Secretos Ocultos (Severus Snape)

POCIÓN

Señorita rosier, la clase termino hace 5 minutos...

Lo...lo siento profesor Snape yo, simplemente he tenido que estudiar para los exámenes y no he podido conseguir dormir.-añadió mirandolo angustiada y con los ojos cansados-

El profesor Snape se dio la vuelta para volver a sentarse. -Salga de aquí ahora- y volvió a mirar hacia el pergamino en el que estaba escribiendo con tinta verde esmeralda, con su típica cara sería eh inexpresiva-

Tengo 17 años, mi nombre es Susan, mi apellido Rosier vengo de una madre bruja y un padre mago.
Estudio en Hogwarts, Escuela de magia y Hechicería. Pertenezco a la casa de Slytherin, muchos dicen que de aquí han salido magos que se han convertido en enemigos por su maldad, también dicen que nos gusta romper las reglas pero creo que es una muy buena casa y depende de cada persona y su comportamiento.

Soy hija única lo cual aveces puede ser aburrido pero la mayoría del tiempo me siento acompañada por mis amigos, tengo amigos de otras casas como Gryffindor pero la mayoría son de mi casa.

¿Por qué no se ha ido Rosier? - escribiendo en su pergamino sin levantar la mirada-

-Lo siento Snape realm...

-El profesor levantó la mirada rápidamente, la miró con desprecio y un poco de dureza como si llamarlo por su nombre le molestara-

Le exijo respeto señorita Rosier, para usted soy su profesor  -Añadió volviendo a mirar su pergamino-

-lo siento, profesor Snape, realmente no puedo concentrarme en nada, le quería preguntar si no tenía algo con lo que yo pudiera sentirme más activa durante el día-

-Se quedó en silencio unos segundos aún escribiendo- Claro, pase por la sala de pociones a las 8 en punto, ahora váyase-

-Gracias profesor-dijo saliendo del salón de pociones caminando hacia su habitación con libros bajo el brazo-

Quedaban 3 días para los exámenes y todos los alumnos estaban abrumados, muchos tratando de leer en la biblioteca para al final quedarse dormidos sobre los libros, los maestros no eran muy exigentes salvo la maestra McGonagall que daba la clase de transformaciones, no era tan fácil como parecía convertir un sapo en una flor, o una pluma liviana en madera todo era cuestión de práctica y aveces te llevaba horas lograrlo.

La tarde pasó rápido yo ya no seguía estudiando, había estudiado demasiado y sentía que la cabeza me dolía de tanta información. Miré el reloj de al lado de mi cama.
-¡¡ 5 minutos para las 8!!
Me puse mis pantuflas y mi pijama, era de tela de seda consistía en un short pequeño y una blusa de tirantes todo color negro hacia conjunto, siempre he tenido unos pechos grandes y con esto los   hacía notar más, fue la primera pijama que tomé y después salí corriendo hacia el despacho de Snape.

Al llegar toqué la puerta y se abrió a los poco segundos, entré y encontré al profesor buscando entre sus estantes de pociones.

Pase, Rosier -habló suavemente buscando aún, parecía que había encontrado lo que buscaba ya que tomo un pequeño frasco color azul marino y se volteo hacia ella- Tome esto le ayudará- Le puso en la mano suavemente el pequeño frasco.

-Muchas gracias profesor, me puedo retirar?

Si, vaya a dormir...

Iba a abrir la puerta para salir cuando sonó la grave voz de Snape

-Señorita Roser...le pido que no use ese tipo de pijamas...o al menos no en mi presencia- levantó una ceja mirándola por detrás tragando un poco de saliva

-Si, lo siento profesor.

Salió lo más rápido que pudo, estar cerca de Snape la hacia sentir rara, en un ambiente relajante pero a la vez a la defensiva y es que el profesor era una persona muy respetable entre los profesores y alumnos, una persona muy recta y de fuertes ideales, además de su voz autoritaria todos temían al profesor Snape.

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Espero les guste la historia:))

(Los personajes son de J.K Rowling no me pertenecen)