En la cancha, Choi San y Kang Yeosang se odian.
Para Yeosang, Choi San es un hombre que no tiene sentido propio. Es molesto y disfruta de jactarse de que es el mejor.
Para San, Yeosang es muchas cosas, principalmente; un blanco fácil para molestar.
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Advertencia: mención de posible muerte de personaje secundario!!
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El público vitoreo el nombre del equipo, las banderas de papel con el escudo de la escuela sacudiéndose al compás de los gritos de emoción cuando algún miembro del equipo de los Lobos tenía el balón en sus manos. Escuchándose igualmente los abucheos hacia el equipo contrario, al igual que los sonidos de siseos de compasión cuando algún miembro del equipo era tacleado por varios del equipo contrario, que sucedía poco después que los Lobos lograban tomar la delantera.
Las Sirenas eran un equipo duro, por lo que la competencia para los Lobos estaba fuerte, ambos equipos siendo buenos a su modo y rozándose hombro con hombro que era difícil para cada equipo obtener un punto.
Yeosang se apoyo en sus muslos, sintió el sudor con gotas pesadas caer a montones de su mentón, todo su cuello estaba empapado, su cabello escondido en el casco se sentía mojado y él se sentía asqueroso. Dio una respiración tras otra intentando regularla, le costaba respirar. Aún así, dirigió la mirada hacia el marcador, mirando los números debajo de los logos respectivos de cada equipo. El suyo; un lobo plateado dentro de un escudo que se encuentra aullando a la luna llena posada detrás de él con el nombre de la universidad debajo con letras plateadas y la del equipo contrario que es más una representación a las sirenas que usaban los piratas en sus barcos. Ambos mostrando el mismo número, con cada equipo estando empatado haciendo que la tensión sea más asfixiante. El partido tiene pocos minutos y ninguno de los dos equipos da su brazo a torcer.
Respira de nuevo, parpadeando varias veces cuando siente el sudor cayendo en sus ojos y la luz del campo dándole directamente a los ojos haciéndolo ver puntos blancos. Yeosang se tambalea hacia atrás, al mismo tiempo que se concentra en ver dónde demonios está el balón.
-¡Yeosang!.-La voz de su capitán llamándolo hace que parezca volver en sí. Tiene que parpadear, acostumbrándose a la luz fuerte capaz de iluminar la cancha completa. Solo han pasado pocos segundos donde se detuvo a intentar respirar, con cada segundo contando, eso es holgazanería. Yeosang se reprende a él mismo por perder el tiempo, un futbolista estrella no se distrae y no le da oportunidad al equipo contrario.
Se disculpa con una mirada a su capitán que lo está reprendiendo con la suya por estar distraído y sus piernas comienzan a moverse, corriendo al mismo tiempo que Mingi, todavía parpadeando ante las gotas que se deslizan por su cara y por una que otra que pica en sus ojos, escucha a la multitud gritando su nombre porque todos confían en él, porque es la estrella del equipo, la esperanza. Busca quien tiene el balón y se da cuenta que lo tiene alguien del equipo contrario, solo unos segundos, porque su defensiva son los mejores y logran quitárselo. El balón pasa a manos de su quarterback, Mingi, antes de que Mingi observé a su dirección y lo vea correr, ambos, sobretodo Yeosang, evadiendo fácilmente a la defensa rival. Mingi está decidido a darle el pase a él, a su corredor estrella.
Todo sucede en cámara lenta para los ojos de Yeosang. San está apareciendo frente a él, saltando ágilmente como un felino atrapando su presa, en este caso, atrapando el balón que iba en dirección a Yeosang y en el proceso, empujándolo y causando que Yeosang terminará cayendo hacia atrás en el pasto. Parece durar más de un segundo aún sobre el aire, para después salir corriendo.
