¿Cariño?| 005

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Juan salió de la biblioteca lo más rápido posible. Era un estúpido, el sabía que Rubius ya tenía pareja, pero por alguna razón le hacía ilusión volver a encontrarse con el... ni siquiera sabía por que le hacía ilusión, ese azabache ya le había hecho mucho daño, el fue el causante de que su relación terminará, pero el hecho de que sea tan guapo hacía que lo quiera con el.

Con lágrimas en los ojos, corrió hacia su habitación, lo único que quería es llegar ahí, recostarse en su cama y llorar, como solía hacer siempre.

Ya ni siquiera sabía si odiaba a ese tipo o aún lo amaba pero no lo podía aceptar, no quería volver a sufrir con alguien. No más.

Lamentablemente, no sabía si querría tener alguna relación de nuevo, siempre era lo mismo.. Amor, problemas, engaño y ruptura. ¿Acaso no hay alguna persona que no es una mierda? Quería comprobarlo, quería creer de nuevo en el amor.

Llegando a su habitación, con rapidez sacó sus llaves y abrió la puerta bruscamente. Corrió a su cama, se cubrió con la sabana y se acostó en posición fetal.

Como pudo caer de nuevo en los encantos de ese oso, sabia que el era una puta zorra, que seguramente engañaba a su nueva pareja por diversión. Lo que siempre hacía y lo sabía, pero por alguna razón se volvió loco cuando lo vio, como si nunca le hubiera hecho nada, como si nunca lo hubiera engañado.

Ahora lo único que podía hacer era llorar hasta que sus ojos quedarán rojos e hinchados, hasta la madrugada.

¿Por qué justo cuando nesecitaba a sus padres, ellos no estaban para ayudar? Todo iría bien con ellos...

La puerta de la habitación se abrió bruscamente. Era Spreen, al parecer buscando a Juan.

-Che, ¿estas aquí gafotas? -

La habitación estaba obscura. Luces apagadas y persianas cerradas, totalmente obscuro. Spreen pudo identificar un bulto en la cama de su compañero, seguramente era el.

-¿Juan? -

-¿Si?.. -

El azabache pudo identificar la voz entrecortada del castaño, sabia que el no estaba bien..

-¿Estas bien? - Dijo, mientras se acercaba poco a poco a el.

-Si, vete por favor. -

Juan seguía ocultando su rostro en la sabana, sabia que si se la quitaba, el oso empezaría a burlarse de el por "llorón". O bueno, eso pensaba el.

Spreen se sento en la esquina de la cama. Podía ver como estaba acostado por su silueta. Sabía que el no se encontraba bien, y tal vez no era su amigo más cercano, pero el había pasado por algo similar. Hace días había escuchado a este llorar por las noches, pero no había tenido el valor para preguntarle que ocurrió. Solo quería ayudar.

El castaño quedó confundido, pensó que le iba a hacer algo, pero no, solo se sento en su cama y se quedó en silenció. ¿Acaso trataba de ayudar?..

-¿Queres hablar? - Pregunto en voz baja.

No recibió respuesta, solo un largo silenció, pero no era incómodo, solo un silencio.

-¿Qué quieres oso, molestarme? -

-Juan.. se que no estas bien, desde que llegamos aquí te he escuchado llorar por la noche. Aparte, tus amigos me dicen que tu eres muy bueno en clase, pero ahora te la pasas distraído o dibujando. Se que no me tenes tanta confianza, pero puedes abrirte conmigo, todo se quedara conmigo y no le contaré a nadie. Puedes confiar en mi.. -

Lo más cursi que había dicho hasta el momento.

Juan se quedó pensando un momento. Tenía miedo de lo que podría pasar, el tenía razón, no le tenía tanta confianza, pero a la vez, con esas palabras se sentía seguro..

¡Oh! Again! 《Au Spruan》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora