𝐀𝐌𝐀𝐏𝐎𝐋𝐀𝐒

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Lisa todos los viernes le llevaba las mismas flores a su Omega.

Lisa todos los viernes llevaba a la linda Omega a comer al mismo restaurante.

Lisa todos los viernes le recordaba lo mucho que la amaba.

Pero ¿por qué todos los viernes?

La alfa y la Omega se conocieron un viernes, curioso ¿no? Para Lisa ese día era especial, por ello siempre le daba las mismas flores las cuales la Omega amaba, las amapolas.

El día se su primer encuentro lisa fumaba afueras del local de comida, se encontraba tranquila dándole una calada más a su cigarrillo sabor cereza cuando percibió un sonido a su lado derecho, la Omega tocia mientras agitaba su mano para que el humo del cigarro no llegase a su nariz, esto hizo a la alfa sentir algo mal por lo cual apagó su cigarrillo arrojándolo al suelo para después aplastarlo con la fina suela de su zapato, recogió el resto de él para depositarlo en la basura, entró al local mascando un chicle de menta, se sentó al fondo donde suele sentarse con frecuencia, mientras esperaba ser atendida observaba como la Omega conversaba animadamente con su amiga la mesera.

Lisa frecuentaba el local pero nunca había visto a esa pequeña Omega de linda sonrisa.

Los días pasaban y la alfa se dió cuenta que Omega también frecuentaba el local de su amiga así que intrigada le preguntó a esta para saber sobre ella.

—¿Quién es ella?

—¿Hablas de Jennie?

—¿Así se llama?

—Jennie es la amiga de la que te conté, la que regresaba de Londres

Irene y Jennie fueron muy buenas amigas desde la infancia, pero la Omega menor se fué a estudiar la universidad a Londres debido a una beca, ahora estaba de regreso

—Es linda 

—¿La alfa Lalisa Manobal dice que mi amiga es linda? Wow eso es nuevo lisa 

Lisa sonrió de lado, no negaría que desde el primer día que la miró le pareció una Omega realmente hermosa, quería conocerla pero no sabía con qué excusa acercarse 

—¿Cuántos años tiene?

—Veintitrés 

— Es solo un año mayor 

—Y estás de suerte está soltera

Esas palabras alegraron a la alfa interesada 

—¿Cómo puedo acercarme a ella?

—A Jennie le encantan las amapolas, regale una de esas 

—No puedo llegar y dársela así como así 

—No pero puedes dejársela en su mesa o mejor aún yo puedo dársela por ti 

—¿Le dirás que es de mi parte?

—No exactamente, le diré que una alfa se la envía y listo 

—Me agrada tu idea 

—Obvi 

Al día siguiente al regresar de la universidad lisa paso a la florería a comprar tres amapolas, pidió que fueran envueltas cuidadosamente en un papel oscuro, también escribió con una perfecta caligrafía unas palabras

"Es la primera vez que mis ojos se deleitan con una bella Omega como usted".

Lisa llegó al restaurante y le entregó las flores a Irene mientras ella se fué a sentar a su mesa, pidió un café con leche de almendras para esperar, cuando la Omega ingreso al local noto como está tenía una mirada triste y no pudo evitar preocuparse, tenía la esperanza que sus flores animarán a la Omega.  

𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 𝐎𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora