LOS OJOS DE LA FEMENINA rondaban por la habitación iluminada por la luz de la mañana, Miguel ya se había ido como lo hacía en los últimos quince días, se iba temprano y regrasaba tarde o ni siquiera regresaba a dormir o cenar, sus lágrimas volvían a recorrer por su rostro, secretos que se escondían en las esquinas de la habitación que una vez habían visto como un hogar, besos que se perdían y un corazón que ya no sentía nada, no exactamente el de Miguel si no el de su solitaria mujer. había tenido su segundo aborto espontáneo en lo largo de aquel año, su humor no podía estar más por los suelos y todos parecían verlo menos su novio, vivían juntos hacia años estaban enamorados y no podía ver qué la persona que más decía amar estaba muriendo a su lado.
— Rebecca ¿viste mi reloj? — la voz de Miguel interrumpió cada pensamiento que podía generar ¿estaba en casa o ya comenzaba a alucinar? — Rebecca ¿me estás escuchando? — otra vez pérdida, una falsa sonrisa se asomo por su rostro, empática, eso era con el, le tenía misericordia sabía que no podía el solo pero tampoco hacía esfuerzos para que se quede con el.
— en el cajón, Miguel — suspiro mientras volvía a divagar intentando fingir que algo parecía interesarle y que no quería ahogarse en frustración intentando llevar a flote algo que ya no funcionaba, pero lo intento — ¿Vuelves para la cena hoy? quiero hablar contigo.
Miguel solo asintió restándole importancia. estaban comprometidos hacía dos años pero Miguel nunca quiso casarse, nunca propuso la idea de concretar la boda, quizás ella no era lo que él esperaba.
El día transcurrió, común como siempre, esa noche preparo la cena incluso se maquillo y se preparó bonita, pero el nunca llego, se ahogo en un vaso de vino, y se emborracho hasta la médula y a eso de las dos de la mañana Miguel había llegado, magullado con su traje de Spiderman, a la rubia no pudo importarle menos sus heridas estaba ebria y dolida.
— dijiste que ibas a venir para la cena.
ahogo en lágrimas preparándose para el speech de siempre.
— Perdón, hubieron contratiempos.
— Si, siempre hay contratiempos, siempre algo es más importante que tu propia novia, diría esposa pero cierto nunca quisiste casarte.
— No entiendo lo que estás diciendo.
rió sarcástica, nunca entendía y soltó un largo suspiro.
— Lo sé, nunca lo entendés, nunca entendés nada.
— Estás ebria.
volvió a soltar una risa pero esa salió acompañada de mil lágrimas una detrás de otra.
— Miguel, estoy intentando que funcionemos, intentando agarrar cenizas para que algo brille mínimamente en mí vida contigo, pero no todo lo que hago es en vano, nunca estás, NO ESTUVISTE NI SIQUIERA CUANDO PERDIMOS A NUESTRA HIJA MIGUEL — sus palabras se ahogaban en lágrimas, la casa que en algún momento emanaba calidez y habían adquirido por esa luz hermosa que entraba ahora se había oscurecido, ya no había juguetes en el suelo o ruidos durante todo el día, el sol parecía ya no llegar a las ventanas y mucho menos a la vida de esa pareja.
"stop, you're losing me"
— ¿por qué tengo que lidiar con todo sola? ni siquiera te quisiste casar.
— te amo, reb, podemos salir de esto.
— como podes decir que me amas si ni siquiera te diste cuenta que me estaba muriendo por dentro.
— nunca, nunca me di cuenta, perdón.
la femenina se ahogaba en un vaso inexistente de agua, comenzaba a creer que ella era la culpable de todo esto.
— te envié señales, quise hablar contigo, pero nunca estuviste aquí — sorbio su nariz y dejo caer su cuerpo en su silla.
— voy a hacerlo mejor, te lo prometo, no me dejes —dejo caer sus rodillas al piso abrazando las piernas contrarias.
you know what they all say "you don't know what you got until it's gone"
— es tarde Miguel, me estás perdiendo — suspiro levemente — mí corazón ya no está latiendo por ti.
ellos nunca podrían ser una canción de amor, siempre iba a ser aquella canción triste, uno dio todo por el otro sin que el otro se diera cuenta los llamados ajenos.
— me prepare día y noche, te espere en cenas, almuerzos, fiestas, me ponía linda solo para que me vieras pero esas noches en donde terminaba ahoga en botellas de vino me daba cuenta porque nunca nos casamos, yo tampoco me hubiera casado conmigo, solo intento complacer a los demás y esperaba que hagas algo, algo que eras incapaz de hacer porque ya no me veías, Miguel — acaricio su cabello por última vez.
I can't find a pulse my heart won't start anymore.
eran una historia con principio y final, una relación llena de dolores ocultos en besos perdidos nunca podría salir bien, eran una guerra pérdida desde el principio pero ambos querían aferrarse a la idea de que algo iba a darles una ínfima alegría. esa misma noche con un Spiderman desolado y una mujer sola en la calle nada podía salir peor, un delicuente que parecía no medir su fuerza y palabras logro por terminar con la vida de la mujer que Spiderman o Miguel o'hara en algún momento había amado y así su evento canonico pareció concluir al final del día, Spiderman nunca va a ser feliz y siempre va a terminar por perder a aquellos que ama con su alma.
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💌: re chuli el primer shot por suerte es todo mentira Miguel te re quiere papi
