Pensamientos de madrugada

Confrontación

No encuentro las palabras adecuadas para expresar correctamente lo que siento, solo puedo decir desde el fondo de mi corazón, perdón, sé que esto no remedia nada, solo en verdad lo siento, siento haberte usado para huir de algo, de alguien, siento haberte ilusionado, haberte hecho pensar que sentía lo mismo, cuando claramente no sentía algo más que cariño de amigo.
Lo siento por haber sido tan seca, distante y fría, cuando todo lo que tú hacías era darme tu calidez y cariño.
Siento haber roto tu corazón, no me lo dijiste, pero lo pude ver en tu cara, lo escuché en tu voz ese día y lo noté en los siguientes cuando desviaste la mirada cuando te saludé, mis amigos también me lo hicieron saber. No lo merecías, estoy segura de eso, aunque, sin tratar de justificarme, creo que lo buscamos un poco, porque estoy segura que tú sabías, que podías sentir las mentiras en mis palabras, en mis miradas, sé que incluso tus amigos lo veían, ellos mismos dijeron que sabían quién terminaría llorando,  sé que así como yo estaba tratando de engañarme a mi misma y creer mi mentira acerca de que te quería, tú también te estabas engañando tratando de creer esa misma mentira, sé que en el fondo lo sabías, y que, tal vez, creiste que podía cambiar y convertiste en una realidad, pero ambos sabíamos que no iba a terminar bien...
Me encontraste en pedazos, perdida, y destruida, huyendo de como me sentía, y trataste de repararlo, de repararme, de salvarme, pero, yo no quería eso aún, trataste de juntar y pegar todo en un tiempo ridículamente corto, y eso no era posible, yo necesitaba tiempo, ir a mi ritmo, pero tú lo apresúrate y presionarte todo, yo no quería que me salvarán, quería salvarme yo sola
Cerrar bien cada herida y cada puerta, tomará el tiempo que tomará, tú llegaste a colocar banditas y entrecerrar las puertas, pero al cabo de un tiempo todo se abrió, las heridas nunca cicatrizaron, pero ahora la sangre que caía era de los dos.
Ambos nos hicimos daño, yo no supe decir que no a alguien que no quería, estaba hundida en distracciones, en fiestas, en alcohol, mientras menos tiempo estuviera sobria menos podía tener la capacidad de afrontar el dolor que estaba sintiendo, mientras más ebria estaba más podía  evadir la realidad de lo que sentía y huir de mis pensamientos, tú lo sabías, y te esforzaste en mantenerme así porque ambos sabíamos que en la realidad de la que estaba huyendo, lo de nosotros no existía.
No lastimas a quién quieres, no le rompes el corazón a un buen amigo, pero tampoco hundes en un vicio a alguien para que se quede contigo.
Estoy segura que el cariño existía, que incluso el amor se pudo dar, pero no bajo las circunstancias en las que nos encontrabamos, el amor se da naturalmente, no lo obligas a existir.
De todo corazón espero que algún día puedas perdóname, y que ambos sanemos cada pequeña herida, porque independiente de todo, lo merecemos.