Capitulo 9

37 2 0
                                    


POV Lisa
Sentí que tenía quince otra vez. Jamás dejaría de impresionarme por ver a Jennie cantar. La forma en que la mayor era capaz de perderse en la música y la letra era algo único. No podía evitar asombrarme. A pesar de que la he visto en concierto hace no mucho, esto era diferente, íntimo y personal. Conocía cada una de sus canciones pero la que cantó en la cafetería era una nueva.                      

La gran diferencia entre verla actuar ahora y verla actuar en la época rookie, era la tristeza que Jennie mostraba. Ella no era la segura y bocazas adolescente de la que me enamoré. La mujer que alzaba esas altas notas era trágica y hermosamente vulnerable. Su exterior usualmente inaccesible desaparecía con cada nota. Podías sentir la emoción en las silabas que escapaban de su boca, y una parte de mí estaba aterrada de que estuviera enamorándome de ella de nuevo.                   

Escuchando la letra, caí en la tentación de preguntar sobre quién escribió esas conmovedoras palabras. No solo me emocionó eso, su voz se debilitó al final. No me miraba, en realidad no miraba a nadie mientras cantaba, pero en cuanto abrió sus ojos atrapé su mirada. No estaba segura de que estaba pasando por su cabeza pero inmediatamente se paró y quiso abandonar el escenario.                      

La vi buscar algo pero no pude actuar con rapidez suficiente para darme cuenta de que estaba pasando. Sus ojos se pusieron blancos antes de que cayera. Mis ojos se abrieron de par en par y corrí lo más rápido que pude, empujando algunas sillas en el proceso.                    

"¡Jennie!" grité y me arrodille al lado justo cuando la camarera llegó. "¿Me oyes?", pregunté con voz temblorosa, posando su cabeza en mi regazo.                     

Se golpeó la cabeza bastante fuerte y comencé a entrar en pánico por si se había dañado seriamente. No había sangre pero aún así pudo tener una contusión.                    

"¿Alguien puede llamar una ambulancia?" me las arreglé para decir pero Jennie movía los párpados.                     

"No..." murmuró y muy lentamente abrió los ojos. El alivió se apodero de mí pero ella seguía confusa. "Sin ambulancia... estoy bien", la mayor siguió hablando y yo no podía creer que aún cuando se trata de pedir ayuda fuera tan testaruda. Por suerte estaba algo lúcida, y se las arregló para mirarme a los ojos.                    

"Estoy bien", repitió porque seguramente mis ojos reflejaban mi preocupación.                  

"Has dicho eso tantas veces que ha perdido el significado", dije suavemente porque ella estaba lejos de estar bien. Pero tampoco quería presionarla.                    

"Estaré bien en un par de minutos. No es la primera vez que pasa", Jennie confesó haciéndome fruncir el ceño.                     

"¿Eso se supone que debe tranquilizarme?" Sus labios formaron una pequeña sonrisa, y sin poder aguantarme tomé un mechón de pelo y lo puse detrás de su oreja. Su sonrisa se amplió y me alivió aún más. Todavía quería llamar a la ambulancia, pero seguía siendo testaruda, como siempre. Así que esperamos un par de minutos hasta que estaba lo suficientemente bien como irnos. No tenía sentido quedarnos más tiempo porque Jennie necesitaba descansar. 


Esta vez ella no habló y terminamos conduciendo hacia la mansión en completo silencio. Esperaba encontrarla dormida, pero en vez de eso miraba por la ventana. No era un silencio incómodo. No sentía correcto hablarle cuando estaba obviamente sumida en sus pensamientos. Al llegar a su  casa caminé hasta la puerta aún muy preocupada.                     

Do I wanna know?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora