En un mundo al borde del colapso se tiene que recurrir a medidas desesperadas.
Las Pruebas son indispensables para que la humanidad pueda sobrevivir.
¿O no?
¿Qué sucedería si lo que consideran salvación termina siendo su destrucción?
¿Qué sucedería...
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Nora
Un extraño silencio acecha el Área, como si un viento sobrenatural hubiera barrido el lugar y aspirado todos los sonidos. Newt ha leído el mensaje en voz alta para aquellos que no pueden ver el papel, pero en vez de provocar el caos, ha dejado a los Habitantes con la boca abierta. He esperado gritos, preguntas, discusiones, pero nadie dice una sola palabra. Todas las miradas están fijas en la chica, que ahora está acostada allí, como dormida, con el pecho subiendo y bajando al compás de una suave respiración. Al contrario de lo que hemos pensado en un principio, está bien viva.
Muchos esperan una explicación de Newt, ya que normalmente es la voz de la razón y una presencia tranquilizadora, pero lo único que hace mi hermano es quedarse quieto estrujando la nota y apretando el puño, con las venas a punto de estallar.
Volteo a ver a la chica intentando descifrar si tiene algo que ver conmigo, pero no hay nada. No la recuerdo en lo absoluto. Aun así me pesa verla tumbada en el suelo a la mirada de todos estos hombres, y al ser la única mujer puedo comprender mínimamente que no es muy agradable para una. Por primera vez en mi vida me siento parte del grupo de líderes al tomar decisiones ante todos los habitantes presentes. Llevo las manos a mi boca como haciendo un cono y grito:
- ¡Docs.!
Al cabo de unos instantes, dos chicos mayores se abren paso por la multitud: Uno es alto, de cabello bien corto con una nariz que parece un limón, se llama Jeff. El otro es bajo y tiene algunas canas a los costados de su cabeza, él es el Encargado de los médicos, se llama Clint.
- ¿Y qué hacemos con ella? -me pregunta Jeff con una voz aguda que tenía meses sin escuchar
Tal vez el pánico, llamémoslo así, es lo que lo hace hablar de esa forma. La última vez que lo vi tan nervioso fue cuando me examinó por primera vez el primer día que llegué al Área.
- ¿Cómo puedo saberlo, larchos? Ustedes son los Docs. -respondo con voz severa- Resuélvanlo. Y trátenla bien si despierta
Clint ya está en el suelo, arrodillado al lado de la chica, tomándole el pulso con cuidado y escuchando los latidos de su corazón sin sobrepasar los límites.
- ¿Quién dijo que Clint tenía que ser el primero? -se escucha un grito desde la multitud, seguido de varias carcajadas- ¡Yo soy el siguiente!
¿Cómo pueden reírse?, pienso mosqueada. Está medio muerta. Siento náuseas y unas ganas tremendas de partirle la cara; sin embargo, termino por fruncir el ceño y esbozo una dura sonrisa que demuestra que no estoy ni del mínimo humor para sus patanerías.
- El que toque a esta chica, pasará la noche durmiendo con los Penitentes en el Laberinto -anuncio- Desterrado y punto. Es la misma norma que se aplicó conmigo -hago una pausa, girando lentamente para todos puedan ver mi severa expresión- Más vale que nadie se acerque a ella
