𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 𝐎𝐒

Juntas Otra Vez

Ambas sabíamos que esto estaba por culminar, la realidad era cruel y despiadada pero eso es lo que era, la realidad.

La cruda y verdadera realidad es que Jennie y yo ya no estamos en nuestro mejor momento, pasamos de amarnos con locura a sentir un despreio y coraje la una por la otra, nos convertimos en nuestras propias enemigas.

Las cosas comenzaron amarchar mal desde hace seis meses, ambas intentamos cambiar pero no lo conseguimos, cada vez estábamos peor, dormir en casa de mis pares y amigos se había vuelto una costumbre, ver llorar a Jennie también.

—Sabes lisa, odio meterme en los problemas ajenos pero se trata de mi hermana así que seré directo—Me encontraba tomando un café con mi cuñado, Taehyung, se lo que quiere decir, quiere que deje a Jennie.

—Te escucho —Me cruce de brazos para escuchar lo que ya se.

—Dale el divorcio y termina con ésto —Sabia que esto me diría pero aún así no dolió menos.

—¿Y que si no?.

—Lo único que haces es postergar su sufrimiento, el de ambas Lalisa, sabes más que nadie que Jennie y tú ya no se aman como antes, conoces las razones por las cuales te pido ésto —Entonces él también la miro llorar hace días.

—Creeme que busco una salida a todo ésto pero no encuentro otra salida además del divorcio —Realmente me duele pensar en dejar a Jennie, se que podemos salir de éste conflicto tan enorme.

—Entonces dale un tiempo, vete de viaje o no sé pero deja a Jennie sola un tiempo.

—¿Para qué quieres que haga eso?.

—Así se darán cuenta si aún se necesitan o están mejor solas.

—No entiendo.

—Mira Manobal, si se dan un tiempo podrán reflexionar en paz y a solas, se darán cuenta si aún se aman y si aún quieren permanecer juntas —Tal vez mi cuñado tenga razón.

—¿Crees que Jennie quiere esto?.

—Lo quiera o no tienen que hacerlo, es por el bien de ambas —Darnos un tiempo...

Después de la corta charla con Kim me retire del local para poder irme a casa, tenía que pensar bien las cosas y cambiar lo que tenga que cambiar con tal de no perder a Jennie.

Durante la caminata a casa pude reflexionar un poco, tal vez darnos tiempo no sea tan mala idea, un mes será suficiente para pensar bien las cosas y si es lo que realmente ambas queremos hacer, desintegrar un matrimonio de siete años no es un proceso fácil y mucho menos asimilarlo.

Tal vez si nos alejamos un tiempo podemos darnos cuenta de que es lo que en verdad queremos, continuar juntas o en el peor de los casos, dejarnos ir.

Al llegar al edificio dónde vivo con Jennie me percate que el día estaba demasiado deprimente, lluvia, clima húmedo pero fresco, este tipo de días le fascinan a Jennie, tomar café mientras lee un libro en días de lluvia es una de sus miles de cosas favoritas, al entrar al departamento note demasiada calma, esté tipo de ambiente no me gusta y más cuando estoy por hablar de un tema muy delicado para ambas.

—¿Jen? —Grite su nombre para saber si estaba en casa, camine por las escaleras con la intención de revisar nuestra habitación.

Al entrar pude confirmar mi sospecha, efectivamente, estaba dormida con un libro en mano y una taza de café vacía, el café suele relajar a Jennie y leer aún más así que tomar café y leer significa dormir toda la tarde y en la noche estar hiperactiva, cuando suele estar hiperactiva por las noches le gusta jugar a las escondidas, a pesar de tener veintinueve años, Jennie adora jugar a las escondidas y a mi me encanta jugar con ella a pesar de estar cansada.