Alfonse sabía que no debía haber venido a aquella fiesta.
La fiesta es de gente que conoces, seguro que te lo pasas bien, Al.
Y un cuerno.
La música estaba a todo volumen, la gente chillaba y bebía. Típico de aquellas fiestas en las que solamente se iba a socializar. Pero Alfonse se le daba fatal socializar. Sólo estaba ahí por su amigo (Bueno, su ex-novio y su único amigo que conservaba de la infancia) Zacharias. Suspiro levemente, viendo que el rubio se había marchado a hablar con unos amigos y lo había dejado ahí, con su bebida y con ganas de fumar (o largarse a jugar el videojuego el que había dejado a medias, o el libro que tenía que terminar, no sabía cuál de las dos). Volvió a suspirar, mientras hacía una mueca. Dio un buche de su bebida, mirando el ambiente de la fiesta. Era un apartamento, y estaba bastante lleno.
El anfitrión lo conocía de lejos, puesto a que era de clases inferiores y se veían poco (porque a fin de cuentas, Alfonse siempre iba a su bola) pero era conocido por sus fiestas. Carlo Everdarsen era un personaje con todas las letras, junto con tres hermanos menores, que había visto muy de vista.
El pelinegro decidió darse un respiro en algún lugar apartado, a intentar fumar. Busco al anfitrión con la cabeza, encontrándolo rápidamente.
-¡Everdarsen! - Le chillo, haciendo que el joven de cabellos morenos se girará a mirar quién lo estaba llamando. Entonces, se movió hacia donde estaba.
-Hombre, Lífsson, creía que no te iban estás fiestas - y en aquella contestación, Alfonse recordó de nuevo que era un capullo.
- ¿Dónde tienes un sitio para fumar? - preguntó, directo.
- Tienes en la zona de la piscina o en la habitación de invitados, como más te guste - replicó, mientras señalaba - Es ahí al fondo a la derecha. Y si quieres follar con alguna, el de invitados también está disponible - Alfonse no supo como aguantó aquel cometario. - Un gusto verte, tío.
Alfonse simplemente asintió, moviéndose por el pasillo hasta llegar a donde estaba la susodicha habitación, alejándose un poco de la música y el ruido. Este abrió, cerrando la puerta tras de sí, apoyándose en esta y dando un suspiro. Luego parpadeo. Había alguien ahí. Estaba sentada en una de las sillas, con una Nintendo Switch (la versión de Animal Crossing, para ser exactos) y parecía nada atenta a la realidad. Su cabello rubio fresa, destacaba. Esta levantó la cabeza, tal vez ya dándose cuenta, de que no estaba sola.
Por su vista, la muchacha no parecía mayor que él, y además, parecía que no le gustaba la fiesta. Alfonse parpadeó, le sonaba de algo y no sabía de qué.
- ...Si quieres fumar, puedes ir al balcón - le indicó, con una voz suave, tímida. Alfonse simplemente asintió, mientras se moría por curiosidad de preguntarle lo que estaba jugando. Este se movió, sacando el tabaco para desquitarse de lo que sentía. - Eres nuevo por aquí, ¿De que conoces a mi hermano? - Alfonse parpadeó.
- ¿Everdarsen es tu hermano?
- Bueno, medio-hermano. Soy la mayor - contestó, volviendo a la consola. - Mis padres se divorciaron cuando tenía ocho años. Me mudé con mi madre pero volví hace un año. En teoría, venía a cenar como todos los fines de semana con mi padre, pero se fue de fin de semana con mi madrastra y por eso Carlo está haciendo esta fiesta. No tengo coche para volver, así que... - murmuró, mirando a otro lado.
- ... Nunca supe que tenía una hermana mayor.
- No uso el apellido Everdarsen - luego hizo un gruñido. - Maldito santuario... - murmuró, mientras seguía a lo suyo.
-¿Zelda? - preguntó, casi sin poder evitarlo. La muchacha levantó la cabeza, como si estuviera emocionada de que alguien entendiera lo que estaba haciendo. Alfonse dio una calada.
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𝘓𝘢𝘷𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳 𝘏𝘢𝘻𝘦
Fanfiction✧--➣ 𝙵𝙸𝚁𝙴 𝙴𝙼𝙱𝙻𝙴𝙼 𝙷𝙴𝚁𝙾𝙴𝚂. [𝙰𝚕𝚏𝚘𝚗𝚜𝚎 𝚡 𝙵𝚎𝚖! 𝙺𝚒𝚛𝚊𝚗] ✧--➣ 𝚄𝚗𝚒𝚟𝚎𝚛𝚜𝚘 𝙰𝚕𝚝𝚎𝚛𝚗𝚊𝚝𝚒𝚟𝚘. Alfonse sabía que no debía haber ido a esa fiesta. Pero el destino le tenía algo preparado. En forma de alguien de cabell...