What if...? // ¿Y si...?

Chapter 3 - Estaré siempre a tu lado

Pasaron casi dos semanas desde el incidente con el oso demonio, la herida en la mejilla del elfo había sanado y ni siquiera había dejado una cicatriz. La familia "Brown" volvía de una aventura llena de risas, fotos y hermosos nuevos recuerdos formados con su pequeña hija. Foolish se estaba quedando en la torre, no volvía a dormir a su dragón debido a la ansiedad que le provocaban los recientes ataques del 01001100, ahora atacaba también a los miembros adultos de la población de aquella misteriosa isla, Máximus había sido el primero en sentir el filo de la espada de aquella extraña criatura, había tardado poco en recuperarse pero ahora se lo veía más cauteloso en sus pasos, siempre vivaz pero desconfiaba hasta de las sombras en su casa.

Vegetta estaba cada día más obsesionado con fortificar la torre, proteger a su niña era la prioridad, Foolish no se quedaba atrás, construyendo zonas seguras a las cuales acudir si acaso su familia sufría algún ataque. Los días pasaban sin recibir noticias de aquella criatura, todos se estaban comenzando a relajar con ese asunto hasta que una noche atacó a nada más y nada menos que a Vegetta y su familia.

—¡Sube a la jaula Leonarda! — Los gritos del elfo se escuchaban entre el rugir de las torretas —¡Sube ya mi niña!

—Vegetta, watch out!!! (¡Vegetta, cuidado!)— el semidios luchaba contra un mar interminable de criaturas espantosas que habían sido invocadas para ayudar al código a matar a la huevito.

Leo subió a la jaula y sin querer Foolish subió a otra que se había quedado por error en el suelo, cuando se vió preso de los barrotes, protegido de los monstruos, azotó con los puños las paredes de aquella caja metálica que ahora le protegía, se sentía impotente por no poder ayudar a su querido compañero de vida.

—NOOOO! —El grito fué desgarrador, una mezcla de ira y frustración, no podía desactivar la jaula desde adentro...

—Don't worry Foolish, I can do it!! (¡No te preocupes Foolish, yo puedo hacerlo!), la confianza del elfo le devolvía un poquito de paz, pero el temor a perder a aquella persona que tanto amaba seguía asentado en su ser — I'll fight, I'll fight!... my loves are safe!!... ¡eso es lo importante!! (¡Yo peleo!, ¡Yo peleo!... ¡mis amores están a salvo!)

La batalla terminó de pronto, el código huyó al ser atacado por todas las armas que estaban instaladas en la torre de la familia, pero la paz no iba a durar; apenas el exhausto elfo sacó a su familia de las jaulas, el cielo se tornó de un tono carmesí, las nubes pasaban veloces, el viento helado soplaba con fuerza y como si fuese un rayo, el oso demonio descendió frente a ellos. Foolish montó en cólera y sin dirigirle la palabra, solo se abalanzó hacia el ser demoníaco que al verse atacado solo se elevó; desde arriba los observaba amenazante, sus ojos brillando con el tono más rojo que el elfo había visto en su vida.

—Vegettita~—el tono cantarín no era amable, era amenazante.—Vine por ti y no acepto un no por respuesta— lo dijo entre dientes, estaba molesto y se notaba demasiado, desapareció en un abrir y cerrar de ojos y reapareció atrás del elfo, le tomó por los tobillos y a toda prisa lo elevó consigo a lo más alto y antes de que Foolish y Leo pudiesen hacer algo, desapareció, la espada del elfo resonó al caer frente a su atónita familia.

—¡¡No, no, no, no, nooooo!!— el semidios estaba desesperado, Leo solo veía al cielo, estaba en estado de shock, lentamente se acercó hacia el arma de su padre que yacía en el piso frente a ellos.

—Leo... what can we do now? (¿Leo... que podemos hacer ahora?) —Las manos le temblaban, estaba furioso y triste, Leo a toda prisa escribió en uno de sus cartelitos —[¡Debemos avisarle al tío Maxo!]

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Maximus trabajaba incansablemente junto a la IA que había construido para recabar información sobre la isla y los extraños seres a los que ellos llamaban "Los cucuruchos" y sobre el infernal mounstruo que los amenazaba, el "error 01001100"; cada quien le llamaba con la cantidad de ceros y unos que le viniese en gana, el denominador común era la palabra "error", ¿porqué era un error?, ¿porqué les atacaba?, en esas cabilaciones se encontraba cuando escuchó el sonido de su pilar de transportación, se levantó, tomó su espada y se acercó a ver de quién se trataba.

—MAX! —era Foolish con su hija, por los gritos y sus tropiesos con todo, se notaba que estaba desesperado —MAX, GODDAMNIT!!, WHERE ARE YOU!? (¡Max, maldita sea!, ¿Dónde estás?)

—¿Foolish, Leo?, ¡estoy aquí!—al notarles desesperados se acercó corriendo.

—¡Max, it's Vegetta, es Vegetta, se lo llevó el oso demonio! —Max sabía quien era el oso... esto era malo, tenían que rescatarlo lo antes posible o las cosas en la isla se iba a poner peor de lo que ya estaba.

—¡Ay por el amor de los dioses!... —el silencio no le hacía nada bien a Foolish, desesperado, agarró a Maxo de los hombros y casi le zarandeaba preguntando todo lo que se le venía a su atormentada mente —¿Qué hago Max?, no sé donde se lo ha llevado, ¿Para qué lo quiere?, ¿Sabes algo más sobre ese demonio? — Las preguntas y la preocupación le estaban mareando, Maxo como pudo se soltó del agarre del semidios y con un gesto le pidió que se callara, Foolish respiraba pesadamente; Maxo buscó un viejo libro que guardaba desde antes de llegar a esa extraña isla y le comentó — No sé si te he contado que en mis vidas pasadas, yo fuí un poderoso chamán.

—¿Vas a usar magia para encontrarlo?

—Solo con magia podré encontrarlo, si ese demonio se lo ha llevado, no hay otra manera de hacerlo.— hizo una pausa y se dirigió al ordenador donde funcionaba la IA —Sofía, ¿Podrías localizar el paradero de Vegetta? — La IA calló por unos minutos que a Foolish le parecieron horas.

—Lo lamento, la ubicación del individuo no es localizable por el momento, su transmisor debe estar apagado, averiado o roto. — La voz robotizada de la máquina resonó por la habitación, haciendo que a Foolish le diera otro ataque de desesperación.

—THAT DAMNED BEAR! (¡Ese condenado oso!) — las manos del semidios tiraban de sus dorados cabellos, su hija de acercó a su pierna para llamar su atención, comenzó a escribir para que su dada leyera.

—[Pa, no te desesperes, recuerda que papá Vegetta prometió nunca abandonarlos, siempre estar a nuestro lado]

—Leo... — Foolish recordó la promesa que hizo con el elfo de ojos púrpura — You're right Leo, You, Vegetta and me, always together in this life. (Tienes razón Leo, Tú, Vegetta y yo, siempre juntos en esta vida).

Maxo les observaba complacido por la recién ganada calma que había obtenido su amigo.

—Ahora podemos comenzar con la búsqueda, síganme, les mostraré que hay que hacer. — Y juntos entraron en una biblioteca oscura, iluminada por antorchas de redstone, donde con ayuda de Maxo... no, de Sapopeta, irían en busca de esa persona que era el motor central de esa ideal familia.