Capitulo 6

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Los rayos de sol los despertaron. Se miraron durante minutos sin decir nada, no hacía falta, sus ojos hablaban por ellos y gracias a la potente conexión podían saber lo que se hallaba en el corazón del otro. Puro y sincero amor.
Deseaba tanto besarla. Era imposible no dejarse tentar por esos labios gorditos y rosados. Y lo hizo. Lentamente se acercó sin dejar ni un segundo de mirar sus ojos, dandole tiempo a retroceder . Rozó levemente sus labios y ya no pudo parar. Primero con simples y cortos besos pero cuando en uno de esos besos ella sacó la lengua incitandole a profundizar la razón abandonó su cuerpo pasando a besos voraces,hambrientos,lujuriosos. Sus lenguas bailaban al compás y de un momento a otro se encontró encima de ella, frotando su enorme erección contra su centro. Los gemidos que Kira emitía eran música para sus oidos. La sentía tan caliente, tan húmeda. Olía su excitación y su miembro se agrandaba más si era posible. Sentía que se correría si no paraba y sería vergonzoso hacerlo sin siquiera tocarla pero era más fuerte que él y ya cuando con un par más de fricciones Kira se tensó y gimió muy fuerte llegando al orgasmo fue su perdición y se corrió. Tanto y tan fuerte que temblaba. Jodeeer!!! Se había masturbado miles de veces y ningún orgasmo fue ni parecido a este. Intenso a más no poder. Y si este había sido así no quería ni imaginar como sería cuando la penetrara. Cuando estubiera tan dentro de ella que no supieran donde empezaba uno y terminaba el otro.
La miró y tenia los ojos cerrados, estaba rojita y con los labios hinchados por los besos. Tan adorable y tierna que daban ganas de comersela. Mmmmmm.... Se la comería enterita esa noche. Por ahora se ducharían, comerían algo y le presentaría a la manada y despues trataría de explicarle el porque del momento que casi muere. No quería asustarla pero tenía que saberlo. Era su mujer, su vida, su todo y no deseaba que por nada del mundo se enterara por alguien que no fuera él y sabía que la zorra asquerosa haría lo que fuera para destrozar a su pequeña y que mejor que dejarlo vulnerable contandole a su niña todo lo que hizo en el pasado. Intentando que le tubiera miedo e incluso podría llegar a odiarle y eso jamás, jamás lo soportaría. Si ella alguna vez lo abandonara , él mismo se clavaría un cuchillo en el corazón porque hasta la muerte dolería menos que su ausencia.
Kira notaba que algo le carcomía pero prefirió no preguntar. Sabía que pronto se lo contaría y no le preocupaba lo que fuera. Sentía que era muy malo pero se juró que nunca lo abandonaría. Fuese lo que fuese intentaría entenderle y apoyarle. Si la Diosa los había unido era porque se necesitaban. Eran almas gemelas por algo. Todavía no sabía que era lo que había pasado él pero esperaba que ni la mitad de los tormentos, torturas y abusos que había sufrido ella. Decidió que esa noche le contaría todo. Sin medias verdades. Tenía todo el derecho a saber su vida y eso incluia la basura que le tocó vivir. Dolería muchísimo pero era lo correcto. Solo necesitaba que si alguna vez pasaba cualquier cosa que él entendiera sus motivos y sus reacciones y no se asustara por sus pesadillas o por sus ataques de pánico. Y con un poco de suerte él se abriría y la ayudaría a conocerle mejor.

Pasaron la mañana entre risas, besos y abrazos. Nunca habían estado tan felices. Desayunaron, se vistieron y se fueron hacia la casa de la manada.
Cuando los guardias de la puerta anunciaron su llegada empezó a salir gente de todas partes. De repente se encontraron rodeados por unas 200 personas, lo que asustó un poco a Kira haciendola sentir intimidada. Dominic notó su tensión y la estrechó más contra él intentando aplacar sus nervios. Se adelantó un poco y habló.

- Hermanos, la encontré. Despues de 15 años por fin la tengo a mi lado. Os presento a Kira, nuestra Luna. Mi amor y mi vida. Espero que la cuideis y la respeteis como se merece. Si en algún momento me enteró o noto alguna clase de desprecio o alguna mala cara respondereis ante mi y no creo que eso os convenga mucho. Ahora todo el mundo a trabajar. Mañana tendreis el dia libre para iros de compras y preparar una gran fiesta de bienvenida para mi pequeña.- Se giró y la besó centrandose en ella y dejando que los demás volvieran a sus labores.

Eres míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora