One Piece: La aventura del bebe Principe de los Piratas

Capítulo 5: Un dia en el parque

En un parque cercano al zoológico

Eddie estaba mirando a todas las personas del lugar con curiosidad, viendo cómo los niños disfrutaban junto con sus padres y su rostro reflejó por primera vez una expresión triste.

Mientras tanto, en la isla de Nami

Ella estaba mirando el mar por la ventana de su mansión cuando Luffy se acercó a ella con preocupación. Nami no necesitaba mirarlo para saber que estaba allí y le dijo con lágrimas:

-Esta mañana sólo quería ver la fotografía de mi pequeño príncipe en el periodico. Se cumplió mi deseo.-

Lo miro con ojos llorosos mientras le mostraba el periodico de ese día con la foto de Eddie en la portada y el titular de su secuestro. Luffy sólo pudo ir a abrazarla sin decir nada, demostrando que la entendía y que estaba con ella por lo que ella se desahogó en su pecho con dolor.

De vuelta en el parque de Shabondy

Eddie seguía mirando a los niños con sus padres, cuando una señora se acercó a él y le preguntó:

-¿Donde esta tu mama?-

Eddie miró hacia el lado izquierdo y la señora pudo ver a una mujer leyendo un libro con calma. La señora sonrió pensando que la mujer era la madre del pequeño y se fue ya más tranquila, dejando al pequeño Eddie confundido por lo que pasó. 

Mientras tanto, los tres idiotas pasaban por el parque en su camioneta, mientras Fabio miraba a todos lados por la cúpula del techo. Luego de mirar por un rato, bajó la cabeza para decirle a Joe:

-Oye, Joe, tal vez se metió en una madriguera de conejo.-

Joe miró al frente con ojos fríos y le dijo:

-Yo soy serio en mi trabajo. ¿Quieres hacer bromas? Entonces entra a un circo.-

-Jejejejeje.- se rio Crispin con gracia.

Fabio le dio un golpe en el hombro por burlarse de él y regreso a buscar al engendro mientras decía:

-¡Payaso!-

Miro a todos lados, hasta que pudo ver al pequeño gateando por el césped hacia unos arbustos. Fabio se bajó de inmediato y le dijo a Joe:

-Pisa el acelerador, bebe a estribor a las nueve en punto.-

Joe miró a todos lados buscando al engendro que tanto le había arruinado la vida, cosa que Fabio noto con una gota de sudor.

-A estribor.- le repitió el.

Joe siguió buscando por todos  lados y Crispin preguntó:

-¿Donde esta el estribor?-

-¡A estribor!- gritó Fabio enojado.

-¡Apunta, apunta!- le gritó Crispin serio.

-¡Allí está!- gritó Fabio apuntando.

-¿Dónde demonios está?- le gritó Joe con ira.

-¡Allí!- dijo Fabio señalando con miedo.

Entonces, vieron al pequeño engendro gatear con tanta tranquilidad y Joe giró la camioneta con furia en busca del pequeño demonio.

-¡Ya eres nuestro alcancía rosada!- gritó Fabio con alegría.

Eddie vio cómo la camioneta había subido por las escaleras de piedra y luego se detenía justo delante de él. Vio cómo Joe abría su puerta y le decía con una sonrisa malvada: