Los labios de Miguel se curvaron al mirar aquel recuerdo, una sonrisa nostálgica se escapó de sus labios, la voz de su mujer y sus dedos bailando por la guitarra mientras su hija sentada frente a ella sonreía escuchando la dulce melodía que escapaba por los dedos danzantes en las cuerdas. Lo recordaba como si fuera ayer, en el silencio de su oficina vacía y sin vida termino por meterse en aquel sentimiento, aquel dolor abrasivo que le generaba haberlas perdido pero también aquella nostalgia trágica y reconfortante que le traía escuchar la voz de su amada y su pequeña niña.
Miguel sonreía ante la escena de Gabriela sentada escuchando la melodía que su madre le proporcionaba, una voz dulce comenzó a deslizarse por sus labios invitando al hombre a acompañar la melodía.
"Luna, gardenia de plata, que en mi serenata te vuelves canción"
su hija exclamando un "¡Vamos pa, tu te la sabes" lo llamaba a unirse al canto de su mujer, quien con una risa le hacía un espacio junto a ella.
"tu que me viste cantando, me ves hoy llorando mi desilusión"
la pequeña tarareaba la canción a la par que sus padres, daba pequeños pasitos haciendo un delicado baile dejando a su vestido hacer sintonía con sus piruetas.
"Calles bañadas de luna que fueron la cuna de mí juventud"
las simples sonrisas que decoraban su rostro demostraban el amor que tenían por su pequeña familia, ojos brillantes que destellaban amor e incluso una inmensa admiración.
"Vengo a cantarle a mi amada, mi Luna plateada de mi Xelajú"
en sintonía cantaron mientras Miguel parecía no poder despegar los ojos de su mujer y de cada pequeña mueca que hacía al cantar la canción. por su parte la pequeña miraba encantada a sus padres, sus voces y el amor que desprendían era algo que cautivaba los ojos de la niña.
"Vengo a cantarle a mi amada, mi luna plateada de mi Xelajú"
sus dedos se deslizaban por la guitarra sintonizando con sus voces creando un ambiente cautivador y cálido a su alrededor.
"Luna de Xelajú, que supiste alumbrar"
dejo que su cabeza descansará en el hombro del hombre mientras recordaban sus tiempos de juventud en donde esa canción sonaba en repetición cuando se mudaron juntos por primera vez y creaban un hogar.
"En mis noches de pena por una morena de dulce mirar"
la pequeña niña busco un refugio en los brazos de su padre quien estuvo de acuerdo en acariciar su cabello mientras su esposa seguía tocando con delicadeza la guitarra y cantaban con tranquilidad.
"Luna de Xelajú, me diste inspiración la canción que te canto, regada con llanto de mí corazón."
la niña tarareaba la canción que sus padres solían cantar cuando era la hora de dormir y el miedo comenzaba a acecharla por la oscuridad, sus ojos empezaban a pesar del sueño acurrucandose en el pecho de su padre.
"En mi vida no habrá, más cariño que tú, mi amor"
sus dedos seguían deslizándose en la guitarra mientras la niña comenzaba a dormitar con una respiración lenta y calmada.
"Porque no eres ingrata, mi luna de plata, luna de Xelajú"
Miguel sonrió cuando la niña se durmió en sus brazos dejando escapar una dulce risa mirando a su mujer.
"Luna que me alumbró, en mis noches de amor, hoy consuelas la pena por una morena que me abandono"
quien sabría que ese sería el último momento que Miguel compartiría con su familia.
la sonrisa nostálgica que escapó de los labios de Miguel mientras se sentaba en la silla y descansaba su cuerpo mirando aquel recuerdo.
— Es un lindo recuerdo - murmuró una voz femenina detrás de el, sabía quien era lo sabía bien — Le cantábamos la misma a mi niña, supongo que es algo que viene en la sangre - susurró con tristeza mientras se acercaba a Miguel.
Una variante de su mujer de otro universo, misma familia, misma tragedia pero ella había sido quien fue la que adquirió el mando de Spiderman.
— Quería desearte un feliz día del padre, no dudes de que fuiste el mejor padre que pudiste para ella - comento bajo dejando un pequeño regalo en su escritorio junto a una carta.
💌: se me ocurrió escuchando luna de Xelajú pq la canta Oscar y bueno vieron asocie, espero lo hayan disfrutado. <3
