FnaF- Arreglando el futuro.

8.La chica de cabello rubio

Una vez Michael firmó el contrato, sonrió internamente, su plan comenzaba. Luego de que saliera del establecimiento se dio cuanta de que aquella mujer lo estaba esperando.

-"Quería hablar contigo un momento"- Gesticulo ella- "¿Puedes tomar un café?"

Michael asintió y comenzó a seguirla mientras conversaban.

-"¿Tienes 17?"- Pregunto él asombrado, en ese momento preciso la descarto completamente de su plan, pero igualmente quería ser su amigo, así que continuó- "Yo tengo 27"

-"Te ves muy joven"- Especulo ella mientras reía- "Mi...Hermana, ella tiene casi tú edad, 25"

Ambos entraron finalmente a la cafetería, miró a la mesa de detrás, un chico de ojos verdes y con pecas que los estaba mirando con una cara triste pero amorosa; ella lo miró y se sonrojo apenas entró y cuando él retiraba la mirada, ella volvía a mirarlo.

-Que telenovela más cliché- Murmuro mientras se levantaba - "Dame un minuto"

El adulto se levanto y se sentó en la mesa del chico mientras suspiraba, tenía que volver a casa rápido, ya no tenía razón para intentar llegar a un acuerdo con la chica, pensaba pagarle porque fingiera ser su esposa, sin nada romántico claro, pero ahora que sabía que estaba enamorada no quería que hubiera malentendidos (Sumándole obviamente el hecho de que era menor de edad).

En esa época las familias incompletas no eran muy bien vista, a excepción claro, de si eras un millonario y hombre; cuando había dinero de por medio a la gente le dejaba de importar, pero cuando no lo había... Podían llegar a ser crueles con Gregory y recordarle a su madre, que al parecer le provocaba un trauma tan solo recordarla, no quería que eso pasará, tenía que evitarlo.

-Ve a hablar con ella- Dijo Michael desorbitando al chico.

-¿Qué?- Pregunto él alterado- ¿Cómo dice?

-No soy su pareja ni nada y no deja de mirarte, al igual que tú no la dejas de mirar a ella- Continúo, el chico se sonrojo muchísimo- Mira, me tengo que ir, no la dejes sola a la pobre.

Michael se levanto y se acerco nuevamente a su mesa, se despidió de la chica y salió del café, aquel chico se puso indeciso, ¿Debía hacerle caso? Luego ambas miradas se cruzaron por unos instantes, haciendo que finalmente se decidiera.

-¡Ho-Hola!- Exclamó nervioso- Soy Bill Manchester, es un placer.

EN CASA DE LOS SMITH

Gregory se encontraba viendo la televisión tranquilamente, los programas eran bastante diferentes a los que él solía ver, estaban en blanco y negro, pero era disfrutable. Se encontraba viendo una telenovela, no llevaba el hilo de la historia, por lo que no entendía muy bien lo que pasaba, pero era interesante de todas formas.

De repente golpearon la puerta, al principió pensó que era Michael, pero su padre le había dicho que él se abriría el mismo...

El niño apago la televisión y se dirigió a la cocina, busco el teléfono, no lo encontraba hasta que vio uno bastante antiguo en la cocina, tenía forma de teléfono antiguo si, y también tenía números, incluso tenía la nota que le había dejado su padre con su número de teléfono ...

-¡¿Cómo se utiliza esto?!- Grito lo más silenciosamente que pudo, si ya había visto el teléfono ese raro que parecía el de Michael al menos tenía teclas, este tenía una especie de rueda rara.

La puerta estaba siendo aporreada mucho más fuerte, así que el niño decidió pasar al plan B, se dirigió al cuarto de su padre y se dirigió a la mesa de noche mientras buscaba.

-Bingo- Susurró el niño sacando su pistola habitual junto con una de verdad- Esto servirá...

Inmediatamente después, pudo oír un golpe bastante fuerte, la puerta había cedido.