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Tal vez algo que suele repetirse en los animes y mangas en muchas ocasiones, es sin duda la falta de los padres, ya sea porque están de viaje, el prota no vive con ellos, están muertos o directamente no se menciona nada de ellos, siendo esto más frecuente si el anime/manga es de tipo estudiantes de secundaria.

Claro que esta los momentos en que los padres aparecen, usualmente para hacer 4 cosas: Conocer el novio o novia del prota que va a su casa, en una escena que requiera de ellos (Cómo hablar con el Director cuando el prota se manda una cagada que lo pueden expulsar), para joder a sus hijos con maltratos y en un recuerdo bonito o feo (Esto depende del autor)

Y donde más se ve la ausencia de padres es sin duda en Tokyo Revengers, y cuando aparecen es para bien o para mal, pero más tirando para mal sin duda.

O para rompernos el alma como cuando vimos a Yuzuha siendo abrazada por su madre, no se atrevan a decirme que no sintieron una punzada al verlo.

Pero volviendo al tema central de esto, como espectadores siempre cuando todo parece irse para el carajo uno se pregunta "¡¡¿Dónde coño están los padres que no están muertos?!" y nos reímos por esos chamacos que les falta una figura paterna o materna.

Pero una cosa en verlo y otra es vivirlo.

Como a Jizo, que esta con Kisaki amarrado en el pecho con una manta para salir de casa con él, porque sus padres lo dejaron con su hermano mientras fueron a sus trabajos y como no tiene niñera y esta chiquito para dejarlo en la guardería le toca llevarlo con él.

Ósea, si que es un adulto en el cuerpo de un niño pero no mamen, ¿Qué padre se le ocurre dejarlo con un bebé de 6 meses cuando tiene 10 en apariencia?

Pues al parecer sus padres japoneses que son el estereotipo de padre japones de anime/manga ausente.

Bueno, estaba en el mundo de pandilleros traumados con problemas familiares y mentales, no podía esperar mucho.

Jizo: -hoy vas a conocer uno de mis amigos Kika-Chan- dijo mientras cerraba la puerta de su casa con llave y la guardaba en su pantalón -así que compórtate para dar una buena impresión- le pidió

Los ojitos azules de Kisaki miraron desde el pecho de su hermano con duda, sin entender lo que dijo su hermano mayor.

Jizo solo pudo suspirar, hablar con su hermano era un habito que se le pego todos esos meses.

Comenzó a caminar por la calle, ignorando las miradas de las personas, en una de sus manos estaba en el trasero de Kisaki, pare tener un soporte por si la manta se soltaba y mantenerlo firme, en su espalda tenia una mochila con cosas para su hermano por si las necesitaba, con la otra mano llevaba una mochila con ruedas con otras cosas para esa tarde con su amigo.

Parecía un mini papá saliendo con su hijo, sin duda.

Mientras esperaba a que diera luz verde para pasar por la calle, el sonido de unos fuertes ladridos de perros que estaban persiguiendo a un hombre en moto llego hasta donde estaba él y su hermano, haciendo que Kisaki se sobresaltara.

Jizo: -shh shhh, Kika-Chan, shhhhh- dijo al notar ese sobresalto por parte de su hermano, acariciando su espalda y moviéndose para crear un movimiento que pudiera calmarlo

No le convenia que su pusiera a llorar a mitad de camino.

El pequeño bebé de ahora abundando cabello negro que era cubierto por un gorro de lana soltó su chupete que no se callo al piso por estar amarado a su ropa, esto fue a causa de sus balbuceos que casi estaban pasando a gemidos lastimeros, amenazando con el llanto, asustando a Jizo, con sus manitas regordetas apretó la ropa del rubio para luego esconder su cabeza y restregarla esperando consuelo, con sus ojitos azules brillosos.

Jizo: -Kika-Chan, tranquilo cielo, todo esta bien, el perrito malo se fue y nada va a pasar- dijo apurado mientras soltaba la mochila con ruedas y usaba sus dos manos para calmar a su hermano, mientras le daba besitos en la cabeza

¡Es que cuando Kisaki lloraba no había forma de callarlo, y lo peor es que el hijo de puta no lloraba de verdad, se hacia el que lloraba para tener muchos mimos, si es que es listo desde la cuna para manipular a las personas!

Y la verdad no le convenia tener que calmarlo en la calle, muchas preguntas incomodas de señoras para su gusto.

Y por andar dándole mimos es que se le fue la luz verdad y tuvo que esperar más tiempo.......... Jizo ahora mismo se arrepentía de haber acostumbrado a Kisaki a los mimos cuando lloraba.

Mientras finalmente lograba cruzar la calle y de ponerle el chupete a Kisaki de nuevo, Jizo comenzó a pensar el porque su hermano estaba tan manipular para obtener sus mimos.

Y si, aceptaba que era en parte su culpa.

Tae, la madre de Kisaki, trabajaba desde casa para poder recuperarse del parto y poder atender a su hijo de sangre, pero solo tenia las mañanas libres, siendo las tardes donde tenia que revisar los casos y en ocasiones salir a reuniones importantes.

Por eso que en las tardes, luego de llegar al colegio, Jizo se encargaba de cuidar a su hermano para que su madrastra trabajara tranquila o para que pudiera salir, siendo así una figura muy presente para el pequeño pelinegro.

Puede que Jizo y Tae tuvieran una relación de conocidos muy cordiales donde los sentimientos no se involucraran, pero eso no significaba que no se ayudaran mutuamente con la nueva rutina en sus vidas.

Y para evitarle problemas a Tae, Jizo se dedicaba en cuerpo y en alma a mantener a Kisaki calladito para no molestarla, llevando a que literalmente saltara cada vez que su hermano amenazara con llorar, llevándolo a darle mimos como si se acabara de romper un brazo.

Lo que acabo con un Kisaki manipulador que cada vez que tiene una oportunidad exige mimos con besitos incluidos.

Si es que Jizo se caga solito, solito se caga el idiota.

Tras caminar por unos minutos más y escapar de señoras que quieren ver a su hermano, llego al parque donde se supone que iba a reunirse con su amigo, donde conocería a su hermano que ya estaba luchando por no dormirse en su pecho.

Al ver su cabello blanco moviéndose por el viento causado por estar en uno de los columpios, Jizo sonrió ampliamente mientras levantaba la mano para llamar su atención.

Jizo: -¡Oe, Waka-Chan!- grito, sin llegar a molestar a Kisaki 

Si, por el ladrido lejano de un perro se "asusta" el Kisaki, pero por el grito de su hermano no........ si vas a manipular a Jizo disimula un poco ¿No?

Los ojos violeta del niño dejaron de mirar al suelo para levantar la mirada, poniendo sus pies en la tierra para poder bajar del columpio.

Al ver el bulto envuelto en el pecho de su amigo y compañero de escuela, el de blancos cabellos sonrió un poco mientras iba donde los dos hermanos.

Finalmente iba a conocer ese Kika-Chan que tanto hablaba su amigo en el colegio.


| I'll be the best big brother | [Tokyo Revengers x OC Male] (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora