Living for the hope of it all

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El señor y la señora Dursley, que vivían en el número 4 de Privet Drive, estaban orgullosos de decir que eran muy normales, afortunadamente. Eso era lo que mas querían, ser normales y ocultar todos sus problemas al mundo.

El señor Dursley era el director de una empresa llamada Grunnings, que fabricaba taladros. Era un hombre corpulento y rollizo, casi sin cuello, aunque con un bigote inmenso. La señora Dursley era delgada, de cuello casi el doble de largo de lo normal, lo que le resultaba muy útil, ya que pasaba la mayor parte del tiempo estirándolo por encima de la valla de sus preciados jardines para espiar a sus vecinos. Los Dursley tenían un hijo pequeño llamado Dudley, y en su opinión no había un niño mejor en todo el mundo.

Harry y Grace Potter, eran dos pequeños huérfanos de tan solo 10 años. Vivían con sus tíos porque sus padres habían muerto en un "accidente de auto". Ambos eran bastantes maltratados por sus tíos, pero en especial Harry. Su tío Vernon siempre le decía que había algo mal en él, tanto que Harry empezaba a creerselo. Siempre pasaban cosas inexplicables a su alrededor, siempre se metía en problemas. Grace por otro lado nunca se metía en problemas por si misma, su hermano parecía arrastrarla a todo ese tipo de situaciones, y a menudo se echaba la culpa para salvarlo. Ella se metía en problemas por algo más: sus bajas notas y su poca atención en clase. La mente de Grace volaba libremente como un picaflor en un campo primaveral, sus sueños y pesadillas eran tan vividas que sentía que estaba allí. A menudo tenía el mismo sueño, un muchacho, alto y fuerte, estaba de espaldas a ella, apoyado en el alféizar de la ventana, él la escucha llegar y se gira a la vez que una luz celestial lo ilumina completamente haciendo que no pueda ver su rostro. Él camina hacia ella al compás de los latidos de su corazón, con una de sus manos toca su mejilla, se siente acogedora, siente el amor a flor de piel. Su otra mano se entrelaza con la suya, y siente como si su mano brillará también, indicando que ese chico era él...
Durante clases se imaginaba su aspecto, imaginaba las cosas lindas que vivirían juntos, imaginaba San Valentín y Navidad, vacaciones, hijos, la vejez, todo con un hombre inventando por su mente.

-¡No quemes el tocino! - la reprendió su tía haciéndola volver a la normalidad. Estaba en la casa de los Dursley, no en Vienna con su amado imaginario.- Quiero que todo salga perfecto para el cumpleaños de Dudy- Grace rodó los ojos, mientras su tía fue a tratar de despertar a Harry otra vez.

Grace dormía en una pequeña habitación junto a la de su primo que antes era su espacio de juego, mientras Harry era obligado a dormir en un pequeño almacén bajo las escaleras. Grace se sentía culpable por eso y siempre le insistía a sus tíos que podían compartir la habitación, pero su tío dijo que ya era mayorsita para compartir habitación con su hermano gemelo.

- ¡Despierta primo! ¡Vamos al zoológico!- exclamó Dudley emocionado por su cumpleaños, mientas saltaba en las escaleras, Harry ya enterrado por el polvo causados por los saltos de su primo trato de salir de su habitación, pero Dudley lo empujó otra vez adentro, este cayo sentado sobre el colchón en el suelo donde dormía. Seguido Harry pensaba en si podría denunciar a sus tíos por maltrato, pero entonces a donde acabarían su hermana y él. Su primo Dudley, que era malcriado, consentido y cruel. Dudley se divertía pegandole a Harry, rompiendo sus escasos juguetes y burlándose de las ropas viejas y gastadas que usaban los gemelos, pues Harry usaba solo ropa vieja de su primo y Grace usaba ropa que la tía Petunia confeccionaba para ella. Los Dursley nunca le reñían por nada; al contrario, le alababan por cada travesura y le compraban todo lo que pedía. Tenía prohibido golpear a su prima, pero solo por ser mujer, eso no le impedía burlarse de ella, hacer que sus horribles amigos traten de besarla o tocarla, no tampoco leer su diario y reírse con sus amigos.

-Al fin!- exclamó indignada su tía mientras lo empujaba a la cocina- trata de no quemar nada - le indico molesta. A veces Petunia se sentía un poco culpable por tratar así a los gemelos, pero ellos solo la hacían sentir molesta y la sacaban de quicio muy fácilmente.

Antes de ir al zoológico el tío Vernon les advirtió que no hicieran nada extraño, iban a pasar a buscar a un amigo de Dudley antes. Grace se obligo a Harry a sentarse en medio para no ir cerca de su primo, pero cuando el amigo de Dudley, Piers Polkins, subió al auto Harry fue mandado atrás y Grace tuvo que ir en el medio todo el camino.

Al llegar al zoológico Grace se sentía asqueada y mortificada, Piers y Dudley la habían molestado todo el camino, Piers hasta le había besado. Gracias al cielo no había sido en los labios, pero había estado peligrosamente cerca, y Gracie preeria morir antes de que su primer beso fuera Piers Polkins.

Harry molestó a su hermana con su nuevo amor toda la salida, Gracie todavía podía sentir el putrefacto olor que emanaba de su aparato dental.

-Que asco, que asco, que asco... ¿Crees que beber agua de alcantarilla me haga sentir mejor?- expreso Grace a su hermano mientras limpiaba su rostro.

-Tal vez Piers quiera más besos después - rio Harry mientras subía sus anteojos.

-Ni jugando Harry, no seas pesado- lo empujo su hermana, Harry rio. El día estaba yendo de maravilla, era el mejor tiempo que los gemelos habían pasado en años.

Entraron al área de los reptiles, Dudley golpeo el vidrio tan fuerte que asusto a su padre, para que una serpiente se moviera.

-Haz que se mueva!

-Esta dormida!- Grace odiaba el maltrato, en la casa incluso se negaba comer carne, tanto fue el problema que la dejaron ser vegetariana, pero la castigaron por tres meses y la obligaban a trabajar para pagar un poco las cosas que necesitaba. Harry todo podía heredarlo de Dudley, pero Grace era una carga extra.

- Es aburrida- Dudley y Piers corrieron a ver los cocodrilos, y sus tios les siguieron haciendo distancia mientras charlaban.

-Discúlpalo, es que no sabe como se siente estar atrapado día a día, ver como la gente pone la cara contra el vidrio - se disculpo Grace. La serpiente se levanto y le guiño un ojo. Harry y Grace quedaron atónitos, de verdad una serpiente les había guiñado un ojo? o eran alucinaciones?- Puedes entenderme?- la serpiente asintió.-

-y tu... bueno... sueles hablar con la gente?-le pregunto asombrado Harry, la serpiente se negó- yo tampoco suelo hablar con serpientes- bromeo, Gracie rio todavía algo atontada, de verdad estaba hablando con una serpiente?- Eres de Brazil?- la serpiente señalo un cartel con su cabeza que decía criada en cautiverio.

-Mira lo que está haciendo la serpiente!- llamó Piers a Dudley quien se apresuró corriendo. Dudley empujo a Harry contra Grace, los dos cayeron al suelo, Harry miro con odio a su primo y el vidrio en el que Dudley se apoyaba desapareció y cayo al estanque. Lo siguiente fue todo muy rápido, la serpiente escapo y le agradeció a Harry en su camino a la salida, el vidrio volvió y Dudley quedo atrapado, la seguridad del lugar les prohibió volver al zoológico y de las orejas el tío Vernon llevo a los gemelos a la habitación de Harry y los encerró. Siempre castigaban a Grace de esa manera, porque le repetían constantemente que tener la segunda habitación de Dudley era un privilegio.

Harry y Grace soñaban con escapar de aquella casa, de aquella vida. Soñaban con que alguien viniera a buscarlos y les dijera que los llevaría a su nueva vida, tal vez con padres amorosos, a una nueva ciudad, una nueva escuela pero no sabían que ese mundo de fantasía estaba más cerca de lo que creían. No sabían que pronto recibirían una carta que cambiaría sus vidas para siempre. Una carta que les revelaría su verdadera identidad y su asombroso legado.

Una carta que les invitaría a estudiar en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

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Sadie Sink como Gracie Potter

Enchanted to meet youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora