39.- Yo también tengo un corazón.

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Fui a molestar a Rin. Si no podia dormir por culpa de él pues él tendría que atenerse a las consecuencias. Además fui a pedirle ayuda a Sae porque es el mayor del grupo... Pero no se despertaba el cabrón. Y ni de coña iba a quedarme a dormir con Shidou, ese está medio loco.

No toqué la puerta antes de entrar, la abrí con delicadeza y entré en la habitación. Me arrodillé al lado de la cama a la altura de Rin y lo meneé un poco mientras lo llamaba por su nombre.

– Rin... Rin... -- Él solo se quejaba mientras se giraba para volverse a dormir. – Vamos, Rin...

– ¿Que quieres, tonta...? -- Preguntó ya harto de que lo molestara.

– No puedo dormir... ¿Puedo dormir contigo?

Eso pareció pillarlo desprevenido. Él se levantó de golpe de la cama. Y me cogió de los hombros. Me chilló susurrando.

– ¿ENSERIO? Quiero decir... ¡¿Estás loca?! ¿Porque yo...?

– Bueno... Es tu culpa que yo ande cagada! También es que... Sae no me hizo caso cuando fui a despertarle... Y Shidou... No quiero dormir con Shidou. -- Le expliqué con tranquilidad. – Además... Tú fuiste el primero en llegar y al que invite a pasar la noche. Los otros dos se acoplaron y me dio penilla dejarlos bajo la lluvia. No soy tan mala, ¿Sabes?

– Si ya, te creo... -- Dijo sarcásticamente.

– ¡Hey! ¡Que no soy tan mala! -- Le repliqué de vuelta.

Él suspiró acostándose de nuevo pero dejándome un hueco. Él palmeó el espacio que me dejó indicándome que podía dormir a su lado... Su aire era melancólico y triste...

– Entonces... ¿Fuiste antes con Sae que conmigo? -- Preguntó haciendo alusión a como intenté dormir con Sae primero.

– No lo malinterpretes, pensé en ir con él primero porque es el mayor de los cuatro. -- Le contesté restándole importancia. – Aunque no sabía que tenía el sueño tan pesado, jajajaja.

– Siempre ha sido así... De pequeños también solía ir a dormir con él cuando tenía miedo y nunca se despertaba para atender mis temores. Le solía pintar mucho la cara de pequeños y le hacía muchas bromas por culpa de su tan pesado sueño. -- Su voz era más suave, era como si me invitará a dormirme escuchándolo.

Él pareció notar que el cansancio me podía. Sus brazos abrazaron mi cuerpo mientras su voz se apagaba dejándome solo escuchar sus suaves respiraciones y sus dulces latidos. Era un momento muy bonito... Esa noche dormí como un ángel.

...

[P.O.V: Itoshi Rin]

...

Ella estaba totalmente dormida en ese momento... Me pregunté... ¿Porqué ella me estaba haciendo eso a mí? Quiero decir, ella sabía que yo la quería... Entonces, ¿Porqué me provocaba? ¿Porque me besó?..

Ella era bonita... Ella era inteligente... Claro que sabía que nos tenía a casi todos a sus pies... Mi mami nos dijo que la dejáramos explorar... Pero... ¿Qué tanto tenía que dejarla seguir? ¿Qué tanto daño debía dejarle hacerme...?

Y aunque me hiciera daño, allí estaba yo, abrazándola contra mi cuerpo. Protegiéndola de la noche... Amándola...

Esa fue una noche horrible... No podía dormir... No podía ni siquiera moverme para desahogar mi rabia frente a mis tontos pensamientos... Solo lloré y lloré por la frustración mientras me aferraba a su pequeño cuerpo como si fuera mi única ancla en esta dolorosa realidad...

Los pájaros indicaron con sus cantos el inicio del día y unos gritos nos despertaron.

– ¿QUÉ COÑO HACES AQUÍ? -- Esa sin duda era la voz del tonto de mi hermano.

¿Un fútbol monocromo? (Blue lock × Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora