CAPÍTULO 8

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~ · ~

- Ey Isabella... ¿Porque estás tan callada - dijo Emir sentado en el pequeño lavabo de la casa rodante - Apura me duele el cuello.

- Amm JAJAJAJAJAJA ay perdóname Emir - dije dándole un pequeño espejo.

- Isabella... Jaja ¿no que iba a ser rubio?

- Si pero no se porque quedaste naranja...

La verdad no se porque si seguí todas las instrucciones de la cajita, paso de cabello castaño oscuro a naranja aunque si buscábamos no parecernos a nosotros pues yo creo que si le atine.

- Bueno al menos no me van a reconocer jaja ahora sigues tu.

- Ay no ya me dio miedo... Que pasa si quedo calva.

La verdad no confió muchos en las habilidades de peluquería de Emir.

Pero tampoco en las mías.

He estado muy poco tiempo con el y sin duda me siento más viva... Sin preocupaciones simplemente somos los dos.

Es un buen hombre hasta ahora...

- Tranquila jamás dejaría a la chica que me gusta calva.

- ¿Te gusto?... - estaba sorprendida, aunque por dentro lo veia venir.

- Sí... Pero no te preocupes no te presionare a nada. - Bueno empezaremos a poner el decolorante.

Empezó con mucha delicadeza a separar por secciones mi cabello, su tacto era tan sutil y delicado que me sorprendía y me transmitia paz... Algo que jamás había sentido, al menos no de esta manera.

Siguió aplicandome la sustancia en el cabello y 40 minutos después comenzó a lavarlo... Sin duda la posición era un poco extraña.

Estaba inclinada en el pequeño lavabo del baño y el estaba enjugando el decolorante.

Pero me sentí extraña, el ambiente cambio por completo a uno para nada incómodo pero sentía calor... Mucho calor.

El también lo sintió y se alejo para decir.

- Bien... Te ves hermosa Isabella, te queda el rubio.

- A ti te queda el naranja jaja.

El salio del baño riéndose por mi comentario  y yo me mire al espejo y wow... Sin duda me veía extraña pero me gustaba.

Todo esto paso tan de repente que siento como si fuera un sueño del que jamás quisiera despertar.

- Diablos... Solo hay inodoro pero no ducha.

Necesitaba bañarme asi que salí y vi a Emir sin camiseta buscando algo en uno de los cajones, quise regresar al baño lo mas rápido posible para que no se diera cuenta que lo vi así pero había agua en el suelo y resbale...

El me sostuvo justo antes de caer al suelo, sus brazos rodeaban mi cintura sentía la calidez de su cuerpo.

Su rostro era tan hermoso, me quede hipnotizada con el. Ambos sentimos como si todo a nuestro alrededor se detuvo y solo éramos los dos.

Pero todo tiene su fin y este momento también.

- Eh... Lo lamento Emir es que... E.. Entre y.

- jaja okok lo entiendo no te preocupes pero ten más cuidado te pudiste haber lastimado.

- Si, lo lamento... Es que no hay ducha y necesito darme un baño.

- Oh si, aaam espera dame un minuto.

Dijo para salir de la casa rodante sin antes salir con una sabana blanca y unos hilos en la mano.

Espere sentada en uno de los asientos hasta que una hora después entró de nuevo.

- Lo lamento si me demore es que no encontraba como hacerlo más cómodo, son las 7 de la noche ¿no te molesta?

Me parecía tierno que se preocupara por la hora, sus gestos me hacian sentir especial.

- No claro que no hay problema Emir, no hace tanto frio.

Asintió y me llevo afuera, pegado a la casa rodante puso unos hilos con unos clavos haciendo la cortina para ducharme, dentro habia un balde con agua e implementos para ducharme.

- ¡Wow! ¿Cómo hiciste esto?

- Ya ves jaja cuando uno quiere puede pero mejor apresurate se hace más tarde y puedes resfriarte... ¿No te molesta que me quede afuera? Es que estamos afuera y no quisiera que alguien pues te viera o algo así.

- No no para nada Emir quedate porfavor.

- Listo.

Me dio una linda sonrisa y se sento en una pequeña sillita, entre y cerré la cortina.

~ Emir ~

Me esforze para hacer su pequeña ducha improvisada lo mas cómodo posible... Para mi es una reina y merece lo mejor.

Apenas lleguemos a nuestro destino le dare un lugar mucho mas cómodo, la he visto sonreír más y me pone muy feliz causar eso en ella.

Es una mujer maravillosa y merece el mundo entero a sus pies.

Mi linda Isabella.

Quede afuera de su "ducha" para cuidarla pero al ser de noche y la luz pegando a la sabana blanca podía ver su silueta.

Era hermosa, su cuerpo... Sólo con su silueta podía ver que tenia senos grandes y un trasero pequeño pero muchas curvas... Una cinturita que me encantaba y una caderas anchas hermosas.

Deseaba ver más, deseaba ver que lunares tenía su cuerpo y besar cada rincón de su cuerpo para que dejara de ser tan insegura consigo misma... Me he dado cuenta que al sentarse tapa su abdomen y al reír tapa su sonrisa cuando son lo más hermoso que tiene.

Me quedé embobado viendo su silueta sin duda las más hermosa que he visto.

Quiero hacerla mía, hacerla gritar de placer y sobre todo amarla.

Pero no debo presionarla,  debo cuidarla.

Es una falta de respeto para ella verla asi que cerre mis ojos y espere hasta que saliera de ducharse.

~ Isabella ~

Al salir de ducharme veo a Emir con los ojos cerrado e inclinado en la silla.

- Emir jaja ¿estas dormido?

En cuanto digo esto el abre los ojos de golpe para mirarme de arriba a abajo.

- No... Sólo aaam esperaba.

Se notaba nervioso... Quizás lo puso nervioso el hecho de saber que estaba duchandome y lo entiendo a mi también me puso muy nerviosa.

- ¿Tienes hambre linda?

- Sip

- Ven entra para comer algo.






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Me enamoré de un Asesino. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora