𝐒𝐍 | ❝Cuando yo pensé que no tenía nada me aferraba a vos, y eso me hizo seguir.❞
━ Dónde Emiliano y Roma se conocen a los diecisiete y viven todo juntos, incluyendo la selección argentina.
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en recompensa a mi inactividad pensé en darles está excepción, dónde les voy a mostrar la vida de roma y emi en el presente junto a la selección. gracias y perdón por haber desaparecido ♡
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━ No, corazón de arroz, ya te dije que ese es un corazón coreano. ━ Repitió por décimo quinta vez, con la paciencia por las nubes. ━ Coreano, no chino.
━ Pero les va a gustar. ━ Emi replicó, pasando un brazo por los hombros de la morocha para estar más cerca mientras esperaban a que los demás llegaran.
Hasta ahora eran pocos los que estaban en el predio de la AFA; el cuerpo técnico y unos pocos como Tagliafico, Acuña, Montiel eran los únicos que estaban en el comedor del lugar.
Roma ya le había mandado quinientos mensajes a su suegra preguntándole por sus bebés, pero por otro lado estaba un poquito contenta de tener unas minis vacaciones con su marido, solos.
Bueno, solos.
━ ¡Roooooooomaaaaaaaaaa!
Cuando no tenía que hacerse cargo de sus hijos, se tenía que hacer cargo de otros dos.
Por suerte, Julián todavía no había llegado, pero Enzo sí, que soltó sus valijas y la agarró para darle un abrazo desesperado. ━ ¿Todo bien? ¿cómo estás? te tengo que andar preguntando porque no me contestas los mensajes, ciruja.
Ella se rió y le hizo el típico gesto con la muñeca. ━ ¿Qué decís? te contesté los de ayer.
━ Los de ayer, pero no los de hoy. ━ Contestó Fernández, acercándose para abrazar al Dibu. ━ ¿Y, los nenes cómo andan?
Charlaron un poco y a Roma todavía la shockeaba como este ser vivo que bajo su vigilia se comportaba como un nene, tenía su propia bebé y estaba en camino uno más.
Fue cayendo gente al baile, como dice el dicho, y todos se fueron sumando alrededor de la morocha, saludandola feliz de que ella los acompañe, siendo una más.
Alejandro Garnacho estaba sentado al lado de Paredes, y era callado, ella le había sacado un par de palabras pero no quería sofocarlo, recordándoles un poco de como solía ser ella antes de conocer lo que es ser querida.
Todos se dieron vuelta cuando la puerta del comedor se abrió y pasó el último (sin contar a Julián que venía después por culpa de la Champions) en llegar; Lionel Messi.
