Hecate Hardbroom X Isaac Malfoy

Pasillos

En una habitación grande, dos mujeres se encontraban hablando, una estaba sentada en un sillón cómodamente, en sus manos agarraba una taza de té, mientras que la otra estaba parada con brazos cruzados.

—¿Un examen en la primera semana?—pregunto con asombro la mujer que estaba sentada.

—Necesitamos eliminar..a.....los....débiles—siseo en severidad y con pausas en sus palabras la mujer que estaba cruzada de brazos.

—¿Te refieres a Mildred Hubble?—

—Entre más pronto mejor—respondio rápidamente—. Debemos pensar en lo que más le conviene mejor a la escuela—

—¿Y cuando he fallado en hacer eso?—pregunto la directora desde su asiento.

Hardbroom volteo a ver una pintura en particular, una en donde dos hermanas estaban ahí juntas, una estaba sentada sonriendo feliz con un suerte rosa y la otra estaba parada con un rostro serio y su suéter era de azul oscuro. Aquella acción lo noto la directora.

—Se que piensas que fui muy suave con Aghata....pero ella es mi hermana—

—¿Quién intento apoderarse de la escuela?—le pregunto Hardbroom, para después mirar a la directora a los ojos.

—Solo es mi escuela porque soy la mayor—contesto la mujer con suéter rosa—. Si las cosas hubieran sido distintas crees que?...

—Creo que tenemos bastante en qué preocuparnos....sin especular en lo que.... hubiera.....pasado—interrumpio Hardbroom.

Ambas se quedaron en un pequeño silencio incómodo, entonces Hardbroom decidió sentarse en el sillón que estaba enfrente de la directora.

—Y dime, ¿Que piensas del joven malfoy?—

—¿A qué se debe tal repentina pregunta?—

—Solo....por curiosidad—respondio la directora tomando un sorbo de su té.

—Es un chico...—pauso para pensar un poco sus palabras—. Distinto a los demás—

—¿En qué sentido?—pregunto la directora.

—No es como los demás estudiantes—respondio Hardbroom—. Suponiendo su posición con su apellido y lo bien respetado, adinerado y poderoso que es desde que nació, con todas aquellas ventajas desde su existencia... Una persona común pensaría que sería una persona arrogante, egocéntrico, clasista y racista.—con su mano derecha agarró una tasa de té—. Pero ha demostrado en esta semana que el no es así. A diferencia de Ethel Hallow que nació con los mismos caprichos que Malfoy, y ella si termino siento lo anterior dicho.—

—Mirandolo de ese modo, tienes razón—asintió la directora.

—Es un chico respetuoso con todos, incluso con los que no debería.—prosiguio Hardbroom con su plática sobre el chico malfoy—. Siempre pone atención a clases, pero no lo hace como si fuera por obligación, si no, que lo hace como si fuera divertido aprender para el, haciendo todo a la perfección y siempre lo logrando a la primera lo que propone, ayuda a los demás si lo necesitan, eh incluso nunca lo vi ser grosero con la señorita Hubble—

—Ahora que lo pienso, si no mal recuerdo su familia es purista, debió nacer conociendo que los sangre pura son mejores que los muggles, pero aún así, teniendo a Mildred como la única Muggle en esta escuela, la trata bien, incluso como una amiga—dijo Ada(la directora), se mostraba pensativa ante esos hechos y como si un foco se le prendiera en su cabeza, una idea se le vino en mente.

—Creo que le gusta—dijo unos segundos después para tomar un sorbo de su Té.

—¿A quien?—pregunto Hardbroom sin entender muy bien lo anterior dicho.

—A Isaac le gusta Mildred—sentencio la directora con una sonrisa de lado a lado.

Aquello que dijo la directora tomo desprevenida a Hardbroom, que estuvo casi a punto de romper la taza que tenía entre sus manos, que rápidamente dejo en la mesita que tenía enfrente.

—¿A qué se debe esa suposición?— cuestionó Hardbroom, sus venas le empezaron a hervir de tan siquiera pensar a Isaac enamorado de Mildred.

—¿No es obvio?—ironizo la directora—. Tal vez sea la primera Muggle con la que convive en toda su vida, tal vez le llamo la atención y con el tiempo que pasaron juntos le hizo sentir sentimientos por ella—otro sorbo toma de su té, pero al beber de aquella agua caliente miro sobre sus lentes a la mujer que tenía enfrente con una sonrisa algo extraña.

—Apenas llevan cuatro días en conocerse, es imposible que una persona se enamore en tan poco tiempo, eso es ridículo—dijo Hardbroom con desagrado, para volver a agarrar su taza de té y tomar un poco de su contenido.

—Yo creo que es lindo—respondio la directora—. Imagínate enamorarte a primera vista y saber que esa persona es la indicada con tan solo ver sus ojos—

—Como sea, ya está anocheciendo y mañana es el examen...me retiro—con un leve movimiento de mano se desapareció y apareció fuera de dirección, ella no era muy fan de utilizar las manijas de la puerta, le gustaba más teletransportarse.

Hardbroom se encontraba caminando por los pasillos del colegio, se dirigía a su habitación, estaba agotada y había sido un día largo para ella.

Pero en el momento que ella había dado vuelta a un esquina, visualizo alguien que corría a dirección de ella y antes de poder decir o hacer algo, tropezaron, quedando ella abajo y la persona arriba de ella.

—¡¿COMO TE ATREVEZ-. Pero antes de terminar su regaño, miro unos ojos azules, unos que conocía a la perfección de quien pertenecía.

—Lo lamento, profesora Hardbroom—se disculpo Isaac con vergüenza.

—¿Se puede saber que hace afuera de su habitación?—cuestiono Hardbroom.

—Lo siento profesora, pero faltan cinco minutos para el toque de queda—respondio Isaac, que seguía sin moverse de su lugar.

Hardbroom, que tampoco se acordaba en la posición que estaban, agarró su reloj dorado que colgaba de su cuello, al abrirlo, miro que era cierto lo que el joven le decía.

—Pues entonces, deberías irte de una vez, antes de que tus cinco minutos se acaben, si no quieres ser castigado—dijo con severidad, llevando sus ojos negros a aquellos ojos azules que siempre de algún modo le llamaban la atención.

Fue entonces que después de un tiempo, ella se dio cuenta en la posición tan atrevida que se encontraban, Isaac tenía ambas manos de un lado de la cabeza de ella, sus piernas igual de la misma distancia que sus caderas, el arriba y ella abajo, los brazos de ella estaban extendidos a los lados.

Hardbroom carraspeo un poco disimuladamente.

—No soy su cama para que esté arriba de mi, joven Malfoy—dijo sarcásticamente Hardbroom.

Las orejas como las mejillas de Isaac tomaron un rojizo notable por la piel tan pálida que tenía el chico, algo que noto Hardbroom a la luz de las velas del pasillo.

El se paró rápidamente, quitándose arriba de su profesora, mientras que ayudaba a que ella se parara del lugar.

—Tenga más cuidado por dónde va, joven Malfoy y no corra por los pasillos—regaño Hardbroom, para después irse sin esperar respuesta.

No mentia, se encontraba cansada y con sueño, tanto que por ahora no le dio tanta importancia como debería al haber tenido a Isaac arriba de ella, tal vez mañana por la mañana lo haga, y termine soñando con el aquella noche hermosa a la luz de la luna.