Un Omega Sin Rival - ChanBaek [adaptación]

Capítulo 4

Cuando se estaba en servicio activo, no había forma en que un militar se aburriera, siempre había algo que hacer. Mucho más cuando se estaba en medio de una incursión, ni siquiera se podía cerrar los ojos más de un par de horas seguidas. Un militar tiene que dormir con las botas puestas y el arma a un costado, era agotador, pero una vez que un hombre acostumbra a eso, es fácil para cualquier soldado mantenerse alerta y no adormilarse... La vida militar no era para todos.

Pero también era cierto que una vida tan aburrida y simple como ser guardia de seguridad tampoco era para todos. Chanyeol intentó ocultar un bostezo. su turno era de ocho horas con una hora intermedia de descanso, hasta el momento habían transcurrido cuatro horas, pero Chanyeol sentía que habían sido mínimo ochenta. Dar recorridos entre los pisos de oficinas, monitorear las cámaras y hacer guardia en la puerta, era lo más fácil de hacer y lo más aburrido también, apenas era media jornada, pero no podía verse a sí mismo trabajando ahí el resto de su vida.

En cinco minutos más llegaría su relevo, para que él pudiera irse a su hora de almuerzo, pero los segundos en el reloj circulaban lentamente.

—¿Cómo te está yendo, Chan?

Chanyeol se volvió y se encontró con los risueños ojos avellana de Wendy, sonrió, ella era una joven beta que trabajaba en la oficina de seguros que estaba en el tercer piso, se habían conocido practicante por accidente mientras le estaban dando el recorrido a Chanyeol esa mañana. Fue un dulce accidente en el elevador a consideración de él. Ella había resbalado y Chanyeol la había alcanzado a sujetar, en un día había sido héroe, dos veces.

—Este trabajo es más aburrido que estar dentro de una ostra.

Chanyeol luchó contra el impulso de mirar a la beta de arriba abajo, no quería recibir una demanda por acoso sexual en su primer día de trabajo. Pero era una chica muy linda, para él, una mujer beta, un hombre beta, una omega mujer, un omega hombre, daba lo mismo.

Un poco de sexo y diversión.

—Ciertamente, puede ser aburrido para alguien como tú, escuche el rumor que eras miliar.

—Los rumores corren rápido por aquí, a pesar de que es un edificio enorme.

Ella se sonrojó.

—¡Lo siento! No quería...

—Tranquila, no pasa nada.

Él se echó a reír, colocó las manos a su espalda, luchando con el impulso de no tocar a la chica por accidente, no estaba acostumbrado a lidiar con muchas chicas. No eran muy frecuentes las mujeres en el servicio activo, y con hombres la camarería podría ser diferente.

—No es como si quisiera ocultarlo, aunque es algo complicado de lo que hablar.

—Supongo que sí, no puedo imaginar los horrores que ustedes tienen que presenciar allá.