos enamorarnos, esa otra persona se vuelven muy, muy especial para uno. Porque es alguien que se volvió único.
Cuando amamos a alguien, sabemos que es distinto al resto, en muchos casos es más complicado.
Porque no se sabe como actuar con ellos, como llegar a gustarles o enamorarlos, por eso se vuelve peor.
Nos sentimos muy inseguros con todo, con cada paso que damos nos sentimos que vamos en una montaña rusa en la que podemos fallar el movimiento y hacer que la persona que nos gusta, nos odie o nos trate mal.
Muchas veces, en la niñez, adolescencia o durante toda la vida, nos podemos llegar a sentir, deprimidos, tristes o con ansiedad, la mayoría del tiempo, sin motivo alguno y es que, no importa si hay un motivo, son cosas que pasan, pero que aunque digamos, a lo mejor solo nos pueden decir: "no diga tonterías, de qué se va a sentir así, si no hace nada" o "es cualquier cosa"
Aunque en algunas cosas nos pase por... tonterías, no es bueno que nos digan algo así, muchas veces, puede ser causa de una situación crónica, una falta de hormonas de serotonina, que es la encargada de regular las emociones, otras veces solo puede pasar y cuando pasa, no queremos nada, sentimos un gran vacío, que no valemos nada o que somos la peor escoria del mundo. A veces todo junto y aunque nos llevarán con ayuda, no sabríamos decir el por qué de nuestra sensación, de nuestras emociones. El cuerpo humano, las emociones, son muy complicadas y no podemos hacer nada, simplemente caes en un vacío que no te llena nada, y a lo mejor tenías a alguien que te sacaba, que hacía que llegaras a la luz, porque para muchos es como caerse en la oscuridad más eterna y perversa.
Ese amigo/amiga nos hace ver la luz y en ocasiones somos la luz de esa persona o de otra...
Pero, cada vez que estamos en ese pozo de desesperación, nuestra alma se apaga y va muriendo lentamente, nos deja de gustar las cosas que antes amábamos hacer, nos sentimos decaídos o desganados y no podemos hacer nada.
Se vuelve peor, cuando perdemos a esa persona única, ya sea nuestro mejor amigo/amiga o de quien nos enamoramos. Es algo que nos desgasta peor, nos deja de importar todo y solo queremos dejar de hacer cosas que antes, tal vez, disfrutábamos.
Y así, nuestras vidas dejan de tener un rumbo fijo y sentimos como vamos perdiendo lo que somos lo que llegamos a hacer nos deja de importar y cada vez nos sentimos peor, deseando el "descansar" que es lo único que más deseamos.
Nuestra vida, pierde el rumbo y ya no sabemos que más hacer.
Así es como a veces es la suerte de uno, la vida de uno y empezamos a perder el deseo de tener un futuro.
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Historias Cortas y Preguntas Que Te Harán Pensar
Short StorySe presentan algunos cortos, las dos primeras partes forman una sola, el tercer y cuarto corto son historias independientes entre si.