Mi Annabel Lee [BL]

Primera parte. Lee - Arthur(2)

Un estallido partió el aire.

Michael, que estaba en cuclillas, perdió el equilibrio, tropezó y cayó de nalgas. Seth pronto se arrepintió. Por esta razón, es diferente de Rupert. Había decidido que no se convertiría como su hermano mayor, incluso si tuviera que golpear la mejilla de un niño porque estuviera enojado.

Sin embargo, a Michael no parecía importarle el sentido de inseguridad de Seth. De hecho, Michael no parecía interesado en todo lo que le rodeaba. Las manos del ex pianista deben ser realmente picantes y dolorosas, pero Michael solo estaba tocando la mejilla golpeada con una morada demente.

"A-ahora..."

Michael murmuró.

"...quinientos mil dólares... a mí..."

Seth se quedó sin habla. La sensación de desilusión fue terrible, como hiel. Pero al mismo tiempo, se sintió aliviado. Fue un alivio cuando confirmó lo que ya sabía.

Sí, así es como funciona. Así es como se supone que son los humanos. Jane Nelson, esa rara mujer.

Se humedeció los labios secos con la lengua.

"Está bien, Michael."

La atención se centra en los ojos de Michael.

"Una promesa es una promesa. El dinero es todo tuyo. Si quieres irte de esta isla, te ayudaré con eso."

"Bueno, ¿de verdad?"

"Sí."

Michael parpadeó incrédulo. La mejilla de Michael estaba roja e hinchada. Seth lo miró con un poco de irritación y dijo.

"¿Puedes ayudarme antes de eso? Primero que nada... ¿Puedes levantarme?"

"Ah..."

Michael se puso de pie en un segundo. Con la ayuda del chico, Seth solo podía apoyarse sobre sus dos piernas. Sin embargo, cada vez que pisaba el suelo, un dolor terrible dejaba su columna entumecida. Sentía que quería desmayarse. Quizás pronto lo haga.

"Sale demasiada s-sangre."

Michael dijo con voz asustada.

"Lo sé."

"¿Qué debo hacer?"

"¿Qué debes hacer?"

"¿Qué debo hacer... realmente no sé, qué debo hacer, yo..."

Seth se dio cuenta.

Michael no estaba hablando de sus piernas ensangrentadas. El chico estaba hablando de otra sangre. La sangre derramada por el primer hombre al que abatió a tiros.

¿Lo mataste?

Seth apretó los dientes.

No, aún no está muerto. No puede morir así. No debería ser tan sencillo morir. ¿A quién quieres?

Se escuchó un leve sollozo. Seth vio a Michael.

El chico apenas avanzaba un paso con la cabeza cerca del suelo. Los granos de arena seguían atascados en los dedos de los pies. No sería fácil caminar con un hombre adulto de seis pies en un hombro. Quizás por eso, el cuello de Michael estaba cubierto de sudor.

No quiso verlo. No quería escuchar los lloriqueos. Afortunadamente, llegaron al auto antes de que él le dijera a Michael que se callara. Michael lo puso en el asiento trasero. La sangre impregnó rápidamente el asiento del automóvil. Fue una suerte que fuera negro.

"Oye."

Seth impidió que Michael se sentara en el asiento del conductor. Michael se estremeció de hombros. Parecía una persona a la que le dispararon varias veces. No teniendo energía para estar enojado, Seth señaló con el dedo afuera sin decir una palabra. Michael le dio a Seth una mirada desesperada, pero no funcionó. Mientras sacaba del bolsillo una pitillera arrugada y la encendía, Michael arrastró a Arthur, ahora estaba completamente sudoroso y jadeó.