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Yoongi lo observó con superioridad, la lengua del omega recorriendo la extensión de su pene con las mejillas sonrosadas y sus pupilas dilatadas por el placer. Jin parecía casi hipnotizado teniendo el pene del alfa en su boca, sus labios se cerraron completamente alrededor del eje contrario, la punta de su polla chocó contra la garganta del omega, quien solo gimió al sentir la dureza del castaño.

—Joder, Jin. —Sus dedos se enroscaron en los cabellos azabaches del omega, observó su cuerpo desnudo y su culo siendo estimulado por el vibrador una vez más. —Eres tan jodidamente caliente....

De pie al filo de la cama, Yoongi observó el desastre que había creado frente a él. Las gotas de sudor resbalaban por la espalda desnuda del omega, sus mejillas se ahuecaron al recibir por completo al castaño y las embestidas iniciales. Las manos de Kim detrás de su espalda, arrodillado sobre las sábanas de la cama, inclinado perfectamente sobre la entrepierna del alfa.

—Quiero joder tu boca, bebé. —Sus ojos miel lo observaron, la lujuria pintando las pupilas ya dilatadas. —Quiero hacerlo rápido, como si jodiera tu culo.

No tuvo que recibir una afirmación, la cabeza de Jin fue moviéndose con más velocidad, su lengua recorriendo cada parte de la polla de su alfa, y su culo siendo estimulado constantemente por aquel vibrador. Las sensaciones estaban matándolo, en cualquier momento iba a correrse y lo único que deseaba era acariciarse el miembro para liberarse, pero con sus manos atadas con la correa del alfa, no podía hacer nada.

Yoongi tomó el control, la velocidad impuesta causó un mar de sensaciones en ambos. Dirigió su cabeza hacia atrás y trató de controlarse para no correrse tan prematuramente, pero, mierda, la boca de Jin era la puta gloria. Sus labios rellenos y suaves siendo follados de esa manera y su lengua recorriendo su miembro, chupándolo y deleitándose con él; el alfa juraba que en cualquier momento se hallaría llenando esa boquita con su esperma.

Yoongi lo observó con superioridad, la lengua del omega recorriendo la extensión de su pene con las mejillas sonrosadas y sus pupilas dilatadas por el placer. Jin parecía casi hipnotizado teniendo el pene del alfa en su boca, sus labios se cerraron completamente alrededor del eje contrario, la punta de su polla chocó contra la garganta del omega, quien solo gimió al sentir la dureza del castaño.

Y era cierto, su omega lo deseaba. Deseaba sentir a su alfa piel contra piel, sentirse protegido en sus brazos y ser reclamado por él. Yoongi también lo deseaba, tener al omega en sus manos, sentirlo profundamente y anudarlo hasta que terminara durmiendo en sus brazos.

El castaño se inclinó a él, sus labios atraparon los del omega y lo sostuvo entre sus brazos. Con dedos ágiles, desató sus manos y dejó que el omega lo acariciara cuanto quisiera. Sus lenguas se juntaron, danzaron al ritmo que ellos impusieron y sus cuerpos se acercaron aún más.

—Te deseo tanto... —Murmuró entre el beso. El omega sonrió levemente y quitó la camisa del alfa.

—A-Alfa...

Sus dedos recorrieron la piel del alfa, sus músculos se tensaron ante el roce y los labios del omega paseándose con sensualidad sobre su cuello y pecho. Yoongi recorrió sus hombros, clavículas y pezones con la lengua, sus labios se cerraron ante ambos botones, Jin gimió alto, mientras acariciaba el cabello castaño de su amante, largos minutos pasaron, el alfa recorrió cada parte de su cuerpo con los labios, se vanaglorió de lo delicioso y hermoso que era su omega.

Abrió las piernas contrarias, besó cada muslo y dejó marcas rojizas en ambos.

—Ahhhhg.... —El castaño presionó un dedo en su entrada, Jin estaba listo para recibirlo, podía sentirlo. —Y-Yoongi...

—Serás mío, Jin. —Alineó su miembro contra la entrada del azabache, Jin se retorció bajo él al sentir la punta de su polla presionando contra él. —Aunque seas un caprichoso y engreído, serás mío.

—A-Alfa... —Acarició el rostro del castaño, sus pulgares recorriendo las mejillas ajenas con suavidad y cariño. —Mi alfa...

Aunque era una promesa apresurada, sus lobos habían hablado por ellos. Ambos se reconocían como destinados y, por mucho que sus lados humanos lo negaran, no podían hacer nada en contra de su emparejamiento divino.

El castaño se adentró en él de una estocada, las paredes interiores del azabache rodearon su polla, un gemido salió de sus labios al sentirlo tan estrecho y dispuesto a él. Jin arqueó su espalda al sentirlo, tan duro y grande, tan ansioso de follarlo y anudarlo.

Las embestidas empezaron, los dedos del alfa aferrándose a los muslos del más bajo, yendo más profundo, más rápido y certero. Jin gemía sin control, su labio inferior siendo constantemente atrapado entre sus dientes con la intención de acallar sus sonoros gimoteos y su culo moviéndose al ritmo de las embestidas. Yoongi estaba follándolo sin piedad, sus ojos reflejando la lujuria y excitación que sentía al estar dentro suyo, sus labios atrapando los suyos cada vez que aumentaba la velocidad y arremetía contra él.

La liberación de Jin se dio minutos después, tanta intensidad estaba matándolo. Yoongi no dejó de ir contra él, su polla realmente dura buscaba su liberación insistentemente. Sintió las paredes del omega apresarle aun más al sentir su orgasmo explotando. Un gruñido sonoro salió de sus labios y su esencia se derramó en el interior de su compañero. Jin volvió a gemir, su orgasmo siendo prolongado por varios minutos más, el nudo instalándose en los más profundo de él y sus cuerpos uniéndose como nunca lo habían hecho anteriormente.

—Yoonie... —Ronroneó mientras abrazaba el cuerpo de su alfa, restregando su mejilla en el pecho contrario.

—Tenemos que esperar un poco, bebé. —Jugueteó con su cabello mientras reposaba sobre el omega, su cuerpo sobre el del azabache.

—Quiero tu marca, alfa... —Yoongi se volvió, sus ojos color miel habían cambiado, no era Jin quien hablaba, era su omega interno. —M-márcame...

Esa era la parte que había intentado evitar todo aquel tiempo. Sus colmillos estaban picando por clavarse en la curvatura de su cuello, pero no podía precipitarse de esa manera. Compartir el celo era una cosa, pero marcarlo era otra muy distinta. No quería hacerlo, era demasiado pronto. Aun no ordenaba sus sentimientos, no tenía la certeza de que en verdad amaba a Jin, quería tomarse su tiempo antes de tenerlo como su omega de por vida.

—A-Alfa...

Por mucho que su lobo lo deseara, Min no lo hizo.

Quería tomarse su tiempo, quería conocer mejor al omega y, tal vez, pedirle formalmente que fuera suyo. Sin celo de por medio, sin influencia de sus lobos, solo ellos dos.

Así que, en lugar de marcarle, se dedicó a besar su rostro constantemente, causando las risas del azabache y sus besos robados. Sabía que aquello solo era el comienzo, tenían una noche larga para satisfacerse mutuamente. Y no iban a desaprovecharlo.

Min sonrió internamente mientras volvía a besarlo y el sentimiento de esperanza se instaló en su pecho. Tal vez, solo tal vez, Jin no era como su ex novio.



𝙄 𝙬𝙖𝙣𝙩 𝙞𝙩, 𝙄 𝙜𝙤𝙩 𝙞𝙩┊𝙎𝙪𝙟𝙞𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora