1.El hombre y sus manos

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Aquel hombre después de presentarse, hacía más corta la distancia entre el y el Omega.

-Megumi, así pueden llamarme.- menciono el otro chico de cabellos oscuros.

Al parecer eran padre e hijo, esto llamaba mucho la atención entre los omegas reunidos. -Se escuchaba soñar una pequeña campana que esto indicaría una tortura desde este momento para Junpei.

- Acércate, Yuuji. -Dijo Toji apuntando con su dedo índice hacia el pequeño Omega de cabellos rosas. A lo que Yuuji obedeció acercándose al hombre, estar a pocos centímetros el hombre tomó entre sus brazos su cintura y la posiciono en su regazo; obligando a los demás a salir de la habitación quedando solo ellos dos, todo el burdel sabía que cuando Toji hacía eso era para probar a sus "pequeñas flores", asi era como el les llamaba.

-Yuuji. - Susurro a su oído, el cual hizo que se sonrojara poniéndose como un tomate.

Lo empezo a despojar de sus ropas, hasta que quedo completamente desnudo frente a el.

-Señor Toji- dijo Yuuji mientras se intentaba tapar su entrepierna con sus manos y sus ojos comenzaban a lagrimar.

-Yuuji, debes de saber cual es tu lugar en el burdel.

Yuuji, todo lo que podía hacer era llorar, después de todo había sido vendido para ser una prostituta en aquel lugar. Toji, lo comenzó a tocar su tacto era dulce, pero para Yuuji no se sentía cómodo después de todo era alguien desconocido.
Aquel hombre empezó a tocar su entrepierna lo cual causaba que inconscientemente Yuuji comenzara a gemir, mientras lloraba en el cuello de Toji, el sabía que era un trauma que tenía que pasar tarde o temprano un Omega pero era necesario para que su cuerpo se volviera sumiso al tener sexo con otros alfas.

-No llores más, Yuuji.

Decía aquel hombre, mientras intentaba introducir sus dedos en la parte trasera de Yuuji, mientras que el chico se retorcía de placer y dolor.
Después de que introdujo un par de dedos, Yuuji se vino en el abdomen de Toji, mientras que esté lo acomodaba en una cama viendo que esté había quedado inconsciente y su rostro aún mostraba sus rojas mejillas producto del placer.

-Descansa, Yuuji.

*Espero que les haya gustado, nos vemos en el siguiente capítulo ( ◜‿◝ )♡

La flor que floreció en el burdel [goyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora