Un día de siempre
Hace años, hace años
Estuve yo perdida
En un teatro demacrado.
Sé que no presté atención
A la obra presentando
Porque ahí estaba mi musa
En la ventana, contemplando.
Ah, el sol de la tarde
Iluminando sus facciones
Las cortinas tan azules
Enmarcando sus acciones.
Sólo pude verlo reflejado en el espejo
De esa musa inalcanzable eventualmente me alejo.
Ayer, un día de siempre
Veinticuatro horas pasadas
Estuve dando vueltas
En una sala demacrada.
Sé que no presté atención
A la música sonando
Porque ahí estaba mi musa
En la ventana, contemplando.
Esa luz de la mañana
Que infiltrada por la entrada
Hace ver como pintura
El muro a medio destruir;
Y mi musa concentrada,
Tan perdida su mirada,
Me dejó tan cautivada
Que lo tuve que escribir.