En un mundo al borde del colapso se tiene que recurrir a medidas desesperadas.
Las Pruebas son indispensables para que la humanidad pueda sobrevivir.
¿O no?
¿Qué sucedería si lo que consideran salvación termina siendo su destrucción?
¿Qué sucedería...
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Nora
Otro día más en el Área, o como yo le digo: la cárcel. Jamás me ha gustado este lugar, pero es lo que hay. Ha pasado medio año desde que llegué aquí. Soy la única mujer, todos son muchachos: algunos más chicos, otros mayores, pero todos adolescentes.
Niños.
Nadie sobrepasa los dieciocho, la mayoría muere antes de los veinte.
Y nadie puede salir.
Vivimos en algo a lo que llamamos Laberinto, una estructura que nos encierra y literalmente es un laberinto, una estructura con paredes de más de 100 metros de altura, un lugar siniestro, complicado, confuso... e interminable. Nunca se puede encontrar la salida porque está en constante cambio.
Como si quisieran que jamás lográramos salir.
Al centro de todo el laberinto está el Área, donde vivimos, comemos y dormimos. Nos llamamos a nosotros mismos los Habitantes del Área. Nadie sabe porque está aquí, y salvo por mi hermano y por mí, nadie recuerda algo además de su nombre. Es triste. Pero así es la vida aquí.
- Ya es hora de levantarnos, Nora -me habla mi hermano- Vamos, arriba, es un nuevo día
- ¡A la mierda tu positivismo! Yo quiero dormir -gruño tapándome con una cobija
La mayoría duerme a la intemperie. Es un vasto terreno con césped, y muchos del grupo lo utilizaban como lugar para pasar la noche. Aunque yo siempre tengo un lugar dentro de la Finca. Esta está hecha de madera, tiene dos pisos de alto y un sótano donde se guardan las armas. Su apariencia es como de una cabaña muy malgastada y con tablas desorganizadas, sin embargo es muy resistente. Duermo en un pequeño espacio que los habitantes me han acomodado, una ventaja de ser la única mujer en este lugar es que te dan preferencias sin replicar, todos me cuidan muy bien. Y Newt, mi hermano, sacó provecho de esto porque siempre duerme en el mismo cuarto que yo para asegurarse que a ninguno le gane su lado hormonal.
- Eres demasiado floja para querer ser Corredora, ¿no crees?
- Déjame en paz -vuelvo a gruñir lanzándole una almohada
Todos los Habitantes tienen un trabajo que los mantiene ocupados todo el día, siendo el almuerzo nuestro único descanso. Estos trabajos se asignan cuando llegan al Área, luego de pasar por cada uno en la Visita Guiada que les da el líder, el mayor de todos, Alby. Todos los trabajos tienen un Encargado, con su lugar en el consejo.
Yo trabajo con la Azada, hacemos el trabajo duro alrededor de las plantas, también realizamos otros trabajos en el Área durante los tiempos libres ya que no se requiere estar las veinticuatro horas en los jardines; básicamente nuestro trabajo consiste en: desmalezar, podar, plantar semillas y cosechar vegetales. Aunque realmente yo quisiera ser de los Corredores, cosa que no me dejan ni en broma porque es de los trabajos más peligrosos.
