Capitulo 9

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El mandatario se puso de pie muy temprano como cada día.

Salió a correr con dos de sus guardar espaldas para cuidarlo.

Esa parte le parecía un poco exagerada pero debía ser de esa forma por su seguridad.

De vuelta en casa lo recibió XuanYu al filo de las escaleras como era costumbre.

-Buen día señor -

-Buen día XuanYu, pide que preparen mi desayuno iré a prepararme, Haa también pide que no despierten a mi esposo, no durmió bien anoche.

-Claro señor, ahora mismo pido que preparen su desayuno.

-Gracias XuanYu, y si viene mi equipo pídeles qué esperen en la sala, no los dejes entrar a mi estudio - mierda pensó, lo había olvidado - envia a que limpien antes -

La chica se retiro y el subió a su habitación, casi olvida que estuvieron hasta media noche en el estudio y que había un desastre de platos sucios, el escritorio por fortuna solo algunas cosas habían caído al piso y se había encargado qué no hubiera una mancha visible.

Todavía conservaba su pudor intacto en cuanto a no dejar huellas demasiados obvias de las cosas que hacían por toda la casa.

Al abrir la puerta noto como su esposo se movía sobre la cama al sentirlo llegar, más no se despertaba.

Si movio quedando de bruces mostrando su espalda desnuda, tal parecía que había despertado cuándo él salió y quitó su camisa.

Se acercó sentándose al borde de la cama, con las puntas de sus dedos acarició la curva que formaba su cintura haciendo que este en medio de su sueño se estremeciera al sentír sus dedos tocando su piel.

Yibo sonrió al ver ese pequeño reflejo y dijo en voz baja - te amo tanto, te he dado todo de mi sin límites desde que te conozco, y tú has hecho lo mismo - bajo su rostro dejando un beso sobre la espalda de su esposo que sonrió en medio de sus sueños -

Y el mandatario fue feliz con eso, lo dejó descansar y el fue a ducharse.

Debía recibir a su equipo, la tormenta de la noche anterior seguramente había causado estragos y debía ponerse a trabajar, porque incluso su esposo que estaba protegido su sueño fue perturbado, por lo que afuera muchas personas necesitarían ayuda.

Xiao Zhan despertó minutos después al escuchar el agua correr en la ducha

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Xiao Zhan despertó minutos después al escuchar el agua correr en la ducha.

Era sábado y su esposo había prometido ese día estar en casa todo el fin de semana.

Pero sospechaba que no seria posible debido a la fuerte lluvia de la noche anterior.

Era consciente que su vida había cambiado y que debido a su compromiso con el país muchas promesas podrían llegar a romperse.

EL ESPOSO DEL PRESIDENTE  (En Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora