Si deseas una reseña y una crítica para tu historia, este apartado es para ti.
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Reina Boudica, es una escritora de 25 años de edad, que posiblemente sufra del apasionante amor a la mexica: De cumbia, huapango y son; caballo, bota, y sombrero; tequila, tabaco y ron. Claro, son solo especulaciones, pero lo que sí puedo afirmar es que proviene de la tierra del mariachi: México. Abogada de profesión, y estudiante de informática y de idiomas. Pero como toda persona talentosa, tiene otro tentáculo: ser comerciante.
Eso nos habla de que posee una lengua tan ávida como su escritura. Un abogado que no hable y que no redacte, es hablar de un gato que ladre y tenga plumas en vez de pelaje, o de la semejanza de un escritorio y un cuervo, como la comparación que hace nuestro querido Sombrerero Loco a la bellísima Alicia.
Por supuesto, como siempre, me volví un acosador y tuve la necesidad de indagar más sobre el autor, intentando conocer su mente sobre lo que plasmaba en su historia, mientras analizaba el contexto de su propio "ser". Todos sabemos que, aunque contemos una historia de fantasía, y, aunque esta no revele quienes seamos, no significa que no posea elementos de lo que somos. En realidad, el manuscrito de un autor revela más de quién es y de sus pasiones, que lo que puede decir de sí mismo con la boca. Y aun asi, todo lo que pueda mostrar en su texto hacia sus lectores, puede ser una mentira, y de la misma manera está mostrando la esencia del autor. Un buen mentiroso. ¿Complicado? ¡Claro que no, vuelve a leer este párrafo si no lo has entendido!
Como muy bien la autora lo dijo en nuestra larga conversación, y pese a que la historia trata de una aventura —yo no diría uno, tampoco dos, sino de muchos personajes—, la línea delgada que hay entre lo que consideramos "el ser" de los personajes, en realidad, son elementos simbólicos sobre el aspecto de la vida en diversas situaciones. Es decir, todo elemento satírico, figurado, alegórico, ególatra e incluso narcisista, que los personajes puedan presentar, tienen hilos propios de la mente del autor ante las mismas situaciones —incluyendo procesos psicológicos de sus propios amigos que, entre burlas, nació esta historia—, solo que, sin demonios, brujos, elfos y otras criaturas fantásticas ¿O sí?
Como sea, Sangre y Acero, es un libro interesante, con un fuerte carácter. Con un dominio narrativo impresionante, tomando en cuenta que fue escrito con tan solo diecisiete años. Puede que sea exagerado, pero es una hazaña impresionante. No solo por el mero hecho de contar una historia, sino por la capacidad de pensar en un mundo diferente —pese a estar abrumada con este tipo de literatura y que algunos consideren que sea obvio por ese hecho—. Los escritores más experimentados saben que se necesita de ingenio, talento, imaginación y mucho tiempo de reflexión filosófica para poder crear un mundo fantástico, aunque se consuma material del mismo. Sí, es cierto que leer libros del género ayudan, pero deslastrar esto para volver algo único y diferente a lo que ha leído, es definitivamente otro nivel.
