Dos soles, apagados

16 2 0
                                    

Habían ya pasado varias horas desde que Naruto se había despedido de Sasuke, sin embargo, el rubio no conseguía conciliar el sueño. Seguía sobrepensando varias cosas.

— Mamá... si estuvieras acá, me gustaría que me dieras un consejo sobre qué hacer — dijo Naruto mientras miraba la foto familiar que había sobre su repisa.

Habían pasado 3 años desde el momento en que se fue de la ciudad, cuando tuvo que huir junto a Jiraiya de todos los problemas y peligros existentes... 3 años de haber perdido a sus dos soles.

Hasta sus 14 años, Naruto había tenido todas las comodidades posibles, pero lejos de lo que cualquiera pensaría, Naruto no era un niño engreído ni tampoco arrogante, pues la crianza que le habían brindado sus padres, y su padrino, le habían servido para hacer de él una gran persona amable, empática, cariñosa y serena.

— Papá... ¿estarías de acuerdo con esto? — susurró Naruto, mientras las lágrimas empezaban a brotar de sus ojos.

Los problemas de Naruto empezaron el mismo día que abandonó la ciudad junto a Jiraiya, un fatídico 5 de junio, cuando su visión de la vida cambió completamente.

Minato y Kushina se encontraban en una fiesta a la cual habían sido invitados, mientras tanto, Jiraiya y Naruto se encontraban en su casa ubicada en la zona norte de la ciudad. Eran aproximadamente las 10 de la noche, cuando Jiraiya recibió una llamada en su teléfono. Se trataba de Tsunade, una amiga suya de toda la vida, y amiga de Minato. Al principio al hombre de cabello platinado le asombró volver a oír la voz de la 'abuela', pensando que era una llamada como cualquier otra. Sin embargo el contenido de esta no era el que Jiraiya se hubiera imaginado.

"Jiraiya, escúchame. Necesito que salgan ya de esa casa y vayan rumbo al aeropuerto, es urgente, tienes que llevarte a Naruto. Minato y Kushina... acaban de morir, los asesinaron. Alguien entró al salón y les disparó... gritó que no dejaría a un sólo Namikaze con vida."

Al principio, una risa nerviosa de Jiraiya le hacía creer a él mismo que solo se trataba de una broma pesada, pero al oír el llanto de fondo de Tsunade, entendió que era verdad, una difícil de asimilar.

"Te lo suplico Jiraiya, saca a Naruto de allá, tenemos que huir antes de que sea demasiado tarde."


Jiraiya empezó a armar maletas, llevó muy pocas suyas, enfocándose más en las de Naruto. Entró a su habitación, encendió la luz, y empacó toda la ropa que pudo en dos maletas, la suya y la del niño.

Naruto se despertó por el ruido que hacía el adulto, y por la luz blanca cayendo sobre él. Le preguntó a Jiraiya qué pasaba, a lo cual él solo le respondió que se vistiera rápido que tenían que ir al aeropuerto tan pronto como pudieran. Naruto pensaba que se trataba de un viaje sorpresa, y que sus padres lo esperaban en el aeropuerto. Se vistió con agilidad y salió de la casa junto a Jiraiya, quien dejó todas las luces encendidas y las puertas sin asegurar. Ambos subieron a la camioneta de Jiraiya y tomaron rumbo al aeropuerto.

Al llegar, la emoción de Naruto, que estaba por los cielos, se desplomó cuando vio a Tsunade llorando, rodeada de varios policías. ¿Por qué la vieja Tsunade estaría así?, ¿donde estaban sus padres?, ¿por qué Jiraiya no decía más nada?

Jiraiya se fue con Tsunade, mientras uno de los policías se acercó al rubio y le dijo que quería hablar un poco con él.

— Tú te llamas Naruto, ¿verdad?

— Sí, ¿tú cómo te llamas?, ¿sabes qué es lo que está pasando?

— Me llamo Ebisu, y bueno, Naruto, tengo que hablar algo muy importante contigo, es sobre tus padres.

— ¿Qué pasó?

La inocencia del niño casi hace quebrar a Ebisu, quien a pesar de tener gafas oscuras estuvo a punto de soltar lágrimas cuando vio la cara de confusión del niño rubio.

— Naruto... tienes que ser muy fuerte, no sólo por tí, sino por el señor Jiraiya. En este momento ustedes están seguros y nos aseguraremos que no les pase nada. Y ahora él es tu máxima prioridad, tienes que resistir todo lo que va a pasar de ahora en adelante, por tí y por él.

— No lo entiendo, ¿qué es lo que pasa?, ¿dónde está papá?, ¿dónde está mamá?

— Lamento decirte que en este momento, Minato y Kushina ya no están más con nosotros. Ocurrió algo y ellos no están más acá. Alguien, que aún tratamos de averiguar quién fué los atacó, y esa misma persona los amenazó a tí, y al señor Jiraiya. Para asegurar que nada les pase a ustedes hemos asignado un vuelo para que puedan alejarse lo más pronto posible de la ciudad mientras tratamos de atrapar a quien acabó con la vida de tus padres. De verdad, lamento mucho tener que darte esta noticia, Naruto, pero... tienes que saber lo que ocurrió y tienes que hacer lo que te decimos para protegerte a tí, y a Jiraiya.

Naruto en ese momento se quedó en shock, no dijo ni una palabra, no hizo ni un movimiento. Poco a poco las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos mientras trataba de asimilar lo que había ocurrido. Sus padres habían sido asesinados, Jiraiya y él estaban en riesgo, tenían que abandonar la ciudad y tratar de protegerse de también perder la vida.

Naruto huyó ese mismo día de la ciudad, junto a Jiraiya y Tsunade. Pasó 3 años viviendo en otra ciudad, y bajo constante vigilancia para así minimizar el riesgo de también ser víctimas de aquel que había ultimado a Kushina Uzumaki y Minato Namikaze.

Para evitar ser rastreado, Naruto pasó a solo portar el apellido Uzumaki, uno más común que el apellido Namikaze y que le permitiría, por lo menos, no llamar la atención. Jiraiya, por su parte, hizo parte activa de la investigación que ayudaría a encontrar a los responsables del asesinato de Minato y Kushina. Tsunade, por su parte, se encargó de vender todas las posesiones de Minato para así con el dinero recaudado solventar los problemas económicos que se presentaran para Naruto y Jiraiya, pues ella sabía que la pensión del viejo no sería suficiente para las necesidades de él y el niño.

La investigación de Jiraiya finalmente dió con los responsables, cayendo en el acto una banda criminal conocida como Akatsuki, cuyo cabecilla había sido afectado económicamente por las medidas que había tomado Minato cuando fue director de seguridad en la alcaldía de Danzo Shimura. Con ese capítulo cerrado, y luego de 3 años, Naruto, Jiraiya y Tsunade pensaban que finalmente se había acabado todo, sin embargo, el estrés que sufrió Jiraiya durante toda la investigación, sumado a la depresión por haber perdido a Minato, quien fuera básicamente su estudiante en el pasado, lo llevó a desarrollar una enfermedad cardiaca que días antes de la condena de los akatsuki acabó con su vida. Jiraiya no pudo ver a los responsables del asesinato tras las rejas, y murió en medio de la inertidumbre y el dolor de ver todo el daño que esa banda de criminales había hecho a su ahijado, todo por dinero.

Naruto, así, perdía al último miembro de su familia, a ese padrino que había estado toda su vida a su lado, que era el responsable del nombre que tenía, y que se encargó de que hubiera justicia por el asesinato de sus padres. Tsunade, notablemente afectada, decidió que lo justo, en vista de todo lo que había sufrido, era llevar a Naruto de regreso a la ciudad, así podría volver a un lugar que conocía y tratar de reconstruir su vida después de 3 años dolorosos, con los amigos que tenía, los profesores, y el acompañamiento de la institución. Fue así como volvieron a la ciudad, y Tsunade se encargó de que Naruto, ahora con 17 años, regresara a la secundaria donde estudiaba antes de la tragedia, y a modo de homenaje, decidió seguir portando el apellido Uzumaki, pero sin olvidar su parte Namikaze.

Fue así como Naruto volvió a ese lugar donde había pasado gran parte de su vida, donde estaban personas que lo habían hecho mejor persona como Kakashi, Iruka, Shikamaru, Lee, Hinata, y, por supuesto, Sasuke. Sin embargo, ese no era el mismo Naruto que había huido hacía 3 años, sino que era uno menos alegre, menos optimista, y notablemente más apagado.

SálvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora