puedo tener tu corazón?

854 45 10
                                    

No pasó mucho tiempo cuando ya veía los rayos del sol pasar por la ventana y darme a la cara interrumpiendo mi dulce sueño, no tuve más remedio que levantarme de mala gana de la cama arrastrando las sábanas al baño conmigo. Lavé mis dientes e hice mis necesidades, arreglé un poco mi cabello, ya parecía un vagabundo de la calle.

Saliendo de mí habitación encontré a soap quien comía un sándwich y andaba medio dormido por el pasillo, no dije nada, me quedé viéndolo por un rato más, hasta casi se tropieza de camino a su habitación.

— vas por el pan?—

Escuché esa voz detrás de mí, era Alejandro quien estaba arreglado y bebiendo un café, su comentario me sacó un poco de onda

—que?—

Alejandro debía de estar pensando que estaba pendeja pero luego me señaló con un dedo de pies a cabeza refiriéndose a mi ropa

—no, pero ya me dio antojo—

—eso se puede solucionar, acompañame—

Esto me pareció un tanto raro, pero sin embargo el hambre me ganó y lo seguí hasta su habitación, fue hasta su mesita de noche donde abrió el cajón y me dio unas cuantas monedas

—ve y compra unos tamales en la esquina—

Inmediatamente me apuré para ponerme un abrigo y salir corriendo a comprarlos, era la cosa que más me gustaba, tamales, la cosa más deliciosa.

Al llegar a la tienda pude ver cómo en la entrada estaba esa olla grande donde se cocinaban los tamales, ya podía saborearlos. Habían varias personas tomando su pedido y yo ya me moría del hambre, hasta podía sentir que mi estómago empezaba a comerse por si solo. En fin, pasé un buen rato en la entrada tirando piedras a una pared esperando a que las personas se fueran hasta que ya tuve mi turno pasé a pedir unos tamales, no se demoraron nada en dármelos ya que estaban preparados.

Llegué a casa apurada por qué un perro me perseguía y cerré la puerta rápidamente, suspirando de alivio mientras dejaba los tamales en la mesa

—por fin, comida—

Dijo soap sentado en la mesa mientras Alejandro servía los tamales en platos, vi bajar a Ghost las escaleras con tranquilidad, ya me venían imágenes de lo que había pasado. Nos sentamos a comer tranquilamente, todos teníamos hambre así que nadie hablaba solo sentía la mirada de Ghost en mi y yo lo evitaba.

Acabamos de comer y todos se fueron a hacer su obligaciones mientras que yo esperaba en el patio a la llamada de Arthur, hasta que por fin, la llamada llegó y me dijo la ubicación del lugar, salí de la casa y caminé al lugar, no estaba tan lejos asi que no me tomó mucho tiempo en llegar.

Veía tres siluetas a la distancia, tal vez eran las personas de las que me habló Arthur, me acerqué lo suficiente para poder verlos mejor, vaya eran enormes y musculosos, unos cuerpos bien definidos incluso por encima de su camisa sus abdomen se marcaban, ellos notaron que los veía y uno de ellos chasqueó los dedos tomando mi atención, literalmente era estaba así enfrente de ellos.

Veía tres siluetas a la distancia, tal vez eran las personas de las que me habló Arthur, me acerqué lo suficiente para poder verlos mejor, vaya eran enormes y musculosos, unos cuerpos bien definidos incluso por encima de su camisa sus abdomen se m...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—oye niña que haces aquí?—

Preguntó uno de ellos el cual llevaba una máscara negra con tres líneas blancas en forma vertical en la mitad de la máscara y el otro uno de color anaranjado con rayas. Ahí fue donde llegó Arthur y puso las manos en los hombros de ambos hombres

—que tal ____ creí que no ibas a venir—

Aún seguía viendo a ambos hombres casi hipnotizada, creo que me gusta, me dije para mí misma mentalmente, sacudí la cabeza y sonreí a Arthur

—bueno, ya estoy aquí—

—genial entonces podemos comenzar—

Arthur nos guió a los tres al estacionamiento que había atrás, no dejaba de ver a ambos hombres caminando a mi lado, era inevitable.

—bien ___ ellos son Alpha—

Señaló al hombre de máscara negra

—y bravo—

Y al otro de máscara naranja y rayas negras

—un gustó en conocerla, hemos odio bastante de usted—

Alpha estrechó mi mano al igual que bravo, dios las voces eran de lo mejor, era grave y ronca con un toque de firmeza al hablar, sentía que me derretía con su sola presencia.

Alpha estrechó mi mano al igual que bravo, dios las voces eran de lo mejor, era grave y ronca con un toque de firmeza al hablar, sentía que me derretía con su sola presencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Imagen de referencia

Enserio lamento haber dejado esta historia a medias, tiendo a posponer las cosas y se me olvidan que debo hacer.

En fin

Mañana escribiré otra parte, buen día.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 19, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

los vaqueros | Poliamor | +18 |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora