Capítulo 1: Introducción

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Salem, 1653

La ciudad de Salem, Massachusetts, estaba tranquila y en calma, con los aldeanos ocupados en su día, ocupándose de sus propios asuntos.

Una niña incluso saltó hacia una mujer y le entregó algunas flores con una dulce sonrisa. Sí, todo fue perfecto ese día en Salem.

"¡Fuera de mi camino!"

... Hasta que dejo de serlo.

Un joven pisoteó el camino de Salem, empujando a cualquiera que bloqueara su camino.


"¡Muevanse!" Gruñó, empujando a algunos niños fuera de su camino.

Todos jadearon y se hicieron a un lado, no queriendo encontrarse con la ira del chico.

Una anciana salió de su casa y solo dio unos dos pasos cuando el niño la pasó. La mujer jadeó y se volvió hacia la puerta principal. "Bueno, eso fue suficiente para mí hoy." Se dijo a sí misma.


El chico continuó con su diatriba, tirando canastas de las manos de la gente, y empujando a la gente a un lado, mientras los aldeanos jadeaban y susurraban cosas de él.


"Winston Sanderson." exclamó alguien.

El chico se abrió paso entre otro grupo de personas y marchó por el camino de tierra.

Era un joven de 16 años, tenía el cabello rojo rizado y caninos largos que parecían colmillos. Estaba vestido con ropa tradicional de 1600 y tenía el ceño fruncido grabado en su rostro.

Winston Sanderson llegó a su casa, abrió la puerta y la cerró de un portazo.

....

Una vez dentro, se quitó el sombrero y se dio la vuelta para ver los rostros de sus dos hermanas, Sarah y Mary. Sarah era una chica bajita con cabello rubio y rizado, y Mary tenía cabello negro que estaba escondido debajo de su sombrero que se enroscaba en la parte superior y su labio inferior estaba inclinado hacia un lado.

Estaban sosteniendo una pancarta de tela que tenía las palabras "Bless-ed Birthe Day".

"¡Sorpresa!" Las dos chicas exclamaron.

En lugar de estar agradecido, Winston parecía enojado.

"¡Este es el peor día de mi vida!" Él declaró.

Las hermanas entraron un poco en pánico y arrojaron la pancarta a un lado. Esta definitivamente no era la reacción que esperaban. Aún así, intentaron salvarlo y animarlo.

"Pero Winnie, mira lo que hemos hecho". Sarah la más joven dijo emocionada.


Señaló la mesa sobre la que había un plato con algo rojo y que se movía.

"Descubrí que si mueles pezuñas de cerdo y las mezclas con agua, se crea una sustancia viscosa misteriosa". Ella se rió. "Entonces Mary tuvo la maravillosa idea de mezclar una gota de sangre de cabra. Y mira, se mueve. Aquí, mira".

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