One Shots Lawlu y Zosan

Lawlu 🔞 - Omegaverse

— Shambles.

Arribó aquel Alfa pelinegro en el barco de los Sombrero de Paja, sus aliados hacia poco tiempo.

Cuando volvió a encontrarse con ese Omega que solía usar sombrero de paja, se dio cuenta que su aroma le atraía más que cualquier otro.
Y eso que en su tripulación habían varios, pero sus aromas solo le causaban indiferencia. No como ese lindo pelinegro de sonrisa brillante.

Cuando lo vio en Punk Hazard no pudo contener las ganas de estar más pegado a el, sin poder pensar con claridad ni contener su emoción, solamente le pidió que sea su aliado.
Y aunque todos los motivos que le dió al menor para que aceptara su propuesta eran ciertos, el principal motivo era porque quería estar más cerca suyo. Quería conocerlo y no perder su presencia, porque eso provocaba una calidez en su pecho que lo enamoraba más.

Porque si, estaba enamorado de Mugiwara.

Desde que vió por primera vez su cartel de recompensa, le pareció muy tierno.
Poco a poco fue creciendo y haciéndose más popular. No podía evitar seguir su historia a escondidas de su tripulación, era su mayor secreto y no estaba dispuesto a decírselo a nadie.

Lo conoció en el Archipiélago Saobaody, cuando le dio tremendo puñetazo al Dragón Celestial que lo dejó noqueado.
Su corazón saltaba de su pecho y sus ojos estaban fijos en él; en ese Omega que no le temía a nadie ni nada.
Ahí lo había cautivado por completo.

Él lo sabía, era obra del destino y tal vez era su pareja destinada; por la cual había nacido y con la que debía estar hasta la muerte.
Era demasiada casualidad que se encontraran tantas veces.

Aquel día, cuando estuvo en la guerra de Marine Ford lo supo; no podía dejarlo morir ahí.
Una vez más, su instinto lo impulsó a tomar una decisión sin siquiera saber él mismo la respuesta.
Cuando lo operó lo hizo con mucho cuidado, era muy responsable en cada una de sus cirugías; pero ésta era especial.

Le rompió el corazón al verlo tan vulnerable por la muerte de su hermano, pero decidió dejarlo en las manos de Jimbei. Era mejor idea que aquel Beta esté con él; ya que si volvía a tocarlo, sus feromonas se iban a descontrolar.
No podía acabar en una violación, no quería destruir a ese lindo Omega que quería hacer suyo; pero de forma sutil y ganándose de su amor.
Porque estaba completamente enamorado y necesitaba que él otro también.
Quería marcar ese lindo cuello con el consentimiento de ambos, decididos a estar juntos como una pareja enamorada para siempre.

Sonrió como un tonto, golpeando su frente para luego suspirar.
No era propio de él ser tan cursi.

—¿Torao?

Amaba ese apodo, aunque solía aparentar que le molestaba.
No sabía cuánto tiempo había estado sentado, pensando en cómo conoció a ese lindo Omega y se enamoró de él.
Solamente acomodó ese blanco sombrero, decorado con manchas negras; representando un leopardo de las nieves, su animal favorito de todos los tiempos.

—¿Qué sucede? Mugiwara-ya.

Levantó su mirada para ver esos brillantes ojos que lo miraban con amabilidad.
El otro simplemente colocó sus brazos detrás de su cabeza, con un hueso de carne en sus labios.

—¿No vas a comer? No te preocupes. Sanji hizo onigiris para ti, que no te gusta el pan.

—Si, ya voy.

Aquel rubio Omega había hecho sándwiches a petición de sus nakamas, pero al ver que a su aliado no le gustaba el pan, también hizo onigiris; aunque era el platillo favorito de su Alfa peliverde también.
Law se levantó de su asiento para dirigirse al comedor donde estaban todos. Luffy lo seguía mientras daba saltitos de felicidad.
Era muy inocente para darse cuenta, pero el intenso aroma de su aliado le atraía demasiado.
No podía ignorar que también quería estar cerca suyo y buscaba cualquier excusa para molestarlo.