Chapter 7 - Promesas

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Se reunieron todos en el hotel, felices por ver a sus hijos a salvo, pero molestos por no haber podido hacer nada para detener a la federación que siempre metía la nariz en sus asuntos con la excusa de hacerlos felices. Discutían acaloradamente sobre los hechos recién acontecidos cuando la voz de Roier interrumpió a Foolish y Vegetta que abrazaban a su hija como si no hubiese un mañana.

—A todas estas, ¿Ustedes dos en donde chingados estaban que llegaron tan tarde a la batalla?

Todos callaron por curiosidad, mientras los aludidos se retiraban sus armaduras y dejaban ver sus ropas cubiertas por la sangre del elfo y del oso demonio. Los ojos de Baghera y Roier se abrieron a tope y Missa se tapó la boca dejando salir un jadeo por la impresión, Philza le cubrió los ojos para que no se desmayara, pues se había puesto pálido cuál hoja de papel.

—Pues verán... Lo que ha pasado es que Rubius me ha atacado estando en su forma demoníaca.— Vegetta les contó con lujo de detalles todo lo que había pasado, omitiendo algunas partes sobre sus vidas pasadas y lo que logró recordar a causa de aquel ritual en el que fue envenenado, hechizado y casi asesinado.—Y entonces mi Foolish me salvó, rompió unas cadenas enormes y me sacó de ese lugar.

—¿Y qué pasó con Rubius? — Pierre preguntó por mera curiosidad.

—I... I killed him (Yo... yo lo maté) —Las palabras de Foolish sonaban tristes, no lo estaba, pero le avergonzaba declararse asesino de alguien a quienes todos conocían y que de alguna forma, ya fuese buena o mala, había vivido e interactuado con ellos en esa isla. Todos callaron, Maxo se puso en pie y dándole un par de palmadas en el hombro al semidiós, habló para todos.

—No somos nadie para juzgar lo que ha pasado entre ellos, hemos visto que ha sido en defensa propia y sin otra intensión más que salvar a Vegetta.

—Así es, ahora lo más importante es asistir mañana a cerciorarnos que la IA esa será destruida —Quackity se puso en pie y dando un par de palmadas llamó la atención de todos — Es tarde y estamos cansados, ¿Cellbit, Forever, nos dejan a todos dormir en el hotel?

—Claro que pueden quedarse, cada equipo en la habitación de su respectivo hijo, aquellos que lamentablemente ya no cuentan con uno, síganme, se les asignará una.

Todos se dieron las buenas noches, hablando cada quien en su idioma y entendiéndose gracias a sus aparatos de traducción; Foolish y Vegetta llevaron a una cansada y adormilada Leo hasta la habitación que había sido decorada por la nena y su dada. Se acostaron los tres juntos, la nena al centro, abrazándose para asegurarse de que seguían ahí, no fue sino hasta que la nena se durmió, que ambos se levantaron y se lavaron intentando dejar atrás ese mal recuerdo de la batalla que acababa de terminar y que seguramente jamás olvidarían.

—Vegetta... ¿Crees que, eh, la federación logre destruir a esa cosa? — hablaba en susurros para no despertar a la niñita que dormía aferrada los brazos de ambos.

—Es posible que lo hagan, recuerda que nos han sorprendido muchas veces con sus tecnologías extrañas, no parecen de este mundo —ambos recostados se veían por sobre el gorro de su hija, no podían evitar las sonrisas, estaban juntos de nuevo, los tres y no dejarían que nada de ese mundo o del mundo que fuese les interrumpiera su felicidad nuevamente.

La noche pasó rauda para los cansados guerreros, después de saludos y despedidas, se dirigieron cada quien a sus casas para prepararse y asistir a la cita que tenían con Cucurucho y la IA a la que por fin verían ser destruida. La torre del mago fue el lugar de reunión de la familia y Maxo que no se les quería separar alegando sentirse solo, la pequeña Leo revoloteaba felizmente de los brazos de uno de sus padres a los del otro, recibiendo feliz los besos de ambos. Maxo revisaba la hora nervioso, se acercaba el momento de asistir a su reunión, Vegetta notó la tensión en su amigo y se sentó a su lado, dejando a solas al semidiós y a su hija.

What if...?  // ¿Y si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora