Los Hidalgo •{One shot}• (En Corrección)

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Artemis Hidalgo

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Sentí lo ligero que era mi cuerpo, el como de estar pensando en lo que sucedía, mi mente estaba en blanco, las manos de aquel chico se dirigieron a mi vientre descubierto

A lo lejos pude escuchar mi nombre, seguido de como mi cuerpo era levantado  en brazos 

No estaba concentrada en nada solo podía escuchar repetidas voces, de varias o tal vez una sola persona

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E

l sol se colaba sobre mis párpado, trate de cubrir con mi brazo, al no conseguirlo comencé a abrir los ojos poco apoco

Sentía los párpados pesados a tal punto de no poder mantenerlos abiertos más de cinco seguidos

Cuando al fin lo logre fui consiente del sonido que la maquina a mi lado emitía "pip" "pip" "pip"

—_____al fin depiertas, iré por un doctor espera vuelvo en...

—¿Donde esta Artemis?

Fue lo único que dije, de todas las preguntas que pude haber hecho fue esa, mi voz salió como un susurro, por un momento me temí que la pelirroja no me escuchara

—trabajando...— asentí levemente, gire mi vista a la ventana que había en el cuarto, el tono naranja ya se empezaba a ver sando inicio a un hermoso atardecer — el... después de que te encontrara en ese lugar te trajo aquí...

—no que— me interrumpió antes de que siguiera hablando

—ha estado aquí desde hace tres días, no se fue hasta hoy...le llamaron urgentemente, si no fuera por apolo insistiendole no se hubiera ido

—¿tres días?

—tuviste una sobredosis _____

No dije nada segui viendo el hermoso atardecer

—¿puedes ser más consiente uan vez en tu vida?

—lo siento

—Eso no arregla nada — grito, la mire al instante, su cara en verdad era de enojo

—Claudia

Miramos a la puerta, el castaño se hizo precente, su corbata estaba un poco floja y su cabello un poco despeinado por el aire

—Podrías dejarnos solos...

—si...iré a avisar que despertaste

Y sin más salio de la habitación, el castaño  me miró y una sonrisa se hizo presente en sus labios acercándose a mi

—¿Tienes sed?

—un poco

El chico se acercó y sirvió un vaso de agua de la jarra que estaba justo a lado de mi cama, se acerco y me dio un poco, el agua raspo un poco mi garganta seca

El chico se sentó n la pequeña silla que había ahí, tomó mi mano y por un momento  quise que claudia siguiera aquí

Gritándome todo lo que artemis no iba a decirme, las ganas de llorar se hicieron precente cuando el chico comenzó a derramar pequeña lágrimas

—Estaba tan preocupado por ti, no sabes lo que sentí cuando vi que ese idiota te iba a tocar

—¿por qué haces esto?