交𝐓𝐡𝐫𝐞𝐞 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 / 𝐆𝐲𝐮𝐣𝐢𝐧

𝐼𝐼

Como pasaba constantemente, Gyuvin se despidió de su prometido antes de regresar al apartamento pues aún eran las siete de la mañana y aún no entendía el motivo principal el cual su novio había reservado su vuelo tan temprano, una vez llegó al edificio se dirigió hasta su apartamento para prepararse e irse a trabajar y como era viernes sabía que iba a salir un poco más temprano aún más cuando era fin de mes.

Una vez listo se puso en marcha a su trabajo y durante el camino iba planificando y organizando su día laboral, tenía muchas cosas que revisar y el día era corto así que debía asegurarse que su tiempo le diera por lo menos para avanzar más de la mitad; una vez en la empresa marcó su entrada y fue a preparase un café antes de dirigirse a la bodega, no era muy amante al café pero ese día como se había levantado temprano se sentía aún dormido así que necesitaba algo que lo despertara por completó, cuando estuvo en bodega de inmediato comenzó a asignar tareas a sus empleados y también reviso los pedidos que tenían que entregar ese día a los distintos talleres de joyería.

—Taerae hyung ¿puedes decirle a tu equipo que muevan esas cajas antes de al medio día y las suban a los camiones de entrega? Necesitamos espacio para las nuevas cajas que llegarán hoy— Nadie creería que Gyuvin en su trabajo era demasiado serio.

—Claro Gyuvin— Aseguró el mayor.

A pesar que Taerae era mucho mayor que Gyuvin permanecía en bodega por petición de él, aún había gente que decía que Gyuvin le quito el puesto pero esa no era la verdad y tanto como para Gyuvin como su mayor no les importaba lo que decían, ellos se llevaban bien y Gyuvin a pesar de ser joven cuidaba a todos muy bien como un buen jefe.

Antes del medio día Gyuvin pensó tener un respiró pero sucedió un accidente dentro de bodega, habían dejado caer una de las cajas y contenía cientos de piedras, debían de resolver eso antes de pasarse la hora para que las entregas no se retrasarán; ante cualquier cosa Gyuvin se aseguró primero que no hubiera heridos y luego mando a recoger la mayor cantidad de la piezas de piedras, luego que llevaran la caja a su oficina y que despejaran la área pues los otros camiones con nueva mercancía habían llegado. Gyuvin dio la orden que re ordenarán el pedido, lo pusieran en una nueva caja y que el camión saliera de inmediato.

La hora del almuerzo paso rápido y Gyuvin lo único que pudo conseguir fue un sándwich con un jugo pues tenía que supervisar antes de mandar a organizar los pedidos que tenían, debía asegurarse que todas las piedras vinieran en una sola pieza, la cantidad que ordenó y también que no tuvieran ningún tipo de daño alguno para así continuar con la siguiente revisión, control de calidad; una vez cada una de ellas estuvo hecha mando a organizar los pedidos pendientes para el próximo lunes y paso hacer el papeleo correspondiente al recibir toda la mercancía y pagar por ella. Su trabajo no terminaba ahí lamentablemente, tuvo que hacer un inventario de lo que salio y entró para dar un informe completo a su jefe, eso le llevó bastante tiempo que cuando se dio cuenta ya iban hacer las cinco de la tarde, según él saldría temprano pero ahí estaba en su escritorio pegado a la computadora terminando de redactar el informe.

—Gyuvin ¿ya estás desocupado? Nuestro equipo ya terminó, ya recibimos nuestros pagos y solo nos falta nuestro jefe para ir a cenar y beber— Informó Taerae con una sonrisa enorme.

—Pueden irse adelantando hyung, yo ya voy a terminar, los alcanzo en el restaurante de siempre— Gyuvin en verdad deseaba irse ya.

Taerae salió de la oficina de Gyuvin informándoles a todos sobre lo que había dicho el jefe, una vez Gyuvin estuvo listo salió de la oficina no sin antes mandarle el correo del informe a su jefe y así poder irse a disfrutar con su equipo de trabajo, conducio hasta el restaurante que habían quedado y al fin pudo convivir con sus empleados. Todos los presentes agradecía a su jefe por la amabilidad de éste, como los cuidaba y como siempre les ayudaba a resolver los problemas, la verdad es que cada palabra conmovía a Gyuvin pues era joven y la mayoría eran mayores que él y aún así se sentía feliz de saber que cuidaba bien a sus empleados a pesar de ser más joven que cada uno de ellos o tener menos experiencia.