"Muevan las industrias" resuena en la radio
Posada en un muro del sur de Bogotá.
Los grumos de cemento en el áspero ladrillo
Hace bastante obvio que el viento la tumbará
Y a nadie le importará.
El dueño está ocupado roncando en su hamaca
Su turno en la obra destrozado lo dejó
Pensar tanto tiempo en aquel edificio
Ya tanto lo abruma que de su casa se olvidó
Y a nadie le importó.
Por más mal que coman aquellos obreros
El jefe contempla, se acomoda el sombrero
No importa si no gana mientras se hace el edificio,
Ya más adelante llegará su beneficio
Y ya no importa, insisto.
El hombre cuando llega no quiere pensar
En su muro grumoso ponerse a arreglar
Está tan cansado tras tanto trabajar
Que si la radio se cae, no lo notará
Y el jefe, que cuidadosamente guarda su sombrero
Ni siquiera se acuerda del nombre del obrero
Siempre y cuando su edificio le haga ganar dinero
Estará tranquilo, estará sereno.